La Palabra (Hispanoamérica)
1 Después de decir
todo esto, Jesús levantó los ojos al
cielo y exclamó: —Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu
Hijo te glorifique a ti. 2 Tú le has dado autoridad sobre todas las
criaturas; que él dé ahora vida eterna a todos los que tú le has confiado. 3
Y la vida eterna consiste en que te reconozcan a ti como único Dios verdadero,
y a Jesucristo como tu enviado. 4 Yo he manifestado tu gloria aquí,
en este mundo, llevando a cabo la obra que me encomendaste. 5 Ahora,
pues, Padre, hónrame en tu presencia con aquella gloria que ya compartía
contigo antes que el mundo existiera.
6 Te he dado a conocer
a quienes me confiaste sacándolos del mundo. Eran tuyos; tú me los confiaste, y
han obedecido tu mensaje. 7 Ahora han comprendido que todo lo que me
confiaste es tuyo; 8 yo les he entregado la enseñanza que tú me
entregaste y la han recibido. Saben, además, con absoluta certeza que yo he
venido de ti y han creído que fuiste tú quien me enviaste.
9 Yo te ruego por
ellos. No te ruego por los del mundo, sino por los que tú me confiaste, ya que
son tuyos. 10 Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos
resplandece mi gloria. 11 Desde ahora, ya no estaré en el mundo;
pero ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Protege con tu
poder, Padre santo, a los que me has confiado, para que vivan unidos, como
vivimos unidos nosotros.
12 Mientras estaba con
ellos en el mundo, yo mismo cuidaba con tu poder a los que me confiaste. Los
guardé de tal manera, que ninguno de ellos se ha perdido, fuera del que tenía
que perderse en cumplimiento de la Escritura. 13
Ahora voy a ti y digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo para que
ellos puedan compartir plenamente mi alegría.
14 Yo les he confiado tu
mensaje, pero el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy
del mundo. 15 No te pido que los saques del mundo, sino que los
libres del mal. 16 Como yo no pertenezco al mundo, tampoco ellos
pertenecen al mundo. 17 Haz que se consagren a ti por medio de la
verdad; tu mensaje es la verdad. 18 Yo los he enviado al mundo, como
tú me enviaste a mí. 19 Por ellos yo me consagro para que también
ellos sean consagrados por medio de la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario