domingo, 8 de junio de 2014

Efesios 1.3-14



3 Alabemos a Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que por medio de Cristo nos ha bendecido
con toda suerte de bienes espirituales y celestiales.
4 Él nos ha elegido en la persona de Cristo
antes de crear el mundo,
para que nos mantengamos
sin mancha ante sus ojos,
como corresponde a consagrados a él.
Amorosamente 5 nos ha destinado de antemano,
y por pura iniciativa de su benevolencia,
a ser adoptados como hijos suyos mediante Jesucristo.
6 De este modo, la bondad
tan generosamente derramada sobre nosotros
por medio de su Hijo querido,
se convierte en himno
de alabanza a su gloria.
7 Con la muerte de su Hijo,
y en virtud de la riqueza de su bondad,
Dios nos libera y nos perdona los pecados.
8 ¡Qué derroche de gracia sobre nosotros,
al llenarnos de sabiduría e inteligencia
9 y darnos a conocer sus designios más secretos!

Los designios que benévolamente por medio de Cristo,
había decidido realizar
10 llevando la historia
a su punto culminante
y haciendo que todas las cosas,
las del cielo y las de la tierra,
recuperen en Cristo su unidad.
11 El mismo Cristo en quien también nosotros
participamos de la herencia
a la que hemos sido destinados de antemano
según el designio del Dios
que todo lo hace de acuerdo
con los planes de su libre decisión.
12 Así, nosotros, los que habíamos puesto
nuestra esperanza en el Mesías,
nos convertiremos en himno
de alabanza a su gloria.
13 Y también ustedes,
los que han escuchado
el mensaje de la verdad,
la buena noticia de salvación,
al creer en Cristo
han sido sellados
con el Espíritu Santo prometido,
14 que es garantía de nuestra herencia,
en orden a la liberación
del pueblo adquirido por Dios,
para convertirse en himno de alabanza a su gloria.

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