sábado, 23 de noviembre de 2019

Letra 646, 24 de noviembre de 2019


LA RECONSTRUCCIÓN INTEGRAL DEL PUEBLO DE DIOS
EL PROFETA MALAQUÍAS (III)
Samuel Amsler
Los últimos profetas. Ageo, Zacarías, Malaquías y algunos otros
Estella, Verbo Divino, 1996 (Cuadernos bíblicos, 90).

Resultado de imagen para malaquias comentario3.1-4: La respuesta viene directamente del Señor: de pronto va a aparecer su mensajero, el enviado a preparar su venida. Malaquías evita hacer de Dios mismo el juez de su pueblo, ya que entonces no habría salvación para nadie. Será ése el papel de su mensajero -en hebreo, es precisamente éste el nombre que se le da a nuestro profeta-, que tiene la misión de velar por la alianza. La tradición lo identificará más tarde con Elías (Mal 4.5s). Delante de él se juzgará la vida de cada uno. La finalidad de su juicio no es la condenación, sino la purificación, ilustrada por dos imágenes: la lejía de la lavandera y el fuego del fundidor. La purificación tocará primero al clero, que volverá de nuevo a sus funciones debidamente purificado; esto permitirá a todo el pueblo volver al culto auténtico de siempre. 3,5: Se vuelve a la forma solemne del oráculo: el Señor no tardará en ejercer el juicio, acusando a los infieles y a los opresores de los débiles, ya que le han perdido todo respeto.

El restablecimiento de la alianza (3.6-12)
El oráculo va dirigido a toda la comunidad. En su decepción por no ver cumplidas las promesas, muchos acusan al Señor de no ser ya lo que había sido para las generaciones anteriores.
La respuesta es franca: ¡No he sido yo el que ha cambiado, sino vosotros! De ahí la invitación a volver al Señor, para que también él pueda volver a ellos, renovando su alianza y haciéndole producir frutos de prosperidad y de felicidad (vv. 10b-11). Al acusar a sus oyentes de ser “hijos de Jacob” (v. 6b), el profeta prepara el juego de palabras del v. 8, sobre la raíz hebrea 'aqab, de donde se deriva el nombre del patriarca, que significa literalmente “coger en fraude” (Gn 27,36). ¡Como Jacob el mentiroso, vosotros engañáis al Señor! ¿Le habrá chocado al copista la audacia de esta fórmula para que haya invertido las letras de este verbo, a fin de obtener el verbo qaba', “robar”? De todas formas, el hebreo hace oír intencionalmente una asonancia machacante.
El objeto del litigio es el diezmo que ya no se paga al templo (v. 8b). Por ahí es por donde hay que comenzar de nuevo a vivir la alianza: el templo tendrá que quedar abastecido para poder distribuir bienes entre los pobres (Dt 14,22-27). Entonces, la bendición del Señor hará que caiga la lluvia fértil, protegerá las cosechas y hará que dé frutos la viña. El país se convertirá en "tierra de delicias".
El profeta renueva aquí las promesas que acompañan al contrato de alianza de Dios con su pueblo (Lv 26; Dt 28). La ofrenda material del diezmo inscribe al culto en el plano de la creación. O por decirlo en términos de nuestros días: el culto tiene una función ecológica, contribuye a la renovación de la naturaleza.

La gran criba del día del juicio (3.13-4.3)
Los repatriados del destierro se sentían cada vez más decepcionados: las promesas ligadas a su retorno no se habían realizado. Su escepticismo se manifiesta en los reproches que dirigen secretamente al Señor: ¿para qué servirle? ¿para qué respetar los días de ayuno en plan de duelo? Sólo son felices los malos y aquellos que se atreven a desafiar a Dios impunemente.
Ninguno de estos pensamientos escapa a la atención del Señor. El nombre de los fieles está inscrito en un libro, imagen del recuerdo que conserva de cada uno de ellos. Es la primera mención bíblica del «libro de la vida», un tema que cultivan con gusto los apocalípticos (Dn 12,1; Ap 3,5; 21,27; cf. ya Éx 32,32s; y también Flp 4,3).
El día del juicio ya se está preparando. Dios es un padre que protege a sus hijos de la desgracia. Entonces, pero sólo entonces, se podrá constatar la suerte tan distinta que reserva al justo y al malvado: un fuego devorador para consumir a los inicuos, un sol saludable para curar a los fieles.

El primer profeta y el último (4.4-6)
Dos amonestaciones, añadidas por la tradición, sirven de conclusión al mismo tiempo a la colección de Malaquías y al rollo de los doce profetas menores.
v. 4: Una invitación a recordar el don de la ley a Moisés, el más eminente de los profetas (cf. Dt 34,10). Podría tratarse de una alusión a la reciente proclamación de la ley por Esdras, en el año 399.
vv. 5-6: La identificación del mensajero anunciado en 3,1 con Elías, el último profeta, que tendrá la misión de reunir a todas las generaciones y de preparar así al pueblo para la venida del «Día del Señor». Es la primera huella que encontramos del papel cada vez más importante que se atribuirá a Elías (cf. Mt 11,14; 16,24; 27,47; Jn 1,21). Ya sabemos cómo estas dos figuras emblemáticas de toda la profecía aparecerán juntas en el relato evangélico de la transfiguración de Jesús (Mr 9,2 y paralelos).
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CONTEXTO DEL LIBRO DE ESTER
François Castel, Historia de Israel y de Judá

Resultado de imagen para esther gustave doréApenas subir al trono, Jerjes (486-465) tiene que dominar una nueva rebelión en Babilonia. A diferencia de sus predecesores, hace arrasar la ciudad y sus templos. Han surgido por ello dudas sobre su fe, ya que podría haber sido un soberano marcado por la reforma de Zoroastro, que creía sólo en Ahura Mazda y veía en todos los demás dioses demonios que tenían que ser destruidos.
Un segundo acontecimiento habría de marcar su reinado: reanudando la política de su padre, quiso someter a los griegos, pero esta segunda guerra médica acabó para él en catástrofe (479) y los griegos volvieron a ocupar el Asia Menor. También Egipto creyó que podía sublevarse y Jerjes tuvo que enfrentarse con la rebelión. ¿Fue entonces cuando quedaron destruidas las ciudades de Siquem y de Betel? La arqueología lo constata, pero no nos ofrece una explicación.
También el libro de Esdras (4.6), menciona una queja contra los judíos, pero no hay nada que nos permita señalar su contenido ni sabemos nada del juicio que se dio sobre ella.
Después de estos fracasos, Jerjes se retiró a sus palacios: había concluido la política generosa que deseaba Ciro; se olvidaron sus buenos propósitos de justicia, de orden, de prosperidad económica; se aplastó con impuestos a los pueblos oprimidos y cualquier intento de sedición se vio implacablemente sofocado. En su palacio, Jerjes se prestó a numerosas intrigas de harén, de modo que Herodoto (9,108-113) vio en él “más bien un aventurero galante que un hombre de estado enérgico”. Murió asesinado en el año 465.

En este marco es en el que pretende situarse el libro de Ester. Es cierto que el autor conoce la corte de Susa, sus costumbres religiosas y políticas, el carácter extravagante y sensual del soberano. Sin embargo, el libro no hace más que utilizar este marco arqueológico para ofrecernos un relato que no es posible fechar antes del siglo II a. C. Tal como está, el libro nos revela de todas formas la dificultad de vivir el particularismo judío en un ambiente pagano; los paganos pretenderán siempre hacer desaparecer a esta comunidad. Estas dificultades ¿empezaron ya en Persia o solamente en tiempo de los seléucidas?
Ester salvará a su pueblo a través de las intrigas de harén; la interven-ción de Dios no figura más que en la versión griega de Ester, sensiblemente distinta de la hebrea. Ester no resulta muy simpática cuando consigue que la matanza se vuelva en contra de los acusadores de los judíos y pide que el castigo se extienda y que puedan ser saqueados los bienes de las víctimas.
Nos encontramos ante una corriente judía nacionalista que expresaba sus rencores y sus deseos de venganza contra los paganos. Se comprende que un libro semejante haya tenido dificultades en entrar en el canon judío; de hecho, parece ignorarlo la comunidad de Qumrán. Sin embargo, alcanzó un éxito enorme y fue la ocasión de la fiesta de los Purim, una especie de carnaval en la que se permiten todos los excesos. Esta fiesta debe quizás su origen a las fiestas del nuevo año de Mesopotamia, que conoció cierto prestigio en la corte persa. ¿No fue acaso Persépolis la capital sagrada reservada para la celebración del año nuevo?
Lo mismo que el rey iranio era responsable en dicha fiesta de la regeneración del mundo, del triunfo del bien sobre todas las fuerzas del mal, también en la fiesta de Purim se celebrará el triunfo de Israel sobre todos sus enemigos.

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