LAS DISCÍPULAS DE JESÚS (VII)
Ana María Tepedino
Pero ¿por
qué fueron escogidas estas mujeres para tal misión? Dice González Faus que “en la antigüedad, la
mujer estaba descalificada como testigo. Presentar a una mujer como testigo de
un hecho era carecer de testigos. Y los evangelios sólo presentan como testigos
del sepulcro vacío a mujeres. Parece evidente que una narración que hubiese
sido compuesta totalmente con fines apologéticos no había caído en un desliz
tan grosero y contraproducente, sobre todo teniendo en cuenta las diferencias
existentes respecto a los nombres de las mujeres. Magdalena es la única común a
los cuatro evangelios”.
Pero, continúa,
“aunque cambien los otros nombres, siempre se trata de un grupo de mujeres
(Juan, que parece hablar sólo de Magdalena, pone inmediatamente en sus labios
un plural: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han
puesto”, Jn 20,2)”. Más aún, en los mismos evangelios se nota muy bien la
tremenda incomodidad que les produce el hecho de presentar como únicas testigos
a mujeres, y de ahí los desesperados esfuerzos para suavizar el dato: al ángel
se le llama “un hombre”, cosa bastante rara, y en los evangelistas posteriores
se narra ya la marcha de algunos apóstoles hacia el sepulcro con la idea de suplir
la falta de autoridad del testimonio de las mujeres. En Lc aparece con claridad
esta dificultad: “…se negaban a creerles. Pedro, sin embargo, se levantó y fue
corriendo al sepulcro” (24.11-12)”. Pero esos esfuerzos, continúa González
Faus, “no hacen sino subrayar esa terrible incomodidad, tan diferente de lo que
habría imaginado una mentalidad apologética: el dato del sepulcro vacío estaba
allí y se expone a pesar de algunos testimonios sin valor”.
Para reforzar su
argumento, agrega como curiosidad, con el fin de dar una idea más precisa de la
dificultad de presentar a una mujer como testigo: “Les presento el fragmento de
un apócrifo que, ciertamente, carece de valor histórico, pero tiene el valor de
reflejar una mentalidad. El llamado apócrifo de María Magdalena, del que sólo
se conserva un pequeño papiro (griego y copto)”. María Magdalena está
explicando a los apóstoles algo que el Señor le dijo y cuyo texto prácticamente
no se conserva. Pero sus palabras provocan, en el fragmento que conservamos, la
siguiente reacción de Pedro, que se dirige a los otros apóstoles y les dice,
ultrajado en su honra machista: «¿Qué les parece, hermanos? ¿Acaso el Señor,
preguntado sobre estas cuestiones, hablaría a una mujer de forma oculta y en
secreto, para que todos la escuchásemos? ¿La presentaría quizá como más digna
que nosotros?”.
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Taller congregacional
EL EVANGELIO Y LOS BIENES MATERIALES:
EL MODELO CRISTOLÓGICO EN II CORINTIOS 8 y 9 (2ª parte)
Juan Stam
https://issuu.com/igl-ammi-shadday/docs/stam-elevangelio-y-la-riqueza
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo
suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: “Repartió,
dio a los pobres; / su justicia permanece para siempre” [Sal 112.9]. 10 Y el que da
semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que
estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de
nosotros acción de gracias a Dios.
II Corintios
9.8-11, RVR 1960
8 Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten.
Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para
compartir con otros. 9 Como dicen las Escrituras: “Comparten con
libertad y dan con generosidad a los pobres. / Sus buenas acciones serán
recordadas para siempre”. 10 Pues es Dios quien provee la semilla al
agricultor y luego el pan para comer. De la misma manera, él proveerá y
aumentará los recursos de ustedes y luego producirá una gran cosecha de
generosidad [en griego, “justicia”] en ustedes. 11 Efectivamente,
serán enriquecidos en todo sentido para que siempre puedan ser generosos; y
cuando llevemos sus ofrendas a los que las necesitan, ellos darán gracias a
Dios.
II Corintios
9.8-11, Nueva Traducción Viviente
8 Dios puede darles muchas cosas, a fin de que tengan todo
lo necesario, y aun les sobre. Así podrán hacer algo en favor de otros. 9
Como dice la Biblia, refiriéndose al que es generoso: “Siempre que ayuda a los
pobres, / lo hace con generosidad;/ y en todo sale triunfante”. 10 Dios
da la semilla que se siembra y el pan que nos alimenta, así que también les
dará a ustedes todo lo necesario, y hará que tengan cada vez más, para que
puedan ayudar a otros. 11 Los hará ricos, para que puedan dar mucho.
Así, serán más los que den gracias a Dios por el dinero que ustedes van a
reunir y que nosotros vamos a llevar.
II Corintios
9.8-11, Traducción en Lenguaje Actual
·
JUSTIFICACIÓN
La iglesia como comunidad y movimiento
depende completamente de la acción de Jesús y de su Espíritu. Mientras que,
como institución, debe hacer acopio de algunos bienes materiales para su
organización y la realización de su misión en el mundo.
·
MÉTODO
El análisis marca distancia entre la
llamada teología de la prosperidad y
el mensaje de Pablo en relación con la
riqueza. Se analiza el contexto, la ofrenda que los Corintios
deben enviar a los pobres de Jerusalén, e interpreta dicho texto a la luz de
las Escrituras: Profetas, Salmos, Levítico.
·
CONTEXTO ACTUAL
La iglesia tiene que ser siempre autosuficiente
para llevar a cabo su servicio en el mundo. Esto la confronta con el sistema
económico vigente, respecto del cual debe tomar una distancia crítica mediante
un testimonio que manifieste la nueva vida en Cristo y, al mismo tiempo, la
superación de la desigualdad.
·
ELABOREMOS UNA VERSIÓN PERSONAL
DEL TEXTO PARA NUESTRA SITUACIÓN / REESCRIBIRLO PARA EL PRESENTE
Por bloques:
a)
v.8a: El poder de Dios hace abundar la gracia (generosidad,
justicia).
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b)
v. 8b: Tener lo necesario / Hacer algo
en favor de otros.
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c)
v. 9: Retrato de la persona generosa (Salmo 112.9).
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d)
v. 10a: Dios provee todas las cosas.
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e)
v. 10b: El Señor aumenta los recursos y produce justicia.
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f)
v. 11a: La riqueza (digna y legítima) viene de Dios.
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g)
v. 11b: La manifestación material de
Dios produce acción de gracias.
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Reflexión bíblico-doctrinal
· Este lenguaje está muy lejos de una teología de la
afluencia capitalista y consumista; habla sólo de “tener lo suficiente”, que es
lo que Dios quiere para todos sus hijos e hijas.
· Para los corintios, significaba tener suficiente para
vivir con dignidad y también contribuir para los pobres de Jerusalén, lo que
describe como “justicia”. No dice nada de una situación económica holgada ni de
una vida de abundancia de bienes materiales.
· Los predicadores de la prosperidad gustan hablar de “la
ley de siembra y cosecha”, en el sentido moderno de una ley de causa y efecto.
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EL CAMINAR DEL DISCÍPULO
DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS
Dietrich Bonhoeffer
Si la gracia
es el resultado, dado por el
mismo Cristo, de la vida cristiana, entonces esta vida no está dispensada del
seguimiento en ningún instante. Si, por el contrario, la gracia es el presupuesto
básico de mi vida cristiana, poseo de antemano la justificación de los pecados
que cometo durante mi vida en este mundo. Puedo seguir pecando, confiado en
esta gracia, puesto que el mundo, en principio, está justificado por gracia.
Consiguientemente,
me mantengo como antes en mi existencia cívico-mundana, las cosas siguen como
antes y puedo estar seguro de que la gracia de Dios me cubre. Bajo esta gracia,
el mundo entero se ha hecho “cristiano”, pero bajo esta gracia el cristianismo
se ha hecho mundo de una forma mucho más acentuada que antes. El conflicto
entre la vida cristiana y la vida cívico-mundana queda eliminado.
Según esto, la
vida cristiana consiste en que yo viva en el mundo y como el mundo, en que no
me distinga de él en nada; por amor a la gracia, no me está permitido
distinguirme de él ni siquiera en lo más mínimo.
La vida
cristiana consiste en que yo pase, en un momento determinado, de la esfera del
mundo a la de la Iglesia, para asegurarme el perdón de mis pecados. Estoy
dispensado del seguimiento de Jesús por la gracia barata, que debe ser el
enemigo más encarnizado del seguimiento, que debe odiar y despreciar el
verdadero seguimiento. La gracia como presupuesto es la gracia barata; la
gracia como resultado es la gracia cara.