CULTO DE ORACIÓN Y
ESTUDIO
Martes 18 de junio, 19 hrs.
Modera: A.I. Rubén
Núñez C.
Llamamiento: Salmo
8
Oración de ofrecimiento
Himno: “El
mundo es de mi Dios” (67)
Momentos de oración
Lectura bíblica: II
Reyes 9.14-24
Tema: Asesinato
de Joram de Israel
Himno: “Lugar hay donde
descansar” (338)
Ofertorio
Bendición pastoral
JEZABEL, LA REINA
MALDITA
Pierre Buis
En el libro de los Reyes se habla muy poco de las reinas. Algo se habla
de ellas para los reyes de Judá, en cuya reseña se da siempre el nombre de la
madre del rey. Y algunos detalles de los relatos nos dejan adivinar que la
reina-madre tenía una gran influencia: podía ocasionalmente asegurar la
regencia del reino, lo cual explica en parte el reinado de Atalía en Jerusalén
durante seis años.
|
Pero, para los reyes del Norte,
sólo se menciona a una reina, que figura entre los personajes más detestados de
la Biblia. Es Jezabel, hija del rey de Tiro y esposa de Ajab. Este matrimonio,
concertado por sus padres Omrí y Etbaal, tenía videntemente un interés
político: sellar un tratado de alianza entre los dos reinos. Desde Salomón
debió de haber muchos casos de este tipo; si se habla de éste, es porque la
fenicia chocó con los profetas, que siempre la consideraron como la “bestia
negra”.
Si hacemos caso a los relatos
del ciclo de Elías, Jezabel no se habría contentado con practicar el culto a su
dios nacional, Baal, como hacían las esposas de Salomón, sino que se habría
convertido en su propagandista, manteniendo en su corte a un grupo de profetas
de Baal (y quizás a uno de los profetas de Aserá, la madre de los dioses). Y lo
que es más grave todavía, había respondido a las protestas de los profetas del
Señor con una persecución sistemática (1 R 18.4.13; 2 R 9.7), ensañándose
especialmente con Elías (1 R 18.10; 19.2).
El conflicto se fue
desarrollando en varias direcciones. La venganza de la sangre de los profetas
le corresponderá a Jehú. Este reyes investido por Elías, pero a través de
Eliseo y más tarde de uno de sus discípulos (2 R 9.1-7). Cuando Jehú ataca a
Jorán, hijo de Ajab y de Jezabel, lo hace por “las prostituciones y hechicerías
de su madre” (2 R 9.22). Al llegar a Yezrael, manda echar por la ventana a la
reina, que se había adornado para salir a su encuentro.
Otro aspecto del conflicto es el
asesinato de Nabot, que Elías condena con estas palabras: “Los perros se
comerán a Jezabel en la plaza de Yezrael” (1 R 21.23). La predicción se
realiza, pero el relato de 2 Re 9 se ha organizado de tal modo que no acabamos
de ver cuál es el papel que representa entonces Jehú: se advierte un matiz de
respeto y de piedad en la orden que da: “Ocupaos de esta desgraciada y
enterradla, porque es hija de un rey” (2 R 9.34). Creo que sería preferible
traducir “maldita”, en vez de “desgraciada”; Jehú no le desea la desgracia,
pero constata que la maldición ha caído sobre ella. […]
____________________________________
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
23
– 2ª reunión de matrimonios jóvenes
26
– Testimonio de evangelización
28-30
– Visita a Guerrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario