TENTACIÓN
Karl Barth
Instantes.
Santander, Sal Terrae, 2005, p. 123.
Me siento
como pájaro solitario en el tejado.
Salmo 102.8
He Qi, Pérdida del Paraíso
L
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a religión puede ser un asunto
privado, pero la obra y la palabra de Dios es la reconciliación del mundo con
Dios acontecida en Jesucristo. Dios, sin embargo, no ha dicho aún su última
palabra en este asunto. Es decir, todavía no ha hablado universalmente de la
obra de Dios acontecida en él: todavía no ha llegado el momento en que todo
oído, toda razón y todo corazón tengan que escucharlo. Esto significa que el
cristiano se encuentra, frente a casi todos los demás, en relativa soledad.
Sólo podrá verse a sí mismo como perteneciente a una minoría que, bien mirado,
casi está a punto de desaparecer. Este aislamiento requiere aguante. ¿Qué
pretenden, pues, esos pocos e insignificantes cristianos? ¿Qué esperan
conseguir con eso en la gran feria, en el gran campo de batalla, en la gran
prisión y manicomio que parece ser continuamente la vida de la humanidad? ¿Qué
es, de hecho, esa fuerza divina del Evangelio que alaba Pablo, en comparación
con las fuerzas del Estado, de la economía mundial, de las ciencias naturales y
de la técnica?
En la arena tendría que
esconder su cabeza el cristiano para no sentirse tentado por todo ello —y en
arena aún más honda si, para escapar a esta cuestión, quisiera replegarse en su
propia fe y amor—. Pero es sensato y necesario aguardar firme ante esta
frontera, es decir, contar incondicionalmente con que el día en que Jesucristo
venga a completar la revelación, será con toda seguridad el día en que los
muertos y los vivos oirán su voz.
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TALLER BÍBLICO: PREDICAR EL ANTIGUO TESTAMENTO
(II)
1. El orden hebreo de los libros
2. Abuso de algunos métodos de interpretación
·
Literalista. Que
no deja que el intérprete acceda a las cuestiones de fondo planteadas por el
texto, ya que sólo se queda en la superficie del texto, como si no hubiera nada
más detrás de la letra.
·
Armonización precipitada con el N.T. Desvía
la atención a cuestiones planteadas por otros textos ajenos al propio A.T. Es
decir, que impone la visión del NT sin antes haber escuchado el texto del A.T.
por sí mismo.
·
Interpretación cristológica. Asume
demasiado rápidamente la respuesta cristiana, y no escucha con la suficiente
atención la pregunta planteada por el texto antiguo.
3. Algunos ejemplos
·
El relato de la creación (Génesis 1).
Muchas predicaciones de nuestros círculos se centran en la disputa "creacionismo-evolucionismo",
y obviamente afirman el primero contra el segundo. Este planteamiento es muy
estéril ya que no se tienen en cuenta los datos del contexto histórico del
texto, ni siquiera los literarios que hoy conocemos, y que nos ayudan a centrar
el texto en su intencionalidad histórica, si bien es verdad que ésta es siempre
difícil.
·
El esquema profecía-cumplimiento. Aquí
predomina la lectura cristiana evangélica sobre el A.T., y significa que cada
evento histórico relativo a Cristo debe encontrar su "predicción" en
el texto antiguo. El problema de este planteamiento es que no tiene para nada
en cuenta el aspecto mucho más amplio de la profecía, movimiento que estaba
constituido por personas que mediante sus vidas de entrega y compromiso
(lealtad o fidelidad) ante el Señor abrían nuevos caminos de vida en momentos
de muerte, a pesar de que en no pocas ocasiones ellos mismos no eran siquiera
conscientes de tal novedad. En buena parte del movimiento profético, el abrir
nuevos caminos de vida en medio de la muerte les costó a ellos mismos su propia
muerte.
·
La lectura cristológica. La
interpretación trinitaria del plural de Gen 1:26, o la “cristianización” de la
figura del “Siervo de Yahweh)” son dos claros de un uso abusivo de esta
lectura. En el primer caso, está totalmente fuera de lugar, pues confunde un
plural mayestático, o el plural referido a toda la "corte celestial",
con la Trinidad, doctrina que aunque tenga fundamento bíblico es claramente
posterior al canon cristiano. […] Además, cae en la herejía triteísta (tres
dioses) al basarse en el plural. En cuanto al "Siervo de Jehová (o
Yahweh)", una rápida asociación con Cristo, que es legítima sin duda,
impide que veamos las asociaciones originales. […]
4. