sábado, 16 de julio de 2016

Testimonio y anuncio de la venida del Reino de Dios, A.I. Ricardo Ruiz Ocampo

17 de julio de 2016

Marcos 1:1-15

Evangelio de Marcos el segundo evangelio de los sinópticos y muy posiblemente el primero en ser escrito entre los años 65 y 69 d. de C. la opinión generalizada es que el autor es Juan Marcos, hijo de cierta María, sobrino de Bernabé, ayudante de los apóstoles Pablo y Pedro.
El historiador Eusebio cita unas palabras de Papìas, uno de los llamados padres de la Iglesia, el cual refiriéndose a Marcos dice: fue el intérprete de Pedro, puso puntualmente por escrito, aunque no por orden, cuantas palabras y hechos del Señor recordaba.     Porque Marcos ni había oído al Señor ni le había seguido, sino que fue más tarde en el acompañamiento a Pedro donde logro captar todas las enseñanzas que este compartía a sus oyentes.     Y no se equivocó al escribir las cosas que conservaba en su memoria, porque tuvo buen cuidado de no omitir ni torcer nada de lo que había oído de Pedro usando un lenguaje preciso y enérgico como si fuera un reportaje.
Marcos, más que los demás evangelistas, nos muestra, antes que nada, a Jesús actuando y concentra su atención en los gestos y en las acciones de Jesús.    A diferencia de los otros evangelios no encontramos en éste largos pasajes de enseñanza.   El relato que Marcos pinta de Jesús es el de verdadero hombre, de carne y hueso, capaz de sentir las mismas fuertes emociones y los sentimientos característicos de cualquiera de nosotros.
Este evangelio relaciona el inicio del ministerio de Jesús con la actividad de Juan el bautista, y Juan lo relaciona con la profecía del profeta Isaías, complementándola con la profecía de Malaquías, no menciona ninguno de los puntos de referencia que eran comunes en los libros de historia de la época de los gobernantes y sus años de gobierno, no ofrece una genealogía, que es tan prominente en el Evangelio de Mateo, porqué un rey debe tener una genealogía, en cambio un siervo, solo necesita referencias y no una "constancia de su linaje ".    La cuestión no es quiénes son sus antepasados, sino más bien cuáles son sus acciones y si es capaz de llevar a cabo su misión en obediencia.      Sin embargo se concentra en describir el glorioso cumplimiento de las profecías que hemos descrito dando paso a quien el Señor había elegido para traer las buenas nuevas de su Reino.
De esa manera Marcos insinúa en la porción bíblica que nos ocupa, que la historia que él escribe no es una historia profana, sino la culminación de la historia del pueblo de Dios, iniciada desde mucho antes.

Versículos del 1 al 3:
1 Principio, del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
2 Como está escrito en Isaías el profeta: “He aquí yo envió mi mensajero delante de tu faz. El cual preparara tu camino delante de ti”
3 “Voz del que clama en el desierto. Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.
   
