domingo, 16 de septiembre de 2018

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OREMOS POR TODAS LAS ACTIVIDADES DE SEPTIEMBRE Y POR LOS HERMANOS/AS ENFERMOS

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 18 de septiembre, 19 hrs.
Modera: D.I. electo Mauricio Magallanes

Llamamiento: Salmo 121
Oración de ofrecimiento
Himno: “Cerca, más cerca” (333)
Círculo de oración y testimonios
Lectura bíblica: Daniel 4.1.18
Tema: La locura de Nabucodonosor (I)
Himno: “Tu amor por mí” (156)
Ofertorio
Bendición pastoral

“YO SÉ QUE NO HAY NADA QUE TÚ NO SEPAS”
José Héctor Lüdy

D
n 4.1-6: Estos versículos sirven de introducción al episodio que se va a narrar y presentan al rey tranquilo en su palacio, "floreciente" en su dominio. El relato deja entrever semejanzas entre este episodio de la vida de Nabucodonosor y la del rey David: la prosperidad de ambos viene de Dios, el pecado de ambos se da cuando se encuentran paseando por la terraza de su palacio (Dn 4.25; véase 2 Sm 7,1; 11,2ss).

Como en el capítulo segundo del libro, el rey tiene un sueño que lo asusta y lo turba. Esta vez convoca a todos los sabios de Babilonia para que le expliquen su sueño; se lo expone, pero se encuentra de nuevo ante la incapacidad de la sabiduría babilónica para interpretarlo. ¿Por qué el rey convoca a quienes ya antes se habían revelado incapaces de satisfacer su pedido? ¿Daniel se encuentra incluido en el grupo de sabios babilonios? Son dificultades del relato que no interesan al redactor de Daniel.

En este capítulo Daniel no se presenta separadamente de los magos, adivinos, astrólogos y agoreros, pero sólo interviene después, una vez reconocida la incapacidad de la sabiduría humana para interpretar el sueño del rey. Sólo Daniel puede revelar el misterio. Ningún misterio se te resiste. Lo extraordinario del sueño queda destacado por la incapacidad de los sabios para interpretarlo y la capacidad de Daniel en quien alientan fuerzas divinas. Esta última frase hay que entenderla no tanto en sentido de afirmación del politeísmo, cuanto como una afirmación de la comunión de Daniel con la divinidad.

El sentido del pasaje es que el sueño que ha perturbado al rey no presenta dificultad a la capacidad interpretativa de Daniel, porque vive en comunión con Dios. Este reconocimiento formal, hecho por el rey a través de esta comunicación a todos los pueblos, naciones y lenguas, tiene connotaciones teológicas: Dios se da a conocer al rey Nabucodonosor, y a través del rey a todos los pueblos, en medio de la prueba del exilio que sufren los judíos.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

23 – Taller bíblico-doctrinal

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