domingo, 29 de septiembre de 2019

Letra 638, 29 de septiembre de 2019


LA RECONSTRUCCIÓN INTEGRAL DEL PUEBLO DE DIOS
EL PROFETA ZACARÍAS (II)
Samuel Amsler
Los últimos profetas. Ageo, Zacarías, Malaquías y algunos otros
Estella, Verbo Divino, 1996 (Cuadernos bíblicos, 90).

El mensaje
Resultado de imagen para zacarias profeta pinturaLa llamada al arrepentimiento (1,2-6). El libro comienza bastante bruscamente con una invitación a volver al Señor, invitación basada en las lecciones del pasado: las infidelidades de los padres han suscitado la cólera del Señor. Éstos no escucharon a los profetas que los invitaban ya al arrepentimiento. Se trata de un ejemplo que no hay que imitar (v. 4). Es verdad que se trata de un ejemplo sacado ya pasaron (v. 5). Pero el mensaje de los profetas sigue siendo eficaz, ya que los padres terminaron por confesar su culpa (v. 6). Esa misma es la respuesta que se impone hoy.

La noche de las visiones (1.8-6.8). Siguiendo el hilo del relato que hace Zacarías de sus visiones desde 1,8, se observa una simetría muy elaborada:




De este modo, a la visión inicial de los caballos de varios colores que recorrieron la tierra (1.8-13) corresponde la visión final de los carros que también habrán de recorrer toda la tierra (6.1-8);
- las visiones de los cuernos y de los herreros (2.1-4) Y del cordel para medir (2.5-9) forman juntas un doblete que reaparece en las dos visiones del libro (5.1-4) y de la cuba (5.5-11);
- finalmente, en medio de la serie aparece el candelabro en medio de dos olivos (4.1-6a + 10b-14), visión que tiene a su vez un aspecto simétrico. Esta visión capital va introducida con mayor solemnidad que las otras (4.1): es el punto culminante del relato.
Es verdad que, inmediatamente antes de esta visión central, surge otra visión, narrada de una forma distinta. La atención se dirige exclusivamente a la persona del sacerdote Josué (3.1-7). Todo hace pensar que esa visión no formaba parte del relato primitivo, en donde se observa una serie equilibrada de siete visiones.
La visión del sumo sacerdote debió ser puesta secundariamente delante de la visión central, probablemente para adaptar su mensaje a otras nuevas circunstancias.
Dejemos que desfilen ante nuestros ojos las siete visiones primitivas, y luego la visión suplementaria.

Primera visión (18-13)
El jinete y los tres escuadrones a caballo que le siguen están en un lugar misterioso que evoca las profundidades del cielo, por donde acaba de ponerse el sol. Es la hora del crepúsculo, sugerido por los colores oscuros de los caballos. Éstos vuelven de inspeccionar la tierra. Los jinetes refieren que todo está en calma (1,11), algo así como un mar tranquilo (Is 57,20).
¿Se trata de una buena noticia? No exactamente, ya que se esperaba que la crisis política del imperio persa desembocase en la salvación final. Pues bien, Darío acaba de restablecer el orden imperial triunfando de los demás pretendientes a la sucesión de Cambises. Se vienen abajo las esperanzas de un cambio radical.
El actor principal expresa muy bien la impaciencia de los creyentes (v. 12): los setenta años que dura la desgracia se cuentan a partir de la primera deportación, en el 598. Pero sobre todo, como múltiplo de siete, se trata de la cifra simbólica de un periodo que normalmente tendría que acabar. Como en las quejas del Salterio (Sal 74.10; 94.3), la pregunta “¿hasta cuándo?” no pretende imponer un plazo a Dios; le señala por el contrario que la situación actual ya no puede durar mucho; es urgente que se manifieste su piedad.
La visión desemboca en una respuesta “de ánimo y consuelo” por parte de Dios mismo (v. 13). No se expresa su contenido; lo revelarán las visiones siguientes. Detrás de esta primera visión, se le comunican al profeta dos oráculos (w. 14-16 y 17) en favor de Jerusalén.
Pues bien, los relatos de visión que siguen no cuentan con estos desarrollos. Fue probablemente el redactor de la colección el que, no sin cierta habilidad, los introdujo aquí para comentar la respuesta no explícita del v. 13. Volveremos sobre ello.
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LAS GRETA THUNBERG LATINAS QUE LUCHAN CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO (¿Y CONOCES ALGUNA OTRA?)
BBC Mundo, 27 de septiembre de 2019

Resultado de imagen para bbc mundo gretas latinas“¿Cómo se atreven? Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías". El emotivo discurso de este mes de Greta Thunberg ante líderes mundiales en la ONU no solo representa la frustración de la activista sueca de 16 años. También simboliza el desasosiego y la determinación de una generación de jóvenes a nivel global decidida a actuar ante la amenaza del cambio climático. No sólo han surgido líderes de FridaysForFuture, el movimiento de huelgas estudiantiles de los viernes de los viernes, en muchos países, sino que algunos de esos adolescentes ya fundaron adolescentes fundaron ya sus propias organizaciones. En BBC Mundo te invitamos a que nos cuentes quiénes son las y los adolescentes que al igual que Greta Thunberg están generando conciencia climática en tu país.

Alexandria Villaseñor, 14 años
Hace un año Villaseñor, que vive en Nueva York, vio de cerca por primera vez el impacto del cambio climático. La adolescente de origen latino visitaba su ciudad natal, Davis, en California, cuando se disparó el incendio forestal devastador que mató más de 80 personas, destruyó cerca de 14.000 hogares y arrasó con la localidad de Paradise. "Tengo asma y fue una experiencia aterradora. Debía permanecer en casa y si caminaba fuera me ardían los ojos".

Jamie Margolin, 17 años
La madre de Margolin es colombiana y su primera lengua es el español. La adolescente vive en la ciudad de Seattle, en Washington, y cuando tenía 15 años fundó la organización This is Zero Hour, "Es la hora cero". Cuando tenía 14 años, la joven ya trabajó como intérprete y traductora voluntaria del español al inglés en la sede local de la campaña presidencial de Hillary Clinton. Margolin asegura que su activismo comenzó cuando fue testigo de dos eventos que le cambiaron la vida. Uno fue la falta de respuesta efectiva al Huracán María, que devastó Puerto Rico en 2017.

Dominga Espiñeira, 17 años
"El cambio climático se ve en todas partes en mi país, Chile. Yo que vivo en Santiago lo veo en la falta de nieve", señaló la adolescente a BBC Mundo. "Y es impresionante la sequía. Acá en el litoral central los animales se están muriendo, la gente está liberando los animales para que los atropellen en la carretera porque no pueden alimentarlos o darles de beber". "El otro día fuimos a un cerro con mi mamá y vimos vacas que apenas podían sostenerse en pie". "El cambio climático no solo nos afecta a nosotros, también afecta al medio ambiente y a los animales que no tienen ninguna culpa, lo que sucede es solo por nuestra avaricia y egoísmo".

Ariana Palombo, 19 años
”Soy de Uruguay y formo parte del movimiento FridaysForFuture, que llegó a mi país a finales de 2018", relató la joven a BBC Mundo.
"Ahora tenemos marchas hasta de dos mil personas protestando por la falta de políticas ambientales y exigiendo que se declare emergencia climática".
"Estamos en una crisis de la humanidad en la cual nos quedamos sin todo lo que nos da vida, nos quedamos sin tierra, sin especies, sin planeta, sin ecosistemas y la causa somos nada más y nada menos que los seres humanos".
"En nuestro país, como en toda Latinoamérica, las problemáticas principales son por la sobreproducción de los 'commodities', materia prima que se exporta a los países de primer mundo".
"Pero eso debe cambiar, porque no existe economía en un planeta muerto, debemos terminar con la explotación de los territorios más vulnerables para la satisfacción de los países más desarrollados".

Actividades y avisos

PONGAMOS EN ORACIÓN EL TRABAJO Y PROYECCIÓN DE CADA MINISTERIO

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 1 de octubre, 19 hrs.
Modera: Hno. Hugo Jorge Molina
Llamamiento: Salmo 117
Oración de ofrecimiento
Himno: “El mundo es de mi Dios” (67)
Círculo de oración y testimonios
Lectura bíblica: Nehemías 12.1-21
Tema: Sacerdotes y levitas
Himno: “A cada instante te necesito” (360)
Ofertorio
Bendición pastoral

SACERDOTES Y LEVITAS
Samuel Pagán

E
stos versículos presentan una serie de listas de sacerdotes, sumos sacerdotes y levitas que sirvieron a la comunidad judía en diferentes momentos del periodo postexílico. Esas listas o nóminas revelan, una vez más, el interés del autor-cronista por las genealogías, y muestra, además, su preocupación por mantener la pureza de las tradiciones.
Un estudio profundo de estos versículos debe tomar en consideración las peculiaridades estructurales, las diferencias ortográficas y la relación de esta lista con otras listas en la obra cronista. El mismo revela que el material básico para la elaboración de las listas se encuentra en los vv. 12-18, 23a, 24-25.
Este material básico, relacionado con los sacerdotes y los levitas, fue elaborado para presentar una continuidad bisulca desde el periodo de la reconstrucción del templo basta la celebración de la reconstrucción de los muros.
Posteriormente, el autor-cronista afirma, en una forma idealizada, el gozo del pueblo en relación con la labor realizada por los sacerdotes y los levitas (cf. 12.44-47).
Los vv. 1-7 presentan una lista de los sacerdotes que llegaron a Jerusalén con Zorobabel y Josué al finalizar el exilio en Babilonia. En la misma se identifican los sacerdotes por sus nombres de familia. Según el texto de Reina-Valera llegaron 22 sacerdotes.
En los vv. 8-9 se presenta a los levitas que llegaron a Jerusalén junto a los primeros sacerdotes. La lista identifica a 8 familias, y además afirma la importancia cúltica del ministerio que desempeñaban.
Posteriormente, en los vv. 10-11, se-identifica a los 6 sumos sacerdotes que sirvieron en Jerusalén desde la época de Zorobabel (538-522), hasta, posiblemente, el siglo IV a.C. La lista representa un periodo histórico de aproximadamente 200 años.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

RECONSTRUCCIÓN, COMPROMISO Y REFORMA DEL PUEBLO

6 – Santa Cena Universal / Reunión de Consistorio
20 – Conferencia sobre la Biblia
27 Día de la Reforma Protestante

L. Cervantes-O., Recuento histórico final: un presente conflictivo y triste


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29 de septiembre, 2019

Los reyes que ahora nos dominan,
son el castigo por nuestros pecados,
y son ellos quienes disfrutan
de lo mejor de nuestra tierra.
Son nuestros dueños,
y hacen lo que quieren
con todo nuestro ganado.
¡Todo esto nos tiene muy tristes!
Nehemías 9.37, TLA

La parte final de la oración de Nehemías 9 llega a una conclusión bastante predecible, pero no por ello menos verdadera y dramática: al estar sometido el pueblo heredero del antiguo Israel a la hegemonía del momento, la conciencia y la mentalidad de esa comunidad política y de fe no podían más que estar dominadas por el conflicto y la tristeza. A la constatación histórica de un pasado lleno de intervenciones divinas benevolentes, así como de juicios continuos por la desobediencia de l pueblo y de la nación, le sigue un aterrizaje forzoso en el presente que se mostraba, con todo y el apoyo del imperio persa para la reconstrucción, sumamente doloroso y exigente. La profunda necesidad de recuperar la esperanza se presentó como un desafío que sería afrontado por el pueblo y sus dirigentes mediante un nuevo compromiso de fe que intentaría completar el gran esfuerzo de reedificación material y física (templo, ciudad, murallas) y de las instituciones espirituales (templo, sacerdocio, culto, obediencia a la ley antigua) mediante los resultados de este gran esfuerzo de introspección, arrepentimiento y confesión. La energía espiritual invertida en esta plegaria de grandes resonancias históricas, que revisó los aspectos centrales de la alianza de Yahvé con el pueblo, debía conducir a un conjunto de acciones concretas para relanzar la vida del pueblo en todos sus aspectos.

Es por ello que la manera de concluir, que no rompe en absoluto con el espíritu de la oración completa, expone, al mismo tiempo, un perfil de lo que sería el judaísmo a partir de entonces, en medio de nuevas condiciones sociales, políticas, culturales y religiosas. La gran afirmación del v. 32a es una auténtica expresión de fe firme, anclada en las evidencias históricas que se han recordado unas cuantas líneas atrás, pues se celebra enfáticamente la fidelidad de Dios a sus promesas y condiciones: “¡Dios nuestro, qué poderoso eres! / ¡Todos tiemblan ante ti! / Eres un Dios fiel / que siempre cumple sus promesas, / y nunca deja de amarnos”. Así, se deja ver que incluso la aplicación del juicio y castigo sobre el pueblo formó parta de esa dinámica tan peculiar que caracterizó siempre a ese pacto antiguo. La segunda parte del versículo retoma el lenguaje sálmico para mostrar cómo, en todos los niveles de la vida del pueblo el sufrimiento experimentado estaba cumpliendo una función purificadora guiada por los elementos de alianza aludidos, pues nadie ha quedado exento de la profunda purga de la que toda la nación fue objeto: “Mira cuánto han sufrido / nuestros reyes y jefes, / nuestros sacerdotes y profetas, / y también nuestros antepasados” (32b).

La siguiente sección ubica en el año 722, fecha de la caída de Samaria en poder de Asiria, el declive continuo que se vivió hasta llegar a ese instante en el que se percibió la recuperación de la continuidad del gran proyecto divino para el pueblo. Este lamento reconoció la unidad espiritual histórica del pueblo, pues no se hace alusión a la división de la monarquía: “Desde el momento en que caímos / bajo el poder de los reyes de Asiria [alusión a Tiglat-pileser III, Salmanasar V, Sargón II o Senaquerib] / hasta el día de hoy, / tu pueblo no ha dejado de sufrir” (32c). El dramatismo extremo con que están redactadas estas palabras no dejó de situar los tiempos precisos en que la crisis se desató y en las consecuencias que tuvo. “Desde esta perspectiva, la oración se convierte en una intercesión a Dios por el pueblo, y en fuente de esperanza. El Dios ‘grande, fuerte, temible, que guarda el pacto y es misericordioso’ no va a ignorar el sufrimiento del pueblo, y responderá al clamor con un acto de liberación y salvación”.[1] Antes de atisbar algún sendero de esperanza, la plegaria maneja, como una constante, el asidero cronológico (y kairológico) aprendido para que, a partir de allí, sea posible proyectar, plantear o imaginar los episodios futuros de la historia de la salvación. “Al reaplicar las tradiciones del antiguo Israel, los recuentos del pasado pecaminoso fueron colocados para que los habitantes de Yehud y Jerusalén, o al menos los verdaderamente yahvistas entre ellos, estuvieran mentalmente preparados para un nuevo inicio en el marco de una nueva relación”.[2]

Debido a eso, lo que sigue es una profunda reflexión sobre la naturaleza y propósito del castigo divino, justo y aceptable como parte de la disciplina recibida por causa del pecado y la desobediencia (33), la cual también es vista en sus diferentes niveles (34: reyes, jefes, sacerdotes, antepasados), lo que acarreó la angustiosa experiencia vivida por todo el pueblo. Inmediatamente después, hay por fin una alusión explícita al periodo monárquico, entendido como una etapa de orden, organización, fertilidad y riqueza que no bastó para que la nación entera practicara un culto adecuado y abandonase la maldad (35). De allí surge, entonces, un nuevo clamor que remite al de la época de la esclavitud en Egipto y que refleja la enorme contradicción de ese presente tan difícil de aceptar por su dureza en términos geográficos, políticos y espirituales, en marcado contraste con el pasado de bendiciones: “Ahora somos esclavos / en el país que les diste / a nuestros antepasados / para que lo disfrutaran” (36b, énfasis agregado). La tierra de la promesa remota es ahora el escenario de un cautiverio renovado en el que la hegemonía persa es interpretada correctamente como “el castigo por nuestros pecados” (37a) y no ya con la visión tan positiva de los profetas (por ejemplo, Isaías 45.1, en la que Ciro es nada menos que el “ungido de Yahvé”). Los monarcas persas (con quienes había una relación bastante amigable) eran quienes disfrutaban las bondades de esa tierra prometida a los hebreos (37b) y, lo peor de todo, ¡eran los “dueños” históricos del pueblo de Dios en esas condiciones! (37c), y ese pueblo no podía aprovechar los beneficios para sí mismo (37d).

La gran consecuencia de todo esto era una enorme tristeza colectiva (37e), de la cual sólo sería posible salir mediante un nuevo compromiso anclado en toda esta gran cadena de experiencias acumuladas: “Por todo esto que nos ha pasado, nosotros los israelitas nos comprometemos firmemente a obedecer a nuestro Dios” (38a). Así concluye la oración y, como se aprecia en la continuidad del texto, se abrió un nuevo camino de fe y esperanza que debería afirmarse con un documento “escrito, sellado y firmado por nuestros jefes, los sacerdotes y sus ayudantes” (38b). Sólo a través de una conclusión de fe y esperanza como ésta, arraigada dolorosamente en las premisas sólidas y en las promesas incluidas en la historia de la salvación, podía ser posible proyectar en el horizonte un nuevo pasado (en el sentido que propone Enrique Florescano, máxima autoridad en el tema del papel de la historia en la formación de una conciencia nacional, en El nuevo pasado mexicano, 1991), un nuevo presente y un futuro claro para las generaciones que vendrían después.




[1] S. Pagán, op. cit., p. 169.
[2] Bob Becking, Ezra, Nehemiah and the construction of early Jewish identity. Tübingen, Mohr Siebeck, 2011, pp. 89-90. Versión propia.

Nehemías 9.32.38 / Hebreos 3.12-19

32 ¡Dios nuestro, qué poderoso eres!
¡Todos tiemblan ante ti!
Eres un Dios fiel
que siempre cumple sus promesas,
y nunca deja de amarnos.
Mira cuánto han sufrido
nuestros reyes y jefes,
nuestros sacerdotes y profetas,
y también nuestros antepasados.
Desde el momento en que caímos
bajo el poder de los reyes de Asiria
hasta el día de hoy,
tu pueblo no ha dejado de sufrir.
33 Pero el castigo ha sido justo,
pues tú fuiste fiel
y nosotros pecamos contra ti.
34 Nuestros reyes y jefes,
nuestros sacerdotes y antepasados,
no obedecieron tu ley
ni hicieron caso de tus advertencias.
35 Tenían un reino y riquezas,
y el territorio fértil que les diste,
pero ni aun así te adoraron
ni dejaron su maldad.
36 Dios mío,
mira cómo estamos.
Ahora somos esclavos
en el país que les diste
a nuestros antepasados
para que lo disfrutaran.
37 Los reyes que ahora nos dominan,
son el castigo por nuestros pecados,
y son ellos quienes disfrutan
de lo mejor de nuestra tierra.
Son nuestros dueños,
y hacen lo que quieren
con todo nuestro ganado.
¡Todo esto nos tiene muy tristes!

38 Por todo esto que nos ha pasado, nosotros los israelitas nos comprometemos firmemente a obedecer a nuestro Dios. Este compromiso lo ponemos por escrito, sellado y firmado por nuestros jefes, los sacerdotes y sus ayudantes.

*
12 ¡Cuidado, hermanos! No piensen en lo malo, ni dejen de confiar en el Dios que vive para siempre, para que no se aparten de él. 13 Al contrario, mientras aún queda tiempo, cada uno debe animar al otro a seguir confiando. Así nadie dejará de obedecer a Dios, ni pensará que, si peca, hace el bien. 14 Al principio, cuando confiamos en Cristo, nos hicimos compañeros suyos; y si no dejamos de confiar en él, seguiremos siendo sus compañeros siempre. 15 Por eso la Biblia dice:
Si hoy escuchan la voz de Dios,
no sean tercos,
como aquellos israelitas
que no quisieron obedecerlo.
16 ¿Y quiénes fueron los que escucharon a Dios y no quisieron obedecerlo? ¡Pues todos aquellos que Moisés sacó de Egipto! 17 ¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? ¡Pues con los que pecaron y luego cayeron muertos en el desierto! 18 ¿Y a quiénes les juró Dios que no les daría descanso en la región de Canaán? ¡Pues a los que no le obedecieron! 19 Y en verdad, no pudieron entrar en Canaán y descansar, porque no confiaron en Dios.

sábado, 21 de septiembre de 2019

Actividades y avisos


OREMOS POR LA REUNIÓN CONGREGACIONAL DEL 29 DE SEPTIEMBRE: QUE EL SEÑOR MANIFIESTE SU VOLUNTAD

*

CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 24 de septiembre, 19 hrs.
Modera: A.I. Rubén Núñez Castro

Llamamiento: Salmo 116.1-11
Oración de ofrecimiento
Himno: “Te exaltaré, mi Dios, mi Rey” (704)
Círculo de oración y testimonios
Lectura bíblica: Nehemías 11.25-36
Tema: La ocupación del resto del territorio
Himno: “Tierra de Palestina” (149)
Ofertorio
Bendición pastoral

SE COMPLETA LA DISTRIBUCIÓN DEL PUEBLO
Samuel Pagán

E
n esta porción del libro de Nehemías se enfatiza la importancia de repoblar la dudad para que el Templo y las instituciones relacionadas pudieran funcionar en una forma efectiva Se necesitaban personas que vivieran en Jerusalén y trabajaran en el Templo para responder a las necesidades cúlticas, litúrgicas, educativas y espirituales del pueblo. El Templo de Jerusalén sin el programa continuo de sacrificios, holocaustos; ofrendas, diezmos y liturgias no cumple su propósito. Ese templo, que era visto por el pueblo como la morada de Dios (Sal 132.13-14; 2 Cr 6.2) y como un símbolo de seguridad (Sal. 125.1), era, además, un centro de oración y educación (2 Cr 6.1-7, 10). Sin oración y educación el Templo de Jerusalén no es más que un gran edificio sin relevancia para el pueblo.

El programa de repoblar la dudad de Jerusalén, tiene como uno de sus objetivos principales contribuir a que las instituciones religiosas cumplan los propósitos para los cuales fueron creadas. Son los seres humanos los que son la razón de ser de las estructuras religiosas. Estas estructuras, ya sean Templos o programas congregacionales, existen para contribuir al bienestar de los hombres y mujeres que las crean, y para responder a las necesidades reales de la comunidad. Las estructuras religiosas, físicas o programáticas, que no responden a las vivencias y a las necesidades concretas de la gente, deben ser desmanteladas, rediseñadas y transformadas, para que cumplan ese propósito básico.

El proyecto de repoblar a Jerusalén era un esfuerzo serio por lograr que el Templo y las instituciones religiosas cumplieran sus objetivos. En ese sentido es loable la actitud de los que aceptaron voluntariamente morar en Jerusalén (v. 2). Ese gesto heroico no sólo aceptó la voluntad de Dios, sino que estuvo dispuesto al sacrificio. El termino hebreo del cual se traduce la expresión “voluntariamente se ofrecieron”, está relacionado con expresiones que han sido traducidas como voluntariamente sacrificaré a ti” (Sal 54.6). Ofrecerse era un acto de sacrificio. Los que aceptaban el reto de residir en Jerusalén lo hacían en un acto donde se ofrendaban ellos mismos ante Dios. Ése es el acto más heroico y noble: tener la capacidad y la valentía de presentarse ante Dios decidido a ser ofrenda voluntaria.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

29 – Reunión congregacional / 4ª conferencia sobre los 450 años de la Biblia del Oso, 17.30 hrs.

La desobediencia constante del pueblo y de la nación, Pbro. Alejandro Zamorano Ávila

22 de septiembre de 2019

Nehemías 9.23-31 / Hebreos 3.1-11

23 Les diste tantos hijos
como estrellas hay en el cielo.
Los trajiste a la tierra prometida
para que la conquistaran,
24 y ellos entraron y la tomaron.
Tú derrotaste a los pueblos
y a los reyes de Canaán;
los pusiste bajo nuestro poder
para que hiciéramos con ellos
lo que nos pareciera.
25 Israel conquistó tierras fértiles
y poderosas ciudades;
tomó casas llenas de riqueza,
pozos de agua y viñedos,
olivares y árboles frutales.
Nuestros antepasados
comieron hasta hartarse,
engordaron y disfrutaron
de tu gran bondad.
26 Pero luego ellos
se pusieron en tu contra.
¡Te insultaron gravemente!
Desobedecieron tu ley,
y mataron a tus profetas.
Y los profetas sólo les decían
que debían arrepentirse
y obedecer tu ley.
27 Por eso los entregaste
en poder de sus enemigos,
para hacerlos sufrir.
Nuestros antepasados no aguantaron
que los hicieras sufrir tanto,
y te pidieron ayuda.
Tan grande es tu amor por ellos
que desde el cielo los escuchaste,
y les enviaste libertadores.
28 Pero en cuanto tenían paz
volvían a desobedecerte.
Entonces, una vez más,
caían en poder de sus enemigos.
Pero volvían a pedirte ayuda,
y tú desde el cielo los escuchabas.
Tan grande era tu amor por ellos,
que una y otra vez los liberabas.
29 Les ordenaste obedecer tu ley,
la cual da vida a los que la obedecen,
pero ellos fueron rebeldes y orgullosos,
y no la obedecieron.
30 Durante muchos años
les tuviste paciencia;
tu espíritu y tus profetas
les advirtieron del castigo.
Pero ellos no quisieron escuchar,
así que los dejaste caer en manos
de sus enemigos.
31 Sin embargo,
los amabas tanto que no los destruiste
ni los abandonaste.
¡Eres un Dios tierno y compasivo!
*
Hermanos, Dios los ha llamado a ustedes para que sean su pueblo elegido. Por eso, pónganse a pensar seriamente en quién es Jesús: ¡Él es nuestro apóstol y nuestro Jefe de sacerdotes! Dios le encargó que nos ayudara, y él lo obedeció, así como Moisés también obedeció cuando Dios le ordenó ayudar a todo su pueblo.
Pero Dios le dio a Jesús más honra que a Moisés. Es como cuando se construye una casa: el que la construye es más importante que la casa misma. Toda casa ha sido construida por alguien, pero Dios es quien ha hecho todo lo que existe. Moisés sirvió a Dios y lo obedeció en todo, pues ayudó al pueblo de Dios tal como se le ordenó, y anunció al pueblo lo que Dios iba a decir en el futuro. Pero Cristo, que es el Hijo de Dios, es obediente y ayuda a este pueblo de Dios, que somos nosotros. Y nosotros somos parte de ese pueblo, si seguimos creyendo firmemente y con alegría en la salvación que recibiremos.

Por eso hay que hacer lo que el Espíritu Santo dice:

Si hoy escuchan la voz de Dios,
no sean tercos,
como aquellos israelitas,
que no quisieron obedecerlo
en el desierto.
Ellos quisieron ver hasta dónde
soportaría Dios su desobediencia.
Por eso Dios les dijo:
Aunque los traté bien
durante cuarenta años,
sus antepasados
me pusieron a prueba en el desierto.
10 
Entonces me enojé,
y les hice ver
que vivían en el error,
pues no obedecían mis mandamientos.
11 
Por eso, ya enojado decidí:
“No voy a permitirles
entrar en la tierra prometida,
donde los habría hecho descansar.”

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...