1 Dios nos ha aceptado porque confiamos en
él. Esto lo hizo posible nuestro Señor Jesucristo. Por eso ahora vivimos en paz
con Dios. 2 Nos alegra saber que,
por confiar en Jesucristo, ahora podemos disfrutar del amor de Dios, y que un
día compartiremos con él toda su grandeza. 3 Pero también nos alegra
tener que sufrir, porque sabemos que así aprenderemos a soportar el
sufrimiento. 4-5 Y si aprendemos a soportarlo, seremos aprobados por
Dios. Y si él nos aprueba, podremos estar seguros de nuestra salvación. De eso
estamos seguros: Dios cumplirá su promesa, porque él nos ha llenado el corazón
con su amor, por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.
6 Cuando nosotros los pecadores no podíamos
salvarnos, Cristo murió por nosotros. Murió en el momento elegido por Dios. 7
En realidad, no es fácil que alguien esté dispuesto a dar su vida por
otra persona, aunque sea buena y honrada. Tal vez podríamos encontrar a alguien
que diera su vida por alguna persona realmente buena. 8 Pero Dios
nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar
de que nosotros todavía éramos pecadores.
9 Si Dios nos declaró
inocentes por medio de la muerte de Cristo, con mayor razón, gracias a Cristo,
nos librará del castigo final. 10
Si cuando todavía éramos sus enemigos, Dios hizo las paces con nosotros por
medio de la muerte de su Hijo, con mayor razón nos salvará ahora que su Hijo
vive, y que nosotros estamos en paz con Dios.
11 Además, Dios nos ha
hecho muy felices, pues ahora vivimos en paz con él por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
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