Jacob Jordaens (1593-1678), Juan el bautista
15 Juan dio
testimonio de él proclamando: “Éste es aquel de quien yo dije: el que viene después de mí es superior a mí
porque existía antes que yo”.
16 En efecto, de su plenitud
todos hemos recibido bendición tras bendición.
17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad
nos vinieron por medio de Jesucristo.
18 A Dios nadie lo vio jamás;
el Hijo único, que es Dios
y vive en íntima unión con el Padre,
nos lo ha dado a conocer.
todos hemos recibido bendición tras bendición.
17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad
nos vinieron por medio de Jesucristo.
18 A Dios nadie lo vio jamás;
el Hijo único, que es Dios
y vive en íntima unión con el Padre,
nos lo ha dado a conocer.
19 Éste es el testimonio de Juan cuando
los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y
levitas a preguntarle quién era. 20
No se negó a declararlo, sino que confesó con franqueza: —Yo no soy el Cristo. 21 —¿Quién eres entonces? —le
preguntaron—. ¿Acaso eres Elías? —No lo soy. —¿Eres el profeta? —No lo soy. 22 —¿Entonces quién eres? ¡Tenemos
que llevar una respuesta a los que nos enviaron! ¿Cómo te ves a ti mismo? 23 —Yo soy la voz del que grita en
el desierto: “Enderecen el camino del Señor” —respondió Juan, con las palabras
del profeta Isaías.
24 Algunos que habían sido enviados por
los fariseos 25 lo
interrogaron: —Pues si no eres el Cristo, ni Elías ni el profeta, ¿por qué
bautizas? 26 —Yo bautizo
con agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen, 27 y
que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la
correa de las sandalias.
28 Todo esto sucedió en Betania, al otro
lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.
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