viernes, 15 de agosto de 2008

Letra 82, 20 de julio de 2008

CELEBRAR A CALVINO CAMBIANDO AL MUNDO, DICE LA ALIANZA REFORMADA MUNDIAL
Stephen Brown
ALC/ENI, Ginebra, Suiza, 15 de julio de 2008

Versión de L.C.-O.

La Alianza Reformada Mundial (ARM) cuyas raíces se remontan hasta la reforma religiosa del siglo XVI dirigida por Juan Calvino, está llamando a sus miembros para que celebren en 2009 el 500º aniversario del natalicio del reformador mediante el trabajo por la unidad de la Iglesia, la promoción de la justicia social, el respeto por la creación y la lucha contra la guerra y la violencia.
El líder protestante conocido como Juan Calvino nació el 10 de julio de 1509 en Noyon, al norte de Francia. Es reconocido por su papel en la Reforma protestante en Ginebra, una ciudad-estado independiente que se unió a la Confederación Suiza en 1815.
¿Cómo celebrar el nacimiento de una persona que no deseaba ser el centro de la atención? Escribe el secretario general de la ARM, el Rev. Setri Nyomi, en la introducción del nuevo libro, dirigido a las iglesias para preparar el aniversario. “Su vida y ministerio estaban enfocados a glorificar a Dios y no hizo más que rechazar cualquier intento por idolatrar a algún ser humano”.
El libro titulado The legacy of John Calvin: Some actions for the Church in the 21st century (El legado de Calvino: algunas acciones para la Iglesia en el siglo XXI), ha sido publicado por la ARM y el Centro Reformado Internacional John Knox. Fue lanzado en Ginebra el 10 de julio.
“La mejor celebración que podemos hacer para conmemorar los 500 años del nacimiento de Juan Calvino se encuentra en un compromiso renovado para ser agents de transformación de Dios”, señaló Nyomi.
El libro destaca que un tema recurrente en los escritos de Calvino, especialmente en sus sermones y sus acciones en Ginebra, es su llamado a la justicia social. Urge a los cristianos reformados a promover la justicia económica y el respeto por la creación para honrar la herencia de Calvino. “Frente a la injusticia económica ampliamente diseminada y la destrucción irrefrenable del medio ambiente que está llevando al aumento del calentamiento global, no podemos guardar silencio”, afirma el libro.
Finalmente, el volumen llama a los cristianos de los países industrializados a reflexionar sobre su consume y a cambiar su estilo de vida, reduciendo el uso de la energía y reduciendo el efecto invernadero por el uso del gas.
El libro también invita a las iglesias reformadas a celebrar el aniversario atendiendo “la violencia y la destrucción en tiempos de guerra y de conflictos armados”, y advierte que “Calvino rechazó claramente la guerra como un medio para servir al Evangelio”.
La ARM agrupa a 75 millones de cristianos reformados en iglesias congregacionales, presbiterianas, reformadas y unidas de 107 países.
La Iglesia y su unidad fue un asunto central para Calvino, resalta el nuevo libro, pero hoy “la familia de iglesias reformadas está profundamente dividida”, con algunas iglesias reformadas presentes en casi todos los países. Sugiere también que el aniversario de 2009 es una oportunidad para las iglesias reformadas de promover la unidad de la Iglesia y construir contactos entre sí. “Conozcan a las demás iglesias reformadas en sus comunidades y consideren nuevos proyectos misioneros en común”.
La idea de la publicación que exhorte a los cristianos reformados a celebrar el aniversario y marcar con ello una diferencia en el mundo provino del Rev. Lukas Vischer, teólogo reformado suizo que falleció en marzo de 2008. Aunque él no alcanzó a ver la publicación, cinco días antes de su muerte recibió en su casa a los editores para dar los toques finales del libro.
The legacy of John Calvin: Some actions for the Church in the 21st Century, iniciado por Lukas Vischer y editado por Setri Nyomi. Pedidos a:
warc@warc.ch.

