CONSTANCIA CRISTIANA Y PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS
J. Calvino, Institución
de la Religión Cristiana (III, xxiv, 6)
El
llamamiento eficaz implica la perseverancia final
1. Mas
puede que alguno diga que debemos estar solícitos y acongojados por lo que en
el futuro nos pueda acontecer. Porque así como san Pablo dice que Dios llama a
aquellos que ha escogido (Ro 8.30), también el Señor prueba que “muchos son
llamados, y pocos escogidos” (Mt. 22.14); y el mismo san Pablo en otro lugar
nos exhorta a estar seguros: “El que piensa estar firme, mire que no caiga” (1
Co 10.12). Y: “Tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme” (Ro 11.20).
Finalmente, la experiencia misma muestra suficientemente que el llamamiento y
la fe sirven de muy poco, si juntamente no hay perseverancia, la cual se nos da
a todos.
2. Pero Cristo nos ha librado de esta
solicitud. Porque sin duda estas promesas se refieren al futuro: “Todo lo que
el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene no le echo fuera”. Y: “Esta es
la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ye al Hijo y cree en él,
tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día postrero” (Jn. 6,37.40).
Igualmente: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les
doy la vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y
nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Jn 10.27-29).
3. Y cuando dice que toda planta que su Padre
no plantó será arrancada (Mt. 15.13), prueba por el contrario, que es imposible
que los que han echado vivas raíces en Dios puedan ser arrancados de Él. Está
de acuerdo con ello lo que dice san Juan: “Si hubiesen sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros” (I Jn 2.19). Y ésta es la razón por la que san Pablo
se atreve a gloriarse frente a la muerte y la vida, frente a lo presente y lo
por venir (Ro 8.38); gloria que debe estar fundada sobre el don de la
perseverancia. Y no hay duda que se refiere a todos los elegidos al decir: “El
que comenzó en vosotros la obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
(Flp. 1.6). Y David, cuando titubeaba en la fe, se apoyaba en este fundamento:
“(Señor), no desampares la obra de tus manos” (Sal. 138.8).4. Y el mismo
Jesucristo, cuando ora por los elegidos no hay duda de que en su oración pide
lo mismo que pidió por san Pedro; a saber, que su fe no falte (Lc 22.32). De lo
cual concluimos que están fuera de todo peligro de apartarse por completo de
Dios, puesto que al Hijo de Dios no le fue negada su petición de que sus fieles
perseverasen constantes. ¿Qué nos quiso enseñar Cristo con esto, sino que
confiemos en que seremos salvos para siempre, puesto que Él nos ha recibido por
suyos?
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BAJO CUSTODIA
Karl Barth, Instantes
Y Yo os daré descanso. Mateo 11.28
No
tiene descanso quien ningún desasosiego tiene. No tiene descanso quien es lo
bastante perezoso y egoísta para no inquietarse por nada o para mantener el
desasosiego a distancia. Una inquietud reprimida no significa descanso alguno.
Tiene descanso quien, en medio de la inquietud, se sabe bajo custodia: quien,
aun cuando ciertamente no dejará de tener cuidado, no piensa, sin embargo, que
tenga que protegerse a sí mismo, sino que sabe que otro lo ha tomado bajo su
protección. Descanso tiene quien en medio de toda inquietud se sabe libre. Libre
es quien ve perfectamente, e incluso soporta, las barreras que lo cercan por
todas partes, pero ve también cómo éstas están salpicadas de puertas y
ventanas. Y lo que desde allí fuera le saluda es el libre mundo de Dios que le
sale al encuentro, y en el cual puede vivir ya hoy, pudiendo ver a la vez, ya
desde ahora, lo pequeña y pasajera que es su prisión y lo grande y eterno que
es este mundo de Dios. Descanso tiene quien en medio de la inquietud se sabe
atado, ligado a su sitio, a su camino en esta vida, tal como le está asignado
precisamente en este momento. Descanso tiene quien conoce algo más alto que sus
propios antojos y su propia arbitrariedad, algo más alto que todas esas
extrañas ocurrencias que le llenan diariamente los oídos, más alto que las
casualidades ciegas que lo empujan de aquí para allá. ¿Quién de nosotros tiene
descanso en este sentido? Jesús dice: “Yo os daré descanso”.
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EL MALTRATO A LAS MUJERES EN LA IGLESIA
Francisco Gómez Maza, Análisis
a Fondo, 24 de febrero de 2014
Entre
los recovecos enfermizos de las estructuras de poder económico y político,
destaca el omnipotente y divino poder de las estructuras religiosas, que
socavan la dignidad de los seres humanos que tuvieron la bendición de nacer
mujeres. La escalada es más perversa en contra de las mujeres.
Si en la política, las mujeres no sirven más
que como objetos decorativos de cámaras, congresos, oficinas y actos cívicos, y
en la economía no se les permite destacar como personas ejecutivas, en las religiones
se les trata como seres sin derechos, pero sí con obligaciones. Hace ya mucho
tiempo que muchas mujeres han venido organizándose para hacerse visibles como
seres humanos con las mismas obligaciones y derechos que los varones. El camino
de la lucha ha sido y sigue siendo muy difícil porque a los varones no se les
educa en el trato hacia las mujeres. Se les pide a las mujeres que defiendan
sus derechos, pero no se les enseña a los hombres a respetar los derechos de la
mujer.
Un ejemplo viviente de esta tiranía es lo que
ocurre en la Iglesia Nacional Presbiteriana, en la cual se impone la visión
machista, al estilo católico, que niega a las mujeres el acceso a las
actividades de liderazgo y de coordinación. En la iglesia vaticana, a las
mujeres se les niegan las órdenes llamadas sagradas, el diaconado, el
sacerdocio, el orden episcopal y ya no digamos el papado. Lo mismo ocurre en la
inmensa mayoría de las congregaciones protestantes.
El caso más reciente y sonado, publicado en Excélsior,
el periódico de la vida nacional, en la sección nacional del domingo 23 del
presente febrero (p. 26) es el de un desagradable desaguisado perpetrado por un
órgano presbiteriano de Chiapas, en contra de una mujer que de repente quedó
convencida de que ella podía ser ordenada “pastora”.
Cira Hernández Gutiérrez, con una experiencia
pastoral de un cuarto de siglo, de repente fue ordenada por un grupo de
“ancianos” convencidos de que no había ni existe ninguna prohibición bíblica
para que las mujeres sean ordenadas ministros de la iglesia. El 15 de diciembre
del año pasado, Cira fue ordenada y la jerarquía reaccionó violentamente hasta
expulsarla de la iglesia, excomulgarla como no hace mucho hacía la iglesia
romana con sus fieles que osaban contradecir la doctrina ortodoxa, aunque ésta
fuera mal interpretada por los exégetas del sistema. La pastora fue despedida
no sólo de su iglesia, como creyente, sino que fue despojada de sus derechos
laborales y los patrones la pusieron en la calle sin indemnización alguna y la
dejaron al arbitrio de la orfandad. La apoya, sin embargo, un grupo de
presbiterianos y de otras confesiones cristianas y católicas. Un grupo de
teólogos y pastores presbiterianos prácticamente se separó de la jerarquía
presbiteriana y se puso a trabajar en Chiapas y en otras regiones del sureste
mexicano, en un intento por interpretar la realidad social a la luz de las
exigencias de la realidad y no, como dicen los teólogos positivistas, al amparo
de la revelación.
Cira y otras mujeres están conscientes de que
el camino que decidieron recorrer para que los jerarcas se den cuenta de que el
Evangelio no discrimina a las mujeres es sumamente difícil, lleno de abrojos y
espinas, pero están abriendo camino para que otras mujeres, y no sólo en el
ámbito religioso, sino también político y económico, se den cuenta de que
tienen los mismos derechos y obligaciones que los varones. Una pequeña
diferencia debería de unir solidariamente a los hombres y las mujeres. Eso
precisamente, que unos son masculinos y otras, femeninas y que no pueden vivir
más que en convivencia armónica. Que lo oigan los políticos de la
partidocracia, que lo que hacen es tolerar la presencia femenina en las cámaras
legislativas, por ejemplo, y que aún siguen creyendo que el lugar de la mujer
es la cocina o estar como una escopeta: cargadas y en el rincón.
UN PASTOR BAUTISTA, PRESIDENTE INTERINO DE UCRANIA
Protestante
Digital, 25 de febrero de 2014
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