Todos sabemos que la connotación actual de la palabra evangelio tiene su origen en el Nuevo Testamento donde es usada más de 75 veces y significa “buenas noticias”     y dentro de la misión que el Señor le encomendó a Jesús, a su Hijo encarnado, esto se traduce en el testimonio que vino a dar en la tierra enseñando lo que es el amor, la misericordia, la justicia y la confianza en Dios, sin olvidar mencionar en honor a la verdad que tenía que entregar su vida por nuestros pecados.
Aunque durante el desarrollo de ese testimonio existe en el pueblo al principio un gozo desbordante porque al fin había llegado el salvador;  este es seguido también de una desilusión llena de dolor profundo por la forma tan brutal y espantosa en que entrega su vida en la cruz y con ello se derrumba la esperanza y la ilusión que había forjado inicialmente en aquellos que no lo identificaron como el Mesías, y el resultado es que al final con la resurrección su pueblo pudo comprobar que toda potestad le había sido dada por el Padre inclusive el poder sobre la muerte.  Y esas son las buenas nuevas de salvación que por gracia recibieron los que le creyeron y aun nosotros que creemos sin haberlo visto y por gracia recibimos y que hemos sido llamados a proclamar la venida del Reino de Dios.  
En las sagradas Escrituras encontramos tres referencias sobre el termino principio marcando el inicio de algún acontecimiento; guardando el orden cronológico vamos a encontrar en el evangelio de Juan que dice: “En el principio era el Vervo y el Vervo era con Dios, y el Vervo era Dios. De lo cual como humanos no tenemos la más remota idea de cuánto tiempo se está hablando, pero confiamos en que es verdad  porque tener fe para creerlo no significa que tenga que buscar a través del método científico la comprobación de este hecho, me basta con usar la inteligencia que Dios me dio para comprender lo que Él quiere revelarme y saber que en el pasado humanamente hablando y desde la eternidad Dios quiso mostrar su misericordia en rescate por nosotros y se humano dejando su trono de gracia.
En segundo lugar el libro de génesis también nos habla de esto: “En el principio creo Dios los cielos y la tierra” aquí ya no hablamos de la eternidad, sino del acontecimiento por medio del cual el Señor da inicio a su creación en la tierra la cual incluye el manejo del tiempo por medio del día y la noche, debemos reconocer que con todos los esfuerzos que han hecho los científicos solo presumiblemente se puede establecer una edad de 4,530 millones de años, mientras que para el pueblo de Dios no tiene gran importancia la edad de la tierra pues si en la escritura Dios no lo revela es porque no es importante, lo importante para Él es que comprendamos cual es nuestro propósito aquí en la tierra y lo cumplamos en obediencia.
Y en tercer lugar precisamente Marcos nos habla del “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”
En este caso si contamos con una referencia que nos puede acercar a establecer una fecha, pero sin que esta sea precisa. Por lo que esa fecha es carente de importancia ante el hecho de que la escritura nos está hablando del inicio del proceso llamado evangelio, porque evangelio no solo se trata de que veamos a Jesús como el portador de las buenas nuevas enviadas por nuestro Padre Celestial, sino que logremos discernir que Jesús es la Encarnación  de Dios, para que su carne heredara la pecaminosidad de nuestros primeros padres y que también nos fue transmitida a todos nosotros, “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios delante de Él”  2ª Cor. 5:21 y entonces ahora siendo hombre como cualquiera de nosotros pudiera pagar el precio del pecado que es la muerte, “porque la paga del pecado es muerte, más la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” Rom. 6:23  el Señor se cobró a si mismo con la sangre de su Hijo lo que tenía que habernos cobrado a nosotros con nuestra sangre convirtiendo a su Hijo pecado sin que él hubiera cometido uno solo, “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” 1ª Ped. 2:22   y esto no significa que al Señor le guste estar jugando con nosotros,  sino que una de las virtudes de Dios llamada presciencia y que consiste en conocer las cosas antes de que acontezcan le permitió saber que nadie ni nada de lo que pudiéramos hacer o intentar iba a sacarnos de nuestro estado de pecado, 1ª Ped. 1:2 “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados por la sangre de Jesucristo: gracia y paz os sean multiplicadas”  y esto permite a Dios llamar las cosas que no son, como si fuesen  Rom. 4:17 (como está escrito: te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen"    pero lo que movió a Dios para sacarnos de ese estado de pecado,  fue su amor ágape, su amor perfecto,  rescatándonos de nuestra vida  de inmundicia en que vivíamos y nos ha liberado del pecado, y hoy  en nuestra era través de Marcos revelándolo para que  lo creamos quienes no lo vimos y siendo testigos quienes si lo vieron y lo creyeron dando toda la honra y la gloria porque Jesucristo resucito y este es el final feliz del proceso del evangelio que Jesús a través de su resurrección ha compartido solamente por gracia la gloria de su triunfo sobre la muerte con nosotros liberándonos de ella y haciéndonos sus hermanos.
Estas son las buenas nuevas como las entendemos los cristianos.     Por eso hermanos cuando nos acercamos a la mesa del Señor esto es lo que nos pide antes de tomar el sacramento que discernamos este proceso y que no lo veamos como un hecho histórico lleno de frivolidad.       
Por lo antes expuesto no significa entonces que se trata de la historia de Juan y Jesús, sino que estamos hablando de la instauración del Reino de Dios a través del testimonio de su hijo Jesucristo, y el Señor nos invita a ser súbditos suyos y espera de cada uno de nosotros que hayamos aprendido las enseñanzas de su hijo y que alcancemos su estatura con su ayuda para que su nombre sea glorificado.

Versículo 4-8
Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.
Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el rio Jordán, confesando sus pecados.
Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.   
Y predicaba, diciendo: Viene tras de mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.

Juan había sido apartado por Dios para este ministerio, pertenecía a la orden de los sacerdotes, la tribu de Leví, y se esperaba que sirviese en el templo de Jerusalén, pero Dios tenía otros planes para él y le había llamado para ser  profeta y por ese motivo se encontraba predicando en el desierto.   Y mucha gente se dirigía hasta ese lugar para escucharle.
Juan anunciaba la venida del Señor,  preparaba al pueblo elegido a través del bautismo para la venida de Jesús prometiendo una amnistía segura y total por el Mesías; es tiempo de que su pueblo se rinda a Él por medio del arrepentimiento y la confesión de los pecados.    Este bautismo pone en movimiento a toda la provincia de Judea y su capital, Jerusalén.             Al confesar con arrepentimiento sus pecados y bautizarse, la gente estaba aceptando la predicación de la Palabra de Dios en la voz de Juan el Bautista, y no solamente por su voz era escuchado y seguido, sino por su testimonio que hablaba de él mucho más que todas las palabras que pudiera pronunciar esto es lo que hace de un cristiano un verdadero evangelista; los lugares donde predicaba eran habitados por gente pobre, enferma, marginada que vivía en la miseria, en la actualidad, las iglesias u organizaciones están situadas donde la gente vive  en lugares céntricos o bien comunicados para facilitar el acceso rápido y cómodo de las personas y nos olvidamos de los lugares apartados donde no existen los servicios públicos como drenaje, agua, luz y ya nadie quiere ir a predicar ahí.  
Juan el Bautista no siguió esa estrategia, sino que se alejó hacia la soledad del desierto y fueron las multitudes las que tuvieron que dirigirse hacia allí para poder escucharle y por los alimentos que comía y su ropa se destaca que Juan no sólo era un hombre del desierto, sino que además era el predicador de penitencia, semejante a Elías, estas palabras nos revelan algo de su notable personalidad.      Inspiraba a las multitudes que le rodeaban porque lo acompañaba el Espíritu Santo y le daba ese carisma.    Era un hombre extraño y con un carácter muy fuerte que expresaba su pensamiento sin moños y sin listones,  pero la mejor forma de calificarlo fue aquella en que le describió el profeta Isaías, presentándole como una voz,  era tan solo una voz de autoridad, un instrumento en las manos de Dios; predestinado para abrir zanja al que venía a instaurar el Reino de Dios.
Juan el Bautista era una persona verdaderamente humilde.  el contenido del mensaje de Dios a través de su siervo Juan, siempre fue Cristo-céntrico: "Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado". El que viene es hombre, pero su calzado no impide que merezca adoración divina.     Además de decir algo de la grandeza de Jesús, Juan habla también de la grandeza de su obra.   Juan bautiza con agua, pero el más poderoso bautizará con el Espíritu Santo. Los profetas habían hablado que Dios, al final de los tiempos, derramaría su Espíritu sobre el pueblo.
Y hermanos esto lo digo con mucha tristeza, en muchas iglesias se predican multitud de temas que están muy lejos de la Cristocentricidad con que Dios quiere que se predique su evangelio, se predica sobre la doctrina de la prosperidad, sobre la guerra espiritual, doctrina de la liberación, sobre infinidad de temas que nada tienen que ver con el evangelio, por eso toda predicación que no lleve el mensaje cristo céntrico es estéril, porque no es aprobado por Dios y por tanto no trae fruto.    El Señor no envió a su Hijo en  rescate de nosotros para que viéramos de manera insignificante su portentoso y doloroso sacrificio en la cruz y para que lo pisoteáramos intransigentemente usándolo en apariencia para otros fines particulares que están muy lejos de anunciar las buenas nuevas del Reino de Dios.   