__________________________________________


HACIENDO CAMINO CON LOS POBRES (II)
Julio de Santa Ana

Eso no es fácil. Pues además del peso de la deuda externa que gravitaba sobre nuestros pueblos (y que, hasta cierto punto, puede decirse que se le ha hecho frente de modo positivo desde entonces), surgieron otros aspectos de las circunstancias prevalecientes que han llegado a ser desafíos urgentes para las naciones del planeta. Entre ellos creemos que corresponde destacar el caso de la importancia excesiva que ha llegado a tener el mercado en la vida de los seres humanos, tanto como personas como colectividades. También cabe señalar la incidencia que ha alcanzado la revolución informática. (Es un proceso que aún está lejos de culminar, y que, quizás se encuentra solamente en sus inicios pero que puede llegar muy lejos.) Además, por la relación que se ha establecido entre mercado e informática, corresponde mencionar el proceso de “globalización”, o de mundialización, entendido como la integración de los mercados según el modelo del mercado financiero internacional, que tiene su base en la utilización de los medios de comunicación e información. Es un hecho que en nuestro tiempo el Estado no puede ignorar la evolución de estos factores que inciden de manera diversa sobre los ciudadanos y ciudadanas, según los países.
Concomitantemente, han ganado importancia entidades supranacionales de diversa índole (económicas, financieras, políticas, militares, científicas, etc.) que influyen cada vez más en la vida de nuestras sociedades. Estos aspectos de la situación actual obligan al Estado a transformarse, buscando adecuarse a la misma. Mientras tanto, y es muy grave, persisten problemas que vienen desde hace mucho tiempo; es el caso de la injusticia estructural que existe a nivel internacional y en cada una de nuestras naciones. Esta injusticia es un factor determinante de la condición de la mayoría de los pobres que [constituyen la mayoría de la población de nuestro mundo. Debe reconocerse que, a pesar de líneas políticas que en la actualidad intentan responder al desafío de los pobres y a sus reivindicaciones de mejores condiciones de vida, el reto persiste. Hacer justicia es una exigencia ética; y para que sea efectiva en la sociedad, tiene que estar vigente en ámbitos sociales que trascienden el debate y la práctica política partidaria. Se requieren instrumentos apropiados y orientaciones válidas para que el Estado sea capaz de cumplir con el cometido de hacer justicia a los pobres.
El segundo hecho es que esa toma de conciencia de la crisis del Estado ha llevado gradualmente a los pueblos de América Latina (y especialmente a los de América del Sur) a optar, en el marco de elecciones nacionales (o encuestas de otra índole, en las que se decide el destino y las formas de convivencia nacional, como es el caso de reformas de la constitución, del Estado), por propuestas políticas que no son tradicionales. Los pueblos se preguntan de manera natural: ¿Cómo es posible que puedan seguir vigentes formas anacrónicas cuando la situación exige transformaciones? Los ciudadanos y las ciudadanas van adquiriendo una conciencia cada vez más clara del gran alcance que tiene su participación en los procesos sociales y políticos; entienden que es necesaria. En los tiempos actuales, teniendo presente las alternativas que se les ofrecen, en la mayoría de los casos, prefieren las de izquierdas. Aquellos que han demostrado tener una trayectoria pública caracterizada por esta tendencia han sido elegidos para gobernar en la mayoría de los países sudamericanos: Lula da Silva en Brasil, Michele Bachelet en Chile, Chávez en Venezuela, Kirchner en Argentina, Evo Morales en Bolivia, Tabaré Vázquez en Uruguay, son ejemplos en América del Sur. Observando esta situación, en la segunda mitad de la década actual, se puede afirmar que es muy diferente a la que existía cuando los militares tuvieron que retirarse a sus cuarteles.
Gobernar con justicia es ejercer el poder de manera adecuada a las necesidades y aspiraciones de todos los habitantes de un país. La experiencia de los años 1980 ha dejado sus enseñanzas, que los pueblos entienden no deben ser echadas en saco roto. Un Estado idóneo, cuyas formas se ajusten a la realidad vigente, es una reivindicación de la mayoría de los ciudadanos. Estas formas exigen cambios que den lugar a un mayor protagonismo de los sectores populares. Un Estado democrático es el que garantiza que se lleven a cabo elecciones en los debidos plazos, y que, al mismo tiempo, permite que se lleve a cabo un proceso de consulta permanente con las asociaciones de ciudadanos y ciudadanas a través de las organizaciones de la sociedad civil, sobre todo las que expresan la voluntad de los pobres, de los tradicionalmente postergados, de los oprimidos. Un diálogo constante con estos sectores es imperativo para legitimar el poder en ejercicio.
Este Estado, que hoy parece estar en proceso de consolidarse en América Latina (en situaciones diversas, según las realidades nacionales) exige no sólo un cambio de actitud, de conciencia, en las clases políticas, sino también entre los pueblos que han impulsado los cambios de gobierno. Entre ellos, hasta hace muy poco tiempo, predominaba una postura y una práctica de oposición.
Ahora están llamados a ejercer un apoyo crítico a quienes están en el poder. El imperativo es pasar de una actitud de resistencia a la de una militancia de adhesión circunspecta a los nuevos gobiernos.

No hay comentarios:

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...