10 Desbordo de gozo con el Señor,
y me alegro con mi Dios
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como novio que se pone la corona
o novia que se adorna con sus joyas.
1 Por amor de Sión no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su Justicia
y su salvación llamee como antorcha
2 Los pueblos verán tu justicia, y los reyes, tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo
impuesto por la boca del Señor.
3 Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
4 Ya no te llamarán “la Abandonada” ni a tu
tierra “la Devastada”,
a ti te llamarán “Mi Preferida” y a tu tierra “La Desposada”;
porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido.
5 Como un joven se casa con una doncella,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa
la encontrará tu Dios contigo. [...]
8 El Señor lo ha jurado por su diestra y por su brazo poderoso:
ya no entregará tu trigo para que se lo coman tus enemigos;
ya no se beberán extranjeros tu vino, por el que tú trabajaste.
9 Los que lo cosechan lo comerán y alabarán al Señor;
los que lo vendimian lo beberán en mis atrios sagrados.
*
1 Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues ya el primer cielo y
la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. 2 Vi también que la
ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajaba del cielo, donde vive Dios. La ciudad
parecía una novia vestida para su boda, lista para encontrarse con su novio. 3 Y oí que del trono
salía una fuerte voz que decía:
«Aquí es donde Dios
vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos, y ellos serán suyos para siempre. En
efecto, Dios mismo será su único Dios. 4 Él secará sus
lágrimas, y no morirán jamás. Tampoco volverán a llorar, ni a lamentarse, ni
sentirán ningún dolor, porque lo que antes existía ha dejado de existir".
5 Dios dijo desde su
trono: "¡Yo hago todo nuevo!". Y también dijo: "Escribe, porque
estas palabras son verdaderas y dignas de confianza".
6 Después me dijo: "¡Ya todo está hecho! Yo soy el principio y el
fin. Al que tenga sed, a cambio de nada le daré a beber del agua de la
fuente que da vida eterna. 7 A los que triunfen
sobre las dificultades y sigan confiando en mí, les daré todo eso, y serán mis
hijos, y yo seré su Dios. 8 Pero a los cobardes,
a los que no confíen en mí, a los que hagan cosas terribles que no me agradan,
a los que hayan matado a otros, a los que tengan relaciones sexuales
prohibidas, a los que practiquen la brujería, a los que adoren dioses falsos, y
a los mentirosos, los lanzaré al lago donde el azufre arde en llamas; y allí se
quedarán, separados de mí para siempre".
9 Después vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas
con las últimas plagas terribles, y me dijo: "Acércate; voy a mostrarte a la
novia, la que va a ser la esposa del Cordero".
10 Y en la visión que el Espíritu de Dios me mostró, el ángel me llevó a un
cerro grande y alto, y me enseñó la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba
del cielo, donde está Dios. 11 La presencia de Dios
la hacía brillar, y su brillo era como el de una joya, como el de un diamante,
transparente como el cristal.
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