viernes, 26 de marzo de 2021

Culto de adoración, avance y consolidación, Domingo 28 de marzo, 12 hrs., Domingo de Palmas

 LA ENTREGA DE AMOR DE JESÚS EN LA NARRACIÓN DE MATEO 

C

omparado con los dos precedentes (16.21; 17.22s), el tercer anuncio de la muerte-resurrección omite la idea de inevitabilidad (16.21) y de inminencia (17.22). Se añade la condena a muerte, atribuida a los sumos sacerdotes y letrados, y la entrega a los paganos, que tiene un prop6sito definido: que sea burlado, azotado y crucificado.

Sin embargo, la victoria de la vida sobre la muerte está asegurada. Jesús habla al Israel mesiánico (“los Doce”). Quiere hacerles ver que los jefes religiosos de Israel y los doctores de su Ley son los enemigos mortales del Hombre. EI escenario será Jerusalén. EI Israel mesiánico deberá romper con las instituciones del antiguo Israel, que han traicionado a Dios. De hecho, la misi6n se daré en Galilea para el mundo entero (28.16-20). […]

Jesús entra en la fase final de su éxodo. Recorre el itinerario del antiguo pueblo para entrar en la tierra prometida, pero, mientras para este fue un itinerario de violencia y de muerte, para Jesús es un camino de amor que culminara en el don de su propia vida. Su muerte será la entrada en la verdadera tierra prometida, el reino del Padre.

Juan Mateos y Fernando Camacho, El Evangelio de Mateo. Lectura comentada (1981)


Domingo de Palmas

28 de marzo, 12 hrs.

Presiden: Niñas y niños de la iglesia

Introito


¡Hosanna al Hijo de David!

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!                                 

Mateo 21.9b

Preludio: Hno. Jacobo Núñez Cabrera

 

Una adoración situada, alegre y atenta

Niña/o 1: Del Señor es el mundo entero

y todo lo que en él hay;

con todo lo que en él vive.

Porque el Señor puso las bases de la tierra

y la afirmó sobre los mares y los ríos.

Niña/o 2: ¿Quién puede subir al monte del Señor?

   ¿Quién puede permanecer en su santo templo?

Niña/o 1: El que tiene las manos y la mente

limpias de todo pecado,

el que no adora ídolos

ni hace juramentos falsos. […]

¡Ábranse, puertas eternas!

¡Quédense abiertas de par en par

y entrará el Rey de la gloria!

Niña/o 2: ¿Quién es este Rey de la gloria?

Niña/o 1: ¡Es el Señor, el fuerte y valiente!

¡Es el Señor, valiente en la batalla!

Niña/o 2: ¡Ábranse, puertas eternas!

¡Quédense abiertas de par en par

y entrará el Rey de la gloria!

Unidas/os: ¿Quién es este Rey de la gloria?

¡Es el Señor todopoderoso!

¡Él es el Rey de la gloria!    

Salmo 24, Dios Habla Hoy


Oración de ofrecimiento

Himno: “¿Qué significa ese rumor?” (177)

 Alcanzamos el perdón

Que el malvado deje su camino,

que el perverso deje sus ideas;

vuélvanse al Señor, y él tendrá compasión de ustedes;

vuélvanse a nuestro Dios, que es generoso para perdonar.                                                                        

Isaías 55.7

 

Oración comunitaria

Por cuanto nuestra práctica se ha alejado de la voluntad divina recibimos tu perdón, Padre, confiados plenamente en tu amor y misericordia. 

Nos saludamos fraternalmente

Himno “Vamos cantando al Señor” (397) 

Intercedemos unos/as por otros/as

No dejen ustedes de orar: rueguen y pidan a Dios siempre, guiados por el Espíritu. Manténganse alerta, sin desanimarse, y oren por todo el pueblo santo.

Efesios 6.18


Oración de intercesión

 La Palabra del Señor para el día de hoy

Lectura del Antiguo Testamento

¡Alégrate, bella ciudad de Jerusalén!

¡Ya tu rey viene hacia ti, montado sobre un burrito!

Es humilde pero justo, y viene a darte la victoria

Destruirá todas las armas de guerra

y en todo Israel destruirá los ejércitos;

anunciará la paz en todas las naciones

y dominará de mar a mar,

¡del río Éufrates al fin del mundo!    

Zacarías 9.9-10


Lectura del Nuevo Testamento

Narrador /a: Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Betfagé y se detuvieron junto al Monte de los Olivos, ya muy cerca de la ciudad de Jerusalén. Al llegar allí, Jesús dijo a dos de sus discípulos:

Jesús: Vayan a ese pueblo que se ve desde aquí. Tan pronto como entren, van a encontrar una burra atada, junto con un burrito. Desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les dice algo, ustedes responderán: “El Señor los necesita; enseguida se los devolverá”.

Narrador/a: Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había anunciado por medio del profeta: “Díganle a la gente de Jerusalén: ¡Miren, ahí viene su rey!  Él es humilde, viene montado en un burro, en un burrito.”

Discípulo/a 1: Vamos al pueblito y traigamos al burrito. Ya sabemos qué decir.

Narrador /a: Los dos discípulos fueron al pueblo e hicieron lo que Jesús les había ordenado. Llevaron la burra y el burrito.

Discípulo/a 2: Aquí está la burra y el burrito. Déjame poner mi manto para que lo puedas montar.

Narrador/a: Jesús montó y fue hacia Jerusalén.

Persona 1: Mira! Ahí viene Jesús sobre una burra, vamos por unas palmas y pongamos nuestros mantos para que pase sobre ellos.

Persona 2: ¡Sí! Hay mucha gente y mucho alboroto en la ciudad. ¿Entiendes lo que qué están gritando?

Persona 1: Parece que gritan algo así como “¡Hosanna al Hijo de David, Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. “Sálvanos Mesías nuestro!”.

Persona 3: ¿Quién es este hombre?

Discípulos/as 1 y 2: ¡Es Jesús, el profeta!, Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea.

Persona 2: Vengan, recibamos al Mesías.

Todas/os: ¡Hosanna al Hijo de David, Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!                                                              

 Mateo 21.1-11

Dos niñas/os: Ustedes, aunque nunca han visto a Jesucristo, lo aman y creen en él, y tienen una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras. Ustedes viven alegres porque ya saben que Dios los salvará, y por eso confían en él.

 I Pedro 1.8-9, TLA


Himno “Honor, loor y gloria” (176)


Reflexión bíblica


LA ESPERANZA EN JESÚS LLEGÓ PARA ALEGRAR AL PUEBLO

Hna. Citlali Palomino Cantú

 

El pueblo recibe alegre a su Salvador

Himno “Mantos y palmas” (179)

 

Ofrendar con gratitud y reconocimiento

Nadie deberá presentarse ante el Señor con las manos vacías, sino que cada uno llevará sus ofrendas conforme a los bienes con que el Señor su Dios lo haya bendecido.          

Deuteronomio 16.16b-17


Himno “Los panes y los peces” (438)

Oración por las ofrendas

 

La bendición del Señor fortalece y anima

Hoy, al recordar la gloriosa recepción que el pueblo de Jerusalén brindó al Señor Jesús, afirmamos con inmensa alegría que Él es el Señor de nuestras vidas, así como lo es de todo el Universo. Afirmamos también que su Reino ha llegado y que su presencia es una amplia garantía de que el amor, la justicia y la verdad triunfarán sobre la corrupción imperante en el mundo. Amén.

Bendición congregacional

Himno “Confiad en Jehová” (449)

  Postludio

Intereses de la comunidad

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