Versículo 8:
Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizara con el Espíritu Santo.
Juan con toda humildad basándose en las prácticas judías de abluciones ancestrales que se acostumbraban desde el siglo II a. de C sobre todo los Esenios y la comunidad de Qumrán practicaban los baños rituales y que quienes participan el rito decían “y cuando su carne es rociada por el agua purificadora y santificada por el agua limpiadora, será hecha limpia por medio de la humilde sumisión de su alma a todos los preceptos de Dios”
Juan expone al pueblo de Dios que su forma de bautizar es simbólica es transitoria y provisional y solo constituye el testimonio externo de un proceso interior que estaría siendo cambiado en la persona hasta que viniera el que bautizaría en Espíritu, por lo tanto él solo estaba ayudando a instaurar con esta señal el inicio de la era Mesiánica.  Porque reconocía que el bautismo con el Espíritu Santo solo podía impartirlo Jesús.
Versículo 9:
Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Jesus aparece en escena después de 30 años que abandono la pequeña comunidad de Nazaret dando cabal cumplimiento a las profecías y encontrándose con el que tenía la misión de anunciarlo y dar la señal de salida para que diera inicio con su ministerio, la frase Jesus vino en ninguna manera representa que fue obra de la casualidad.  Pero ¿porque Jesús tenía que ser bautizado? Ni el mismo Juan lo sabía, lo muestra su desconcierto al tratar de impedirlo,  pensando que él no podía bautizar a Jesús, sino que Jesus era quien debía bautizarlo a él Mt. 3:14. Pero era necesario que el Salvador se identificara con la humanidad de ahí la actitud de Jesús para reconvenir a Juan de que era necesario bautizarse.   El bautismo de Jesús significa que Él (aunque no es pecador) solidariza con el pueblo y aprueba el bautismo de Juan como una preparación necesaria a su venida.
Versículos 10 y 11
Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
En esta portentosa escena encontramos en amplio concilio a la Trinidad revelándose, así como en el principio se revela en su unidad para planear la creación, ahora lo hacen para llevar a cabo el plan de salvación, ahí estaba “el Hijo” el siervo que había sido destinado para servir hasta entregar su vida por nosotros y no para ser servido como el Rey que era y que dejaba su trono de majestad para convertirse en siervo de la humanidad.     Estaba “el Espíritu”,  simbolizado en una paloma que hiciera evidente la inocencia del Hijo, ya que era totalmente ajeno a la culpabilidad de nuestro pecado, y descendiendo desde los lugares celestiales para confirmar la divinidad del unigénito “Hijo de Dios” y para que su pueblo lo identificara.
Y finalmente se hace presente la voz del padre al pronunciar su complacencia, ese profundo e inexplicable sentimiento que nos hace un nudo en la garganta y no cabe en nuestro cuerpo y nos hace sentir como si el tórax nos fuera a reventar y que solo lo produce la actuación de un hijo en obediencia que hace lo recto, lo bueno, haciendo a un lado el orgullo, la soberbia y la vanagloria que pudiera sentir por ser el hijo de un rey,  y en humildad muestra la disposición para rescatar a su pueblo del pecado y  enmarcando esta escena toda la divinidad del Padre siendo derramada sobre la persona de Jesús para que lo acompañe, le fortalezca y lo guie en su ministerio que cuadro hermanos.

Versículo 12-13  “y luego el Espíritu lo impulso al Desierto”  “y estuvo ahí en el desierto cuarenta días, y era tentado por satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían”

Era necesario que Jesús fuera probado en su calidad humana y el dominio propio que tenía sobre su carne,  por eso el Espíritu le impulsa al desierto para ser sometido seguramente a muchas pruebas en las que se ve implícito este objetivo y de las cuales la Escritura solo destaca las más importantes.
El sentido bíblico de la palabra tentación se relaciona con la idea de poner a prueba una cosa y proviene del vocablo hebreo massah que proviene de una raíz que habla de fundir un metal y en el NT y para el caso de Jesús la palabra equivalente es peirasmos ya como verbo tentar o probar. 
Pero ahí también estaba el tentador tratando de seducir a Jesús para que pecara y con ello obstaculizar la obra de Dios.  Jesús nos enseñó a orar para rogar a Dios que no nos meta en tentación, pero una cosa es cuando somos probados por Dios para refinar nuestro carácter y otra cuando el mundo, satanás o nuestra propia carne" (o inclusive la combinación de todas procuran seducirnos hacia el mal, pero lo cierto hermanos es que las tentaciones que ofrece el mundo o satanás, no tendrían ningún efecto en nosotros si no estuviera en nuestro interior la concupiscencia, es decir deseos, apetitos, codicia ilegitima y vehemente sobre lo que no es agradable a Dios “……cada uno es tentado, cuando de su propia  concupiscencia es atraído y seducido” Stgo. 1:14,   pero el soportar una tentación o prueba también obtiene una bienaventuranza  “bien aventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Stgo.1:12 

Versículo 14-15  “Después que Juan fue encarcelado. Jesús vino de Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios”   “diciendo: el tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” 

Estos versículos dejan ver de una manera muy hermosa por qué llamaban a Jesús el Verbo, no solamente porque de su viva voz provenían las declaraciones que de los profetas estaban escritas y lo que antes de que los apóstoles escribieran Él mismo lo estaba declarando,    sino porque en su persona  ocurrían los  acontecimientos que daban el significado al evangelio, fue el protagonista principal de las buenas nuevas, con su testimonio nos enseñó  que como hombres, si confiamos en Dios podemos vencer el pecado y hacer lo bueno delante de Dios, fue un hecho real y no un ideal que perseguir; y fue a la vez el mensajero celestial invitando de manera amorosa y cordial al arrepentimiento y a creer que Él era el Mesías enviado por el Padre en rescate nuestro para que formemos parte del Reino de Dios.

El tema de Marcos es de sufrimiento, muerte y resurrección, y esta última es la prueba de la divinidad de Jesús, pero también de que el evangelio merece verdaderamente el nombre `evangelio', buenas nuevas.     El Hijo de Dios vivió en esta tierra como el Hijo del hombre.    En el evangelio según Marcos no se advierte un propósito tan evidente como en el caso de Mateo.    Sin embargo, podemos apreciar que su objetivo fue: consignar fielmente por escrito todos los acontecimientos importantes de la vida de Jesús, para no olvidarlos y guardarlos contra distorsión o falsificación.
Al hacerlo, Marcos nos muestra claramente quien fue el Jesús que vivió entre nosotros, y cuán grande es el mensaje del evangelio; este mensaje nos ofrece la vida eterna en el reino de Dios, nos guía para conocer la vida que demanda para que podamos estar en su presencia a su lado, cara a cara con Él ahora que hemos sido reconciliados.
Marcos empieza su libro con el evangelio de Jesucristo y termina con el mandato de predicar este evangelio en todo el mundo.    El propósito final, entonces, es mostrar la grandeza del testimonio de Jesús y la importancia de la predicación del evangelio lo cual representa el anuncio de la venida del Reino de Dios.
Podemos agregar las palabras de Harrison: "Es posible que Marcos haya querido que la publicación de su Evangelio alentase a la iglesia romana, que por esta época estaba empezando a sentir los primeros efectos de la persecución a manos de Nerón.     Él menciona la persecución como la suerte del discípulo en un lugar donde los otros sinópticos no la mencionan (10:30). Pero éste, no es el propósito final de Marcos, sino el de conservar la pureza del evangelio de Jesucristo para que las futuras generaciones así lo recibieran.      De modo que Marcos no cometió error alguno, cuando escribió ciertas cosas en la forma en que las recordaba; porque se dedicó solamente: a no omitir nada de lo que había oído, y a no incluir ninguna afirmación falsa." La mayoría de los eruditos opina que Marcos es el evangelio más antiguo, y que fue escrito después de la caída de Jerusalén y la destrucción del templo, enfatizando que estos acontecimientos no eran nada más que el principio de un tiempo duro y extremadamente difícil antes del retorno de Jesús.
Hay probablemente más contenido en el primer capítulo del Evangelio de Marcos que en ningún otro capítulo de la Biblia.
Lo importante es que podamos discernir con claridad el proceso del evangelio lo cual representa la instauración del Reino de Dios, y aquí se invierte para nosotros el orden en que lo hizo Jesús,     Él primeramente lo proclamo, lo vivió en carne propia: entrego su vida muriendo y después la recupero reviviendo y no nos pide que también muramos en la cruz y que intentemos resucitar no, nos pide solamente que le creamos, que hagamos nuestra esa muerte conscientes de que era lo que merecíamos nosotros y lejos de vivirlo por el contrario nos libró de esa muerte y nos hizo justos frente al Padre para merecer la vida eterna, entonces que tenemos que hacer poner en práctica el amor, la misericordia, la justicia y la sujeción a Él dar testimonio de que somos sus hijos y cuando verdaderamente demos muestras de que si lo creemos podamos proclamarlo a quienes no lo saben darles esas buenas nuevas.   

Que el Señor nos de sabiduría y sensibilidad para aprovechar este trabajo realizado por Marcos inspirado por Dios y sobre todo para que no sea en vano el conocimiento que ha puesto en nuestras manos para que en libertad lo proclamemos, y no para que solamente lo atesoremos y lo guardemos secretamente para nosotros.

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