sábado, 28 de julio de 2018

Letra 579, 29 de julio de 2018


LAS DISCÍPULAS DE JESÚS (VII)
Ana María Tepedino

Resultado de imagen para maria magdalena rembrandtPero ¿por qué fueron escogidas estas mujeres para tal misión? Dice González Faus que “en la antigüedad, la mujer estaba descalificada como testigo. Presentar a una mujer como testigo de un hecho era carecer de testigos. Y los evangelios sólo presentan como testigos del sepulcro vacío a mujeres. Parece evidente que una narración que hubiese sido compuesta totalmente con fines apologéticos no había caído en un desliz tan grosero y contraproducente, sobre todo teniendo en cuenta las diferencias existentes respecto a los nombres de las mujeres. Magdalena es la única común a los cuatro evangelios”.
Pero, continúa, “aunque cambien los otros nombres, siempre se trata de un grupo de mujeres (Juan, que parece hablar sólo de Magdalena, pone inmediatamente en sus labios un plural: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”, Jn 20,2)”. Más aún, en los mismos evangelios se nota muy bien la tremenda incomodidad que les produce el hecho de presentar como únicas testigos a mujeres, y de ahí los desesperados esfuerzos para suavizar el dato: al ángel se le llama “un hombre”, cosa bastante rara, y en los evangelistas posteriores se narra ya la marcha de algunos apóstoles hacia el sepulcro con la idea de suplir la falta de autoridad del testimonio de las mujeres. En Lc aparece con claridad esta dificultad: “…se negaban a creerles. Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro” (24.11-12)”. Pero esos esfuerzos, continúa González Faus, “no hacen sino subrayar esa terrible incomodidad, tan diferente de lo que habría imaginado una mentalidad apologética: el dato del sepulcro vacío estaba allí y se expone a pesar de algunos testimonios sin valor”.
Para reforzar su argumento, agrega como curiosidad, con el fin de dar una idea más precisa de la dificultad de presentar a una mujer como testigo: “Les presento el fragmento de un apócrifo que, ciertamente, carece de valor histórico, pero tiene el valor de reflejar una mentalidad. El llamado apócrifo de María Magdalena, del que sólo se conserva un pequeño papiro (griego y copto)”. María Magdalena está explicando a los apóstoles algo que el Señor le dijo y cuyo texto prácticamente no se conserva. Pero sus palabras provocan, en el fragmento que conservamos, la siguiente reacción de Pedro, que se dirige a los otros apóstoles y les dice, ultrajado en su honra machista: «¿Qué les parece, hermanos? ¿Acaso el Señor, preguntado sobre estas cuestiones, hablaría a una mujer de forma oculta y en secreto, para que todos la escuchásemos? ¿La presentaría quizá como más digna que nosotros?”.
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Taller congregacional
EL EVANGELIO Y LOS BIENES MATERIALES:
EL MODELO CRISTOLÓGICO EN II CORINTIOS 8 y 9  (2ª parte)
Juan Stam
https://issuu.com/igl-ammi-shadday/docs/stam-elevangelio-y-la-riqueza

8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: “Repartió, dio a los pobres; / su justicia permanece para siempre” [Sal 112.9]. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
II Corintios 9.8-11, RVR 1960

8 Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros. 9 Como dicen las Escrituras: “Comparten con libertad y dan con generosidad a los pobres. / Sus buenas acciones serán recordadas para siempre”. 10 Pues es Dios quien provee la semilla al agricultor y luego el pan para comer. De la misma manera, él proveerá y aumentará los recursos de ustedes y luego producirá una gran cosecha de generosidad [en griego, “justicia”] en ustedes. 11 Efectivamente, serán enriquecidos en todo sentido para que siempre puedan ser generosos; y cuando llevemos sus ofrendas a los que las necesitan, ellos darán gracias a Dios.
II Corintios 9.8-11, Nueva Traducción Viviente

8 Dios puede darles muchas cosas, a fin de que tengan todo lo necesario, y aun les sobre. Así podrán hacer algo en favor de otros. 9 Como dice la Biblia, refiriéndose al que es generoso: “Siempre que ayuda a los pobres, / lo hace con generosidad;/ y en todo sale triunfante”. 10 Dios da la semilla que se siembra y el pan que nos alimenta, así que también les dará a ustedes todo lo necesario, y hará que tengan cada vez más, para que puedan ayudar a otros. 11 Los hará ricos, para que puedan dar mucho. Así, serán más los que den gracias a Dios por el dinero que ustedes van a reunir y que nosotros vamos a llevar.
II Corintios 9.8-11, Traducción en Lenguaje Actual

·      JUSTIFICACIÓN
La iglesia como comunidad y movimiento depende completamente de la acción de Jesús y de su Espíritu. Mientras que, como institución, debe hacer acopio de algunos bienes materiales para su organización y la realización de su misión en el mundo.

·      MÉTODO
El análisis marca distancia entre la llamada teología de la prosperidad y el mensaje de Pablo en relación con la riqueza. Se analiza el contexto, la ofrenda que los Corintios deben enviar a los pobres de Jerusalén, e interpreta dicho texto a la luz de las Escrituras: Profetas, Salmos, Levítico.

·      CONTEXTO ACTUAL
La iglesia tiene que ser siempre autosuficiente para llevar a cabo su servicio en el mundo. Esto la confronta con el sistema económico vigente, respecto del cual debe tomar una distancia crítica mediante un testimonio que manifieste la nueva vida en Cristo y, al mismo tiempo, la superación de la desigualdad.

·      ELABOREMOS UNA VERSIÓN PERSONAL DEL TEXTO PARA NUESTRA SITUACIÓN / REESCRIBIRLO PARA EL PRESENTE

Por bloques:

a) v.8a: El poder de Dios hace abundar la gracia (generosidad, justicia).

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b) v. 8b: Tener lo necesario / Hacer algo en favor de otros.

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c) v. 9: Retrato de la persona generosa (Salmo 112.9).

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d) v. 10a: Dios provee todas las cosas.

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e) v. 10b: El Señor aumenta los recursos y produce justicia.

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f) v. 11a: La riqueza (digna y legítima) viene de Dios.

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g) v. 11b: La manifestación material de Dios produce acción de gracias.

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Reflexión bíblico-doctrinal
·    Este lenguaje está muy lejos de una teología de la afluencia capitalista y consumista; habla sólo de “tener lo suficiente”, que es lo que Dios quiere para todos sus hijos e hijas.
·    Para los corintios, significaba tener suficiente para vivir con dignidad y también contribuir para los pobres de Jerusalén, lo que describe como “justicia”. No dice nada de una situación económica holgada ni de una vida de abundancia de bienes materiales.
·    Los predicadores de la prosperidad gustan hablar de “la ley de siembra y cosecha”, en el sentido moderno de una ley de causa y efecto.
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EL CAMINAR DEL DISCÍPULO
DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS
Dietrich Bonhoeffer

Si la gracia es el resultado, dado por el mismo Cristo, de la vida cristiana, entonces esta vida no está dispensada del seguimiento en ningún instante. Si, por el contrario, la gracia es el presupuesto básico de mi vida cristiana, poseo de antemano la justificación de los pecados que cometo durante mi vida en este mundo. Puedo seguir pecando, confiado en esta gracia, puesto que el mundo, en principio, está justificado por gracia.
Consiguientemente, me mantengo como antes en mi existencia cívico-mundana, las cosas siguen como antes y puedo estar seguro de que la gracia de Dios me cubre. Bajo esta gracia, el mundo entero se ha hecho “cristiano”, pero bajo esta gracia el cristianismo se ha hecho mundo de una forma mucho más acentuada que antes. El conflicto entre la vida cristiana y la vida cívico-mundana queda eliminado.
Según esto, la vida cristiana consiste en que yo viva en el mundo y como el mundo, en que no me distinga de él en nada; por amor a la gracia, no me está permitido distinguirme de él ni siquiera en lo más mínimo.
La vida cristiana consiste en que yo pase, en un momento determinado, de la esfera del mundo a la de la Iglesia, para asegurarme el perdón de mis pecados. Estoy dispensado del seguimiento de Jesús por la gracia barata, que debe ser el enemigo más encarnizado del seguimiento, que debe odiar y despreciar el verdadero seguimiento. La gracia como presupuesto es la gracia barata; la gracia como resultado es la gracia cara.

Actividades y avisos


OREMOS POR EL CURSO DE VERANO QUE SE LLEVARÁ A CABO ESTA SEMANA

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 31 de julio, 19 hrs.
Modera: D.I. electo Mauricio Magallanes

Llamamiento: Salmo 119.145-152
Oración de ofrecimiento
Himno: “Recibí salvación” (285)
Círculo de oración (Curso de verano)
Lectura bíblica: Ezequiel 47.1-12; 48.8-20
Tema: El río que salía del templo / Conclusiones
Himno: “Mi mano ten, Señor” (98)
Ofertorio
Bendición pastoral

EL TORRENTE DEL TEMPLO
Julio Lamelas Míguez

Con Ez 47.1-12 volvemos al tema de la Torá. Continúa la larga visión de los caps. 40-43 y se habla del agua que sale del templo y se convierte en torrente impetuoso que sana y da vida a las zonas más áridas y más aisladas de la tierra santa. Uno de los fundamentos de la riqueza de Babilonia era el río Éufrates, muy conocido por Ezequiel.
El profeta se sirve de la imagen del agua, y contempla a Sión toda ella recreada por los brazos de un río abundante (véase Sal 46.5) y ve cómo del templo mana una fuente de agua que corre impetuosa desde los cimientos de ese lugar en el que Dios habita y donde se celebra su culto. Ya no es aquel apacible fontanar de Siloé que corría hace tiempo del flanco de la sagrada colina (Is 8.6-8) y que rudimentarios acueductos canalizaban fácilmente; es una oleada inmensa que todo lo vivifica de modo que incluso la tierra más seca se convierte en productiva. Así sucede con la zona más muerta de la tierra, el mar Muerto, en el que actualmente la vida de los peces es imposible, y al que están ligados los recuerdos de los antiguos pecados y castigos del pueblo (Sodoma, Gn 19).
El caudal de esta agua supera al de aquella otra agua, ya superabundante, que manaba de la roca del Éxodo (Ex 17.1-7); es tanto como el caudal del jardín del Edén (Gn 2.10-14) que hace germinar árboles de frutos maravillosos que comunican y devuelven la vida (Gn 2.8s; Ap 21.6; 22, ls). "Agua viva" (véase Jr 2,13; 17,13), agua regalada por el Señor (Sal 65.10), presencia vivificadora de Dios, como antes lo había sido a través del viento (Ez 37). Viento y agua como principios de una nueva creación, de una nueva vida. Se comunica a los animales, haciendo que el mar Muerto pulule de seres vivos; se comunica al hombre en forma de alimento y medicina, y se comunica a las plantas produciendo un parque maravilloso. El Nuevo Testamento recogerá este gran símbolo aplicándolo a Cristo (Jn 7.38) y a la vida celeste (Ap 22.1-2).
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

AGOSTO, MES DE LA BIBLIA

3-5 Agosto – Curso de Verano
5 – Santa Cena / Reunión de Consistorio
12 – Culto de Evangelización
19 – Aniversario del Coro

Unirse a la proclamación del Evangelio transformador, L. Cervantes-O.



29 de julio, 2018

Dios les ha cambiado su modo de vivir. Es como si ustedes hubieran vuelto a nacer, no de padres humanos, que finalmente mueren, sino gracias al mensaje de Dios. Y es que ese mensaje da vida y nada puede destruirlo. […] Y esa Palabra es la buena noticia que el Señor Jesucristo les ha enseñado.
I Pedro 1.23, 25b, Traducción en Lenguaje Actual

En el inicio mismo de su primera epístola, el apóstol Pedro habla acerca de la grandeza y la importancia del mensaje transformador del Evangelio. Manifiesta, con ello, la forma en que pudo profundizar en las enseñanzas de su maestro, el Señor Jesucristo, y de cómo consiguió comprender, para contribuir a la expansión del nuevo pueblo de Dios, los alcances de un mensaje tan renovador de la vida humana. Paso a paso, su reflexión marca la pauta de la acción de Dios en Cristo para modificar el rumbo de la vida de las personas: “La seguridad del bien prometido hace que el cristiano viva el tiempo de la espera como tiempo ya de salvación y, por tanto, tiempo de alegría, de ‘sentirse uno ya como en la gloria’. Y esto no sólo a pesar de los sufrimientos presentes, sino justamente a causa de ellos” (Biblia de Nuestro Pueblo). Si antes, los creyentes hacían lo malo ante los ojos de Dios, ahora la Buena Noticia transformó sus vidas radicalmente (1.14). Apartados de su orientación hacia el mal por la elección de Dios, muestran una rotunda diferencia en el mundo por causa de ese “Dios diferente” (1.15-16), santo, que produce santidad (1.17).

La honra que le dan a Dios los seguidores/as de Jesús (1.17b) revela el impacto de la salvación en sus vidas. El modo de vida anterior está siendo superado paulatinamente a fin de instalar las bondades de la redención obrada por Jesucristo mediante un precio que sobrepasa cualquier tesoro material, pues se obtuvo gracias a su valiosa sangre (1.18b-19). Por ello: “Hay que tomarse la vida cristiana en serio, como seria fue la prueba del amor que nos trajo la salvación”. El sacrificio voluntario del Cordero divino (1.19b) estaba predeterminado desde la eternidad, desde los insondables designios de Dios, aunque su aparición presente en “los últimos tiempos” es lo que da la esperanza total (20b). Los extraordinarios logros de esa obra salvadora, comenzando por la resurrección de Jesús y su lugar de preeminencia en el Reino divino (21a) son la prueba de la magnificencia del mensaje traído por Él, quien es la garantía de las bendiciones venideras (21b).

Quienes han obedecido el verdadero mensaje de Dios han sido limpios ya de todo pecado y han obtenido la capacidad de reencontrarse con los demás seres humanos como hermanos (22a). así, el apóstol retoma la exhortación directa del Señor acerca del amor, con palabras similares a las referidas al amor que se debe a Dios mismo (22b). A continuación, se encuentra el núcleo fundamental de la enseñanza cristiana: “Dios les ha cambiado su modo de vivir” (23a). La transformación ha sido radical y ha ido hasta lo más profundo de la existencia, con todos sus conflictos y contradicciones: “Es como si ustedes hubieran vuelto a nacer, no de padres humanos, que finalmente mueren, sino gracias al mensaje de Dios” (23b). La novedad de vida es total, absoluta y efectiva, es un nuevo inicio existencial, un giro completo a lo experimentado anteriormente. La vida misma es vista de otra manera: “Y es que ese mensaje da vida y nada puede destruirlo” (23c). la eficacia regeneradora de la Palabra divina es completa, pues ella “purifica las conciencias abriéndolas a la verdad” y “da nueva vida al que la escucha y obedece, construyendo así la comunidad”. A lo efímero de la vida humana (24) se le opone la eternidad de la Palabra, su permanente capacidad de transformación: “Y esa Palabra es la buena noticia que el Señor Jesucristo les ha enseñado.

La iglesia de hoy y siempre, cada uno de sus integrantes, puede y debe sumarse a la tarea sublime de la proclamación de este Evangelio transformador a fin de que la obra de Dios sea visible.

I Pedro 1.14-25, TLA

14 Ustedes, antes de que conocieran la buena noticia acerca de Jesucristo, hacían todo lo malo que querían. Pero ahora deben obedecer a Dios en todo, como buenos hijos. 15-16 Así que no hagan lo malo, sino manténganse apartados del mal, porque Dios los eligió para ser su pueblo. En la Biblia, Dios nos dice: "Yo soy un Dios diferente a los demás, por eso ustedes deben ser diferentes a las demás naciones".
17 Dios es un juez que no tiene favoritos, y será él quien decida si merecemos ser castigados o premiados, según lo que cada uno de nosotros haya hecho. Así que, si ustedes dicen que Dios es su Padre, deben honrarlo en este mundo todos los días de su vida. 18 Porque Dios los libró de ese modo de vida, que es poco provechoso, y que ustedes aprendieron de sus antepasados. Y bien saben ustedes que, para liberarlos, Dios no pagó con oro y plata, que son cosas que no duran;19 al contrario, pagó con la sangre preciosa de Cristo. Cuando Cristo murió en la cruz, fue ofrecido como sacrificio, como un cordero sin ningún defecto. 20 Esto es algo que Dios había decidido hacer desde antes de crear el mundo, y Cristo apareció en estos últimos tiempos para bien de ustedes. 21 Por medio de Cristo, ustedes creen en Dios, quien lo resucitó y le dio un lugar de honor en su reino. Por eso ustedes han puesto su confianza en Dios, y están seguros de que él les dará todo lo que les ha prometido.
22 Ahora ustedes obedecen el verdadero mensaje de Dios, y Dios los ha limpiado de todo pecado para que se amen unos a otros sinceramente, como hermanos. Así que, ámense mucho unos a otros, con todo su corazón y con todas sus fuerzas. 23 Dios les ha cambiado su modo de vivir. Es como si ustedes hubieran vuelto a nacer, no de padres humanos, que finalmente mueren, sino gracias al mensaje de Dios. Y es que ese mensaje da vida y nada puede destruirlo. 24 Pues la Biblia dice:
Todo ser humano es como la hierba;
y su grandeza es como las flores:
la hierba se seca,
y las flores se caen,
25 
pero la palabra del Señor
permanece para siempre.
Y esa Palabra es la buena noticia que el Señor Jesucristo les ha enseñado.

domingo, 22 de julio de 2018

Letra 578, 22 de julio de 2018


LAS DISCÍPULAS DE JESÚS (VI)
Ana María Tepedino

El “ángel” declara que el sepulcro está vacío. Las mujeres sirven para constatar que en ese sepulcro había sido enterrado Jesús crucificado. Como vimos, los cuatro evangelios hacen hincapié en la presencia de las mujeres en cuanto testigos de la muerte de Jesús y del lugar en el que fue enterrado. De este modo, ellas proporcionan el vínculo indispensable entre el que había sido enterrado y que ahora ha resucitado.
Ellas establecen que aquél a quien verán (ópsesthe) en Galilea (cf. Mc 16.7) el Hijo del Hombre que será visto (ópsotai) bajando de las nubes con gran poder y majestad (cf. Mc 13.26), es el mismo a quien seguían y servían en Galilea, a quien vieron (theoroúsai) muriendo en la cruz (cf. Mc 15.40) y a quien vieron (etheoroún) depositado en la tumba.
Una vez más, observamos el énfasis puesto en el ver, que califica a las mujeres como testigos autorizados, como discípulas que, desde el principio, habían participado en la misión de Jesús, presenciaron su muerte y darían testimonio de su Resurrección.
De seguidoras en la misión y testigos de su muerte, pasan a ser mensajeras de la Buena Nueva (¡Jesús está vivo!).
¿Por qué fueron las mujeres las primeras que tuvieron noticia de la Resurrección? Este hecho las confirma como discípulas y les confiere una gran dignidad. Más adelante, surge un argumento para devaluarlas: las mujeres estaban allí porque eran las encargadas de los muertos. ¿Acaso basta esta afirmación para devaluar lo que hicieron?
Parece que no. Por la experiencia que Elisabeth Schüssler Fiorenza llama “extático-visionaria”, las mujeres que permanecieron en Jerusalén llegaron a la convicción de que Dios había confirmado el valor de la vida, de la misión y de la muerte de Jesús. Entonces recibieron el poder para continuar el movimiento y el trabajo de Jesús, el Señor resucitado.
Nuestra autora, que además de exegeta y teóloga es historiadora, elabora una reconstrucción históricamente plausible de los acontecimientos después de la muerte y resurrección de Jesús, a saber: las mujeres galileas fueron las primeras que articularon su experiencia de la poderosa bondad de Dios, que no dejó a Jesús crucificado en el sepulcro, sino que lo levantó de entre los muertos. Para reorganizar el movimiento, procuraron reunir a los discípulos que, probablemente después del prendimiento de Jesús habían huido de Jerusalén y regresado a Galilea; los amigos de Jesús que vivían en Jerusalén o sus alrededores; las mujeres discípulas, como María y Marta de Betania, las mujeres que ungieron a Jesús, la madre de Juan Marcos, que tenía una casa en Jerusalén, María la madre de Jesús, así como algunos discípulos como Lázaro, Nicodemo o el discípulo amado. Algunas de estas mujeres volverían luego a Galilea, su tierra natal. Y Schüssler Fiorenza concluye diciendo que paras las mujeres discípulas debió ser más fácil moverse sin que se dieran cuenta las autoridades.
Al tratar de reunir a todas estas personas, “ellas pudieron continuar el movimiento y la obra de Jesús”.
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EL CAMINAR DEL DISCÍPULO
DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS
LA GRACIA CARA
Dietrich Bonhoeffer

Resultado de imagen para bonhoefferPara Lutero, la vocación secular del cristiano sólo se justifica por el hecho de que en ella se manifiesta de la forma más aguda la protesta contra el mundo. Sólo en la medida en que la vocación secular del cristiano se ejerce en el seguimiento de Jesús recibe, a partir del Evangelio, una justificación nueva. No fue la justificación del pecado, sino la del pecador, la que condujo a Lutero a salir del convento. La gracia cara fue la que se concedió a Lutero.
Era gracia, porque era como agua sobre una tierra árida, porque consolaba en la angustia, porque liberaba a los hombres de la esclavitud a los caminos que ellos habían elegido, porque era el perdón de todos los pecados.
Era gracia cara porque no dispensaba del trabajo; al contrario, hacía mucho más obligatoria la llamada a seguir a Jesús. Pero precisamente porque era cara era gracia, y precisamente porque era gracia era cara. Este fue el secreto del evangelio de la Reforma, el secreto de la justificación del pecador.
Sin embargo, en la historia de la Reforma, quien obtuvo la victoria no fue la idea luterana de la gracia pura, costosa, sino el instinto religioso del hombre, siempre despierto para descubrir el lugar donde puede adquirirse la gracia al precio más barato. Sólo hacía falta un leve desplazamiento del acento, apenas perceptible, para que el trabajo más peligroso y pernicioso se hubiese realizado.
Lutero había enseñado que el hombre, incluso en sus obras y caminos más piadosos, no podría subsistir delante de Dios porque, en el fondo, se busca siempre a sí mismo. Y, en medio de esta preocupación, había captado en la fe la gracia del perdón libre e incondicional de todos los pecados.
Lutero sabía que esta gracia le había costado toda una vida y que seguía exigiendo su precio diariamente. Porque, por la gracia, no se sentía dispensado del seguimiento, sino que, al contrario, se veía obligado a él ahora más que nunca. Cuando Lutero hablaba de la gracia pensaba siempre, al mismo tiempo, en su propia vida, que sólo por la gracia había sido sometida a la obediencia total a Cristo. No podía hablar de la gracia más que de esta forma.
Lutero había dicho que la gracia actúa sola; sus discípulos lo repitieron literalmente, con la única diferencia de que se olvidaron pronto de pensar y decir lo que Lutero siempre había considerado como algo natural: el seguimiento, del que no necesitaba hablar porque se expresaba como un hombre al que la gracia había conducido al seguimiento más estricto de Jesús.
La doctrina de los discípulos dependía, pues, de la doctrina de Lutero y, sin embargo, esta doctrina fue el fin, el aniquilamiento de la Reforma en cuanto revelación de la gracia cara de Dios sobre la tierra. La justificación del pecador en el mundo se transformó en justificación del pecado y del mundo. La gracia cara se volvió gracia barata, sin seguimiento.
Cuando Lutero decía que nuestras obras son vanas incluso en la mejor vida y que, por consiguiente, nada tiene valor delante de Dios «a no ser la gracia y la misericordia para perdonar los pecados», lo decía como hombre que, hasta este momento y en este momento preciso, se sabía llamado siempre de nuevo al seguimiento de Jesús, al abandono de todo lo que tenía.
El conocimiento de la gracia supuso para él la ruptura última y radical con el pecado de su vida, pero nunca su justificación. Significó, cuando él captó la gracia, la renuncia radical y última a una vida según su propia voluntad, con lo que se mostró verdaderamente como una llamada seria al seguimiento. Esto fue para él un “resultado”, pero un resultado divino, no humano. Sin embargo, sus sucesores convirtieron este resultado en el presupuesto básico de un cálculo. Y aquí está el fallo.
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MÁXIMO GARCÍA RUIZ PUBLICA 25 ENIGMAS DE LA BIBLIA
Actualidad Evangélica, 16 de julio de 2018

20180716 2El conjunto de libros que forman la Biblia nos introduce en lo más destacado de la historia, de la literatura y de la cultura hebrea y es, por otra parte, el fundamento teológico de la religión cristiana.
Su lectura nos abre los arcanos de un pueblo cuya fortaleza ha consistido y consiste en sentirse pueblo elegido, protegido y conducido por Dios; un Dios interpretado por ese pueblo de forma endógena y exclusiva que, finalmente, por la intervención en la historia de Jesús, el Cristo, hijo y palabra encarnada de Dios, es proyectado mesiánicamente para alcanzar una nueva dimensión y dar paso a la creación de un pueblo sin fronteras, con una misión que identifica y da sentido a la Iglesia cristiana universal. […]
Por ese motivo, en tiempos de gran confusión teológica como los que nos toca vivir, en los que surgen con profusión “profetas” y “apóstoles” de muy diversos credos, que se presentan como intérpretes de Dios en base a una lectura subjetiva de la Biblia, reivindicamos una teología cristocéntrica, que se apoye en dos axiomas esenciales: 1) Un Dios inmaterial creador de la materia en todas sus manifestaciones; y 2) Jesucristo como Palabra de Dios encarnada.
Este convencimiento nos lleva a defender la necesidad de aproximarnos a la Biblia mediante una relectura capaz de extraer de ella la enseñanza que encierra, para lo cual es preciso separar el grano de la paja, es decir, hay que saber priorizar unos textos con respecto a otros, aprendiendo a identificar los mitos y leyendas con los que frecuentemente se arropan determinados mensajes, dándoles un tratamiento diferente al que se da al contenido básico de la revelación divina.
Y éste es el propósito del libro que acabamos de publicar, compuesto por 25 historias bíblicas que sometemos a una reflexión serena, sirviéndonos de la enseñanza que nos brindan tanto las ciencias naturales como las sociales, sin perder de vista las ciencias bíblicas y, por otra parte, sin desviarnos en ningún momento del magnetismo que supone saber que nos encontramos ante un libro, la Biblia, que al menos un tercio de la población mundial, afirma que pone al ser humano en comunicación con Dios. […]
Para cumplir el objetivo señalado anteriormente, es necesario redescubrir la Palabra, lo que es equivalente a decir que hay que aprender a leer la Biblia, a cuyos efectos nos remitimos a otro de nuestro libro recientemente publicado Redescubrir la Palabra. Cómo leer la Biblia en el que ofrecemos algunas claves hermenéuticas que pueden ayudar al lector interesado a lograr ese objetivo. Lo que pretendemos con ambos ensayos es ofrecer un homenaje a la Palabra de Dios, liberándola de quienes, consciente o inconscientemente, la han secuestrado y se han erigido en administradores de su enseñanza y contenido. Y lo hacemos desde el convencimiento de que la teología, el teólogo, a fin de cuentas, es como un minero que pica la roca en busca de oro, sabiendo que esos trozos de metal precioso van a aparecer envueltos en ganga inservible, por lo que hay que someterlos a un proceso de limpieza y depuración antes de que aparezcan, luminosos y atractivos, convertidos en refulgentes joyas, expuestas en los escaparates de una lujosa orfebrería. Dicho con otras palaras, la misión del teólogo es ofrecer una respuesta razonada, honesta y libre de prejuicios a las grandes incógnitas que plantea la teología, es decir, la reflexión en torno a Dios, en un lenguaje común y accesible.

Actividades y avisos


OREMOS POR TODAS LAS ACTIVIDADES DE ESTE MES Y POR LOS ENFERMOS DE LA IGLESIA

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 24 de julio, 19 hrs.
Modera: Hna. Ruth Carrillo A.

