OREMOS POR TODAS LAS ACTIVIDADES DE ESTE MES
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CULTO DE ORACIÓN Y
ESTUDIO
Martes 5 de mayo, 19 hrs.
Modera:
Hna. Alma Laura Adame H.
Llamamiento: Habacuc
3.15-19
Himno: “En Cristo feliz es
mi alma” (396)
Oración de ofrecimiento
Himno: “Si hay valor y fe” (331)
Momentos de oración
Lectura bíblica: Oseas 12
Tema: “De Egipto llamé a mi hijo…”
Himno: “Tras la tormenta el
arco iris” (329)
Ofertorio
Bendición pastoral
LA EDICIÓN DEL LIBRO DE OSEAS EN
JUDÁ
Jesús M. Asurmendi
Todos los
elementos de su libro hacen de Oseas un profeta del norte. Si se encuentran
igualmente en sus textos numerosas alusiones o menciones explícitas de Judá, es
porque se encargaron de difundirlos por el reino del sur los refugiados de
Israel, deseosos de que los conocieran igualmente los del reino de Judá.
Como indica
claramente su título, el libro fue editado para los lectores de Judá. Por eso,
el título del libro (Os 1.1) hace referencia a los monarcas del sur más bien
que a los del norte, a fin de que fuera mejor comprendido y situado por unos
lectores que ignoraban la situación política del reino de Israel. Al situar el
libro en el marco cronológico de los reyes de Judá, el lector podía orientarse
perfectamente. El título y otros “añadidos” del libro permiten al lector de Judá
“aplicarse” el texto a sí mismo (cf. 4.15; 6.11; 10.11).
El libro fue
difundido en Judá por los refugiados del reino del norte. Aleccionados por la
catástrofe que acababa de conocer su patria, quisieron poner en guardia a sus
vecinos judíos utilizando la predicación de Oseas y, como ya se ha advertido,
componiendo los primeros elementos del libro del Deuteronomio. Estas obras, así
como las que se atribuyen a la escuela deuteronomista, están impregnadas del
deseo de evitar a Judá lo que había ocurrido en Israel, que había permanecido
sordo a la predicación de Oseas. La edición del libro en su conjunto lleva esta
inquietud, pero especialmente Os 4.15 y 6.11. Dicho esto, algunos textos
demuestran que Judá sigue constituyendo todavía una esperanza de salvación
(1.7; 12.1); David incluso aparece como el polo mediador del porvenir, en un
añadido tardío (3.5). Desde luego, no todos los textos del profeta fueron
objeto de una adaptación, como los que condenan a Judá por las mismas razones
que a Israel (Os 5.8-6.6; 8.14).
La relectura
realizada con ocasión de la edición en Judá del libro de Oseas muestra una vez
más hasta qué punto los textos proféticos fueron leídos y transmitidos por los
sucesores de los profetas, con la finalidad de alimentar la fe del pueblo. Esto
demuestra que creían en el valor de su palabra más allá del contexto particular
de su proclamación.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
10 – Día de las madres
17 – Capacitación de oficiales
31 – Taller bíblico: La fe profética según Martin
Buber
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