domingo, 1 de septiembre de 2019

Nehemías 9.1-12 / Santiago 4.1-10, TLA

El día veinticuatro del mes de Etanim, los israelitas se reunieron para ayunar. Para demostrar que estaban arrepentidos, se pusieron ropas ásperas y se echaron tierra sobre la cabeza. Después de apartarse de todos los extranjeros, se pusieron de pie, confesaron sus pecados y reconocieron la maldad de sus antepasados. Durante tres horas permanecieron en ese mismo lugar, mientras se les leía el libro de la Ley de Dios. Las tres horas siguientes las dedicaron a confesar sus pecados y a adorar a Dios. 4-5 Josué, Binuy, Cadmiel, Sebanías, Binui, Serebías, Baní, Quenaní, Hasabnías, Odías y Petahías, que eran ayudantes de Nehemías y estaban en la plataforma, oraron a Dios en voz alta:
¡Bendito sea nuestro poderoso Dios!

¡Alabémoslo hoy, mañana y siempre!
¡Dios nuestro,
no son suficientes las palabras
para darte la alabanza que mereces!
Luego el pueblo oró así:
Tú eres el único Dios verdadero.

Tú hiciste el cielo y las estrellas,
y lo que está más allá del cielo.
Hiciste la tierra, los mares
y todo lo que hay en ellos.
Tú das vida a todo lo que existe,
y las estrellas del cielo te adoran.
Dios nuestro,

tú elegiste a Abram,
lo sacaste de Ur,
ciudad de los caldeos.
Le cambiaste el nombre
y lo llamaste Abraham.
Podías confiar en él,
y por eso le prometiste
hacer de sus descendientes
los dueños de un gran territorio.
Ese territorio lo ocupaban

los cananeos y los hititas,
los amorreos y los ferezeos,
los jebuseos y los gergeseos.
¡Y tú cumpliste la promesa!
¡En ti se puede confiar!
Nuestros antepasados

sufrieron mucho en Egipto,
pero tú te fijaste en ellos
y escuchaste sus quejas
a orillas del Mar de los Juncos.
10 
Enviaste terribles castigos
al rey de Egipto,
a sus ayudantes
y a todo su pueblo,
porque trataron con crueldad
a nuestros antepasados.
Así te ganaste la fama
que hasta ahora tienes.
11 
Ante nuestros antepasados

dividiste el mar en dos,
para que cruzaran por tierra seca.
Pero a los egipcios
los hundiste en el agua;
¡los hiciste caer como piedras
hasta el fondo del mar!
12 
De día guiaste a tu pueblo
con una columna de nube;
de noche lo dirigiste
con una columna de fuego.
Tú les mostraste el camino
que debían seguir.


*

¿Saben por qué hay guerras y pleitos entre ustedes? ¡Pues porque no saben dominar su egoísmo y su maldad! Son tan envidiosos que quisieran tenerlo todo, y cuando no lo pueden conseguir, son capaces hasta de pelear, matar y promover la guerra. ¡Pero ni así pueden conseguir lo que quieren!
Ustedes no tienen, porque no se lo piden a Dios. Y cuando piden, lo hacen mal, porque lo único que quieren es satisfacer sus malos deseos. Ustedes no aman a Dios, ni lo obedecen. ¿Pero acaso no saben que hacerse amigo del mundo es volverse enemigo de Dios? ¡Pues así es! Si ustedes aman lo malo del mundo, se vuelven enemigos de Dios. ¿Acaso no creen que, como dice la Biblia, «Dios nos ama mucho»? En realidad, Dios nos trata con mucho más amor, como dice la Biblia:
Dios se opone a los orgullosos,

pero brinda su ayuda a los humildes.
Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al diablo, y él huirá de ustedes. Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes.
¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado. Pónganse tristes y lloren de dolor. Dejen de reír y pónganse a llorar, para que Dios vea su arrepentimiento. 10 Sean humildes delante del Señor, y él los premiará.


No hay comentarios:

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...