La Palabra (Hispanoamérica)
13 Entren por la puerta estrecha. La puerta que conduce a la perdición es ancha, y
el camino fácil, y muchos son los que pasan por ellos. 14 En cambio,
es estrecha la puerta y angosto el camino que llevan a la vida, y son pocos los
que los encuentran.
15 Tengan cuidado con
los falsos profetas. Se acercan a ustedes haciéndose pasar por ovejas, cuando
en realidad son lobos feroces. 16 Por sus frutos los conocerán, pues
no pueden recogerse uvas de los espinos, ni higos de los cardos. 17 Todo árbol sano da buenos
frutos, mientras que el árbol enfermo da frutos malos. 18 Por el
contrario, el árbol sano no puede dar fruto malo, como tampoco puede dar buen
fruto el árbol enfermo. 19 Los árboles que dan mal fruto se cortan y
se hace una hoguera con ellos. 20 Así pues, también ustedes
conocerán a los falsos profetas por sus frutos.
21 No todos los que
dicen: “Señor, Señor” entrarán en el reino de los cielos, sino los que hacen la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en
el día del juicio: “Señor, Señor, mira que en tu nombre hemos anunciado el
mensaje de Dios, y en tu nombre hemos expulsado demonios, y en tu nombre hemos
hecho muchos milagros”. 23 Pero yo les contestaré: “Ustedes me son
totalmente desconocidos. ¡Apártense de mí, pues se han pasado la vida haciendo
el mal!”.
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