1 Escribe al
ángel de la iglesia de Sardis: Yo tengo los siete espíritus de Dios
y las siete estrellas. Escucha lo que te voy a decir: Estoy enterado de
todo lo que haces, y sé que tienes fama de obedecerme fielmente. Pero la verdad
es que no me obedeces. 2 Así que levántate y esfuérzate por mejorar
las cosas que aún haces bien, pero que estás a punto de no seguir haciendo,
pues he visto que no obedeces a mi Dios. 3 Acuérdate de todo lo que has aprendido acerca de Dios, y vuelve a
obedecerlo. Arrepiéntete. Si no lo
haces, iré a castigarte cuando menos lo esperes; llegaré a ti como el ladrón,
que nunca sabes cuándo llegará a robar.
4 Sin embargo, en Sardes hay algunas
personas que no han hecho lo malo. Por eso, andarán conmigo vestidos con ropas
blancas, símbolo de victoria y santidad, pues se lo merecen. 5 A los
que triunfen sobre las dificultades y mantengan su confianza en mí, los vestiré
con ropas blancas, y no borraré sus nombres del libro de la vida. Y los
reconoceré delante de mi Padre y de los ángeles que le sirven. 6 Si
alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios dice a las
iglesias.
7 Escribe al ángel de la iglesia de
Filadelfia: Yo soy el verdadero Hijo de Dios. Yo gobierno sobre el reino de
David. Cuando abro una puerta, nadie puede volver a cerrarla; y cuando la
cierro, nadie puede volver a abrirla. Ahora escucha lo que te voy a decir: 8
Estoy enterado de todo lo que haces, y sé que, a pesar de que tienes poco
poder, me has obedecido en todo y nunca has negado conocerme. Por eso, pon atención: Voy a darte la
oportunidad de servirme, y nadie te lo podrá impedir. Yo te he abierto la
puerta, y nadie podrá cerrarla. 9 Ya verás lo que haré con
esos mentirosos que pertenecen a Satanás. Dicen que son judíos, pero en
realidad no lo son. Haré que se arrodillen delante de ti, para que vean cuánto
te amo.
10 Todos en el mundo tendrán
dificultades y sufrimientos. Pero a ti te protegeré, porque tú me obedeciste
cuando te ordené que no dejaras de confiar en mí. 11 Pronto
regresaré. Sigue creyendo fielmente en mí, y así nadie te quitará tu premio. 12
A los que triunfen sobre las dificultades y mantengan su confianza en mí,
les daré un lugar importante en el templo de mi Dios, y nunca tendrán que salir
de allí. En ellos escribiré el nombre de mi Dios y el de la ciudad celestial,
que es la Nueva Jerusalén que vendrá. También escribiré en ellos mi nuevo
nombre. 13 Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el
Espíritu de Dios les dice a las iglesias.
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