1 Dios mío, que vives en el monte Sión,
tú mereces nuestras alabanzas;
mereces que te cumplamos
las promesas que te hacemos.
2 Tú escuchas nuestra oración.
Estamos cansados de pecar,
por eso acudimos a ti.
3 Nuestros pecados nos dominan,
pero tú nos perdonas.
4 ¡Qué bendición reciben
los que viven cerca de ti,
los que viven en tu mismo templo!
Quedamos satisfechos
con el alimento
que de ti recibimos.
5 Nuestro Dios y salvador,
tú nos respondes
dándonos la victoria.
Gente de pueblos lejanos
pone en ti su confianza.
Así hacen los que viven
más allá del mar.
6 Tú, con tu poder y tu fuerza,
formaste las montañas.
7 Calmaste el rugido de los mares,
calmaste el estruendo de sus olas,
calmaste el alboroto de los pueblos.
8 Los que viven en países lejanos
tiemblan de miedo
al ver tus grandes maravillas;
del oriente al occidente,
haces que la gente grite de alegría.
*
15 Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver. 16 Por medio de él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que puede verse y lo que no se puede ver, y también los espíritus poderosos que tienen dominio y autoridad. En pocas palabras: Dios creó todo por medio de Cristo y para Cristo.17 Cristo existía antes de todas las cosas.
Por medio de él, todo se mantiene en orden, 18 y él gobierna a su
iglesia y le da vida. Él es la cabeza, y la iglesia es su cuerpo. Cristo es el
principio de todas las cosas. Por eso él fue el primero en resucitar, para que
ocupe el primer lugar en todo. 19 Y en él se encuentra todo el poder
divino.
20 Por medio de Cristo, Dios hizo que todo el
universo volviera a estar en paz con él. Y esto lo hizo posible por medio de la
muerte de su Hijo en la cruz. 21 Antes, ustedes estaban lejos de
Dios y eran sus enemigos, pues pensaban y hacían lo malo. 22 Sin
embargo, ahora Dios los ha hecho sus amigos por medio de la muerte de su Hijo,
quien se hizo hombre. Dios lo hizo así para que ustedes pudieran presentarse
ante él sin pecado y libres de culpa. 23 Pero
esto será así, sólo si mantienen su confianza en Cristo y siguen creyendo en lo
que nos promete el mensaje de la buena noticia. Este mensaje ha sido anunciado por todo el Imperio Romano, y yo colaboro
anunciándolo.
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