Llamamiento: Salmo 119.137-144
Oración de ofrecimiento
Himno: “Del santo amor de Cristo” (150)
Círculo de oración (Próximo gobierno)
Lectura bíblica: Ezequiel 46.1-15
Tema: Ofrendas del gobernador y del pueblo
Himno: “Hay momentos” (394)
Ofertorio
Bendición pastoral 

DEBERES DEL PRÍNCIPE CON RESPECTO AL CULTO
Julio Lamelas Míguez

E
n este pasaje el profeta comienza explicando los deberes y obligaciones de los príncipes y les amonesta a que dejen la rapiña y la violencia y practiquen la justicia y el derecho (Ez 45.9). Después de una premisa sobre las medidas y las pesas, en la que se repite, precisa y amplía lo que dice Lv 19.35-36, se establece la entidad del tributo que el pueblo debe dar al príncipe (Ez 45.13-17), el cual a su vez proveerá la materia de los sacrificios que se harán en las fiestas de la Pascua (Ez 45.18-24), comprendidos los sacrificios de los días preparatorios y sucesivos de los Ácimos, fiesta de siete días, y en la de las Tiendas o Tabernáculos, el día quince del mes séptimo (Ez 45.25; véase Ez 46.4) o fiesta de la recolección, que el Deuteronomio llama "Sukkot" {véase Ex 23.16; 34.22; Dt 16.13). Y también para los sacrificios que deben hacerse los sábados (Ez 46.1-5).

Los sacrificios de los sábados (Ez 46.4) y novilunios (Ez 46.6), no eran por el pecado ni expiatorios, sino holocaustos. En sábado se abría la puerta oriental del atrio interior del templo, cerrada durante los seis días laborables; permanecía abierta hasta la tarde y el pueblo venía a postrarse sobre el umbral (Ez 46.3). El príncipe, a su vez, debía ofrecer el sacrificio prescrito con todos sus aditamentos (Ez 46.4-7). El príncipe estaba autorizado para entrar en el santuario y salir de él por la misma puerta (Ez 46.8); el pueblo, en cambio, debía en las solemnidades utilizar dos puertas opuestas, siguiendo el recorrido previsto en una especie de procesión que habría de ser lo más ordenada posible (Ez 46.9).

En relación con las fiestas de segundo orden, el rito sacrificial es el mismo que para los novilunios (Ez 46.11). Pero para las dos grandes fiestas, Pascua y Tiendas, las diferencias son notables como puede verse en el texto (Ez 45.21-25). En ellas se da una gran insistencia en los sacrificios expiatorios. Se insiste también en el holocausto diario al Señor de un cordero de un año; debía ofrecerse cada mañana según el ritual prescrito (Ez 46.13-15) y perduró hasta el año 70 d. C.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

29 - Taller bíblico-doctrinal: Profundización en II Corintios 8-9

3-5 Agosto - Curso de Verano

Compartir un mensaje que infunda esperanza, Rev. Valdir Xavier de França

22 de julio de 2018

1 Pedro 1.1-12, TLA

Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha hecho nacer de nuevo, y nos ha dado una vida con esperanza. Esto lo ha hecho Dios por su gran amor hacia nosotros y por el poder que mostró cuando resucitó a Jesucristo de entre los muertos y de que nos dará todo lo que nos ha prometido y que tiene guardado en el cielo. Lo que nos ha prometido no puede destruirse ni mancharse, ni marchitarse.Ustedes confían en Dios, y por eso él los protege con su poder, para que puedan ser salvados tal y como está planeado para los últimos tiempos.
Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense! La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada.
Ustedes, aunque nunca han visto a Jesucristo, lo aman y creen en él, y tienen una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras. Ustedes viven alegres porque ya saben que Dios los salvará, y por eso confían en él.
10 Los profetas estudiaron con cuidado todo acerca de esta salvación, y hablaron de lo que Dios, por su amor, les daría a ustedes. 11 Antes de que Cristo viniera al mundo, su Espíritu les enseñaba a los profetas lo que él debería sufrir aquí en la tierra, y también les enseñaba todo lo hermoso que sucedería después. Y los profetas intentaban descubrir quién sería el Mesías, y cuándo vendría al mundo. 12 Pero Dios les hizo entender que lo que ellos anunciaban no era para ellos mismos, sino para ustedes. Ése es el mensaje que les dieron a ustedes quienes les comunicaron la buena noticia. Y lo hicieron con el poder del Espíritu Santo, que fue enviado del cielo. ¡Esto es algo que los ángeles mismos hubieran querido ver!

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...