domingo, 29 de marzo de 2020

Culto sugerido para el 29 de marzo de 2020


ESPERANZA EN LA INTERVENCIÓN DIVINA

Isaías 64, Luis Alonso Schökel y José Luis Sicre


¡Ojalá rasgases el cielo y bajases,
derritiendo los montes con tu presencia,
1 como fuego que prende en los sarmientos o hace hervir el agua!
Para mostrar a tus enemigos quién eres,
para que tiemblen ante ti las naciones,
2 cuando hagas portentos que no esperábamos.
3 Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios fuera de ti
que hiciera tanto por el que espera en él.
4 Sales al encuentro del que practica gozosamente la justicia
y tiene presentes tus caminos.
Estabas airado, y nosotros fracasamos:
aparta nuestras culpas, y seremos salvos,
5 Todos estábamos contaminados,
nuestra justicia era un paño asqueroso;
todos nos marchitábamos como follaje,
nuestras culpas nos arrebataban como el viento.
6 Nadie invocaba tu nombre
ni se esforzaba por aferrarse a ti;
pues nos ocultabas tu rostro
y nos entregabas en poder de nuestra culpa.
7 Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre,
nosotros la arcilla y tú el alfarero:
somos todos obra de tu mano.
8 No te excedas en la ira, Señor,
no recuerdes siempre nuestra culpa:
mira que somos tu pueblo.
9 Tus santas ciudades son un desierto,
Sión se ha vuelto un desierto, Jerusalén un yermo.
10 Nuestro templo, nuestro orgullo,
donde te alabaron nuestros padres, ha sido pasto del fuego,
y lo que más queríamos está reducido a escombros.
11 ¿Te quedas insensible a todo esto, Señor,
te callas y nos afliges sin medida?
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Año XXVI, núm. 13, domingo 29 de marzo de 2020





Culto de Adoración, Desafío y Proyección
Orden de culto sugerido para realizar como familias

Introito
Toda mi esperanza
la tengo puesta en Dios,
pues aceptó atender mis ruegos.
Mi vida corría peligro,
y él me libró de la muerte;
me puso sobre una roca,
me puso en lugar seguro.                             
Salmo 40.1-2

Celebramos el nombre del Señor
Me enseñó un nuevo himno
para cantarle alabanzas.
Muchos, al ver esto,
se sintieron conmovidos
y confiaron en mi Dios.
Dios bendice
a los que en él confían,
a los que rechazan a los orgullosos
que adoran dioses falsos.
Mi Señor y Dios,
me faltan palabras para contar
los muchos planes y maravillas
que has hecho en nuestro favor.
Quisiera mencionarlos todos,
pero me resulta imposible. […]
Dios mío, tú bien sabes
que no he guardado silencio.
Siempre he dicho que eres justo.
A todo el mundo le he dicho
que tú eres fiel y salvas. […]
Y tú, Dios mío,
no me dejes sin tus cuidados;
por tu gran fidelidad,
nunca dejes de protegerme. Amén.
Oración de ofrecimiento
Himno: “Tan dulce el nombre de Jesús” (390)

Obtenemos el perdón
Acudimos ante ti, oh, Señor, para asumir nuestra negligencia y debilidad para cumplir tu voluntad.
Ciertamente hemos pecado, pero sabemos que la intercesión de tu Hijo nos permite obtener perdón.
Y en ello confiamos plenamente.
Momento de oración en silencio
Unidos/as: Quien esconde su pecado jamás puede prosperar; quien lo confiesa y lo deja, recibe el perdón.                                                  
Proverbios 28.13
Himno "Lléname, Señor" (471)

Unidad y fraternidad
Himno “Somos uno en Cristo” (403)

La oración que unifica
Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios en cualquier circunstancia.
Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son.           I Tesalonicenses 5.16-18
Oración de intercesión

Proclamamos el mensaje divino
Lectura del Antiguo Testamento                   Isaías 64
Lectura del Nuevo Testamento                          Mateo 7.1-12

Reflexión
 
ESPERANZA EN LA INTERVENCIÓN DIVINA
(Audio enviado)
Pbro. L. Cervantes-Ortiz

Afirmamos la esperanza
Himno “Lugar hay donde descansar” (338)

Entregamos nuestra vida entera
D: La ayuda de ustedes fue tan agradable como el suave aroma de las ofrendas que Dios acepta con agrado.
C: Por eso, de sus riquezas maravillosas mi Dios les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta.                                
Filipenses 4.18b-19
Himno “Los panes y los peces” (438)
Oración por las ofrendas

El cuidado del Señor
Bendición comunitaria
D: Dirijo la mirada a las montañas;
¿de dónde vendrá mi ayuda?
C: Mi ayuda viene de Dios,
creador del cielo y de la tierra.
T: Dios jamás permitirá
que sufras daño alguno.
Dios te cuida y nunca duerme.
¡Dios cuida de su pueblo,
y nunca duerme!                                                  
Salmo 121.1-4

Bendición congregacional
Himno “Vivir por Cristo” (341)



ACOMPAÑAMIENTO BÍBLICO

·     Confesado el pecado con deseos de enmienda, tiene que venir la liberación y restauración nacional. Para ello pide el pueblo un adviento o teofanía, con su acompañamiento cósmico y efecto consiguiente en los enemigos (véase, por ejemplo, el salmo 68).
·     Esta confesión del Dios único e incomparable añade una cláusula condicional: Dios ayuda al que espera en él y practica la justicia. Se resume la doctrina de 56.12, 58,6ss, y se provoca una nueva confesión.
·     El pecado es mancha que provoca repugnancia y profana, es contagio que marchita por dentro al hombre, y después lo arrebata como viento escatológico. En contexto penitencial, “justicia” puede referirse a la inocencia real o pretendida de una parte El pueblo reconoce que no puede alardear de inocencia (véase 57.12: “denunciaré tu justicia”).
·     Se han roto las relaciones con Dios y Él sanciona esa ruptura ocultando su rostro, negando su trato personal Y entrega al hombre en poder de su máximo enemigo, su propia culpa (Rom 1.26). La Idea prolonga hasta el extremo lo apuntado en 63,17.
·     El pueblo devuelve a Dios la imagen de la arcilla y el alfarero (29.16; 45.9; Jr 18), sacando de ella un argumento. Además de la alusión a Gn 2-3, puede aludir también a la debilidad que excusa y mueve a compasión (según Sal 103.14: “se acuerda de que somos barro”). Exceso de ira sería no ponerle término, no olvidarse jamás: “no guarda rencor perpetuo” (Sal 103.9).
·     La situación aquí descrita corresponde a los años después de la repatriación, cuando no se han cumplido las magníficas promesas de Isaías. Del templo se recuerda más la alabanza que los sacrificios, y su mención hace eco a la mención inicial del santuario celeste. “Lo que más queríamos” se refiere al templo, como en Ez 24.21, 25.
·     El pueblo no acaba de comprender el silencio de Dios, aunque confiesa que es padre misericordioso. La confianza no anula el sufrimiento, pero lo transforma en oración.
Luis Alonso Schökel y José Luis Sicre

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            Culto de Comunión y Apertura, 5 de abril de 2020
Domingo de Palmas
Tema: “El Señor se manifiesta a su pueblo”.
Base bíblica: Marcos 11.1-11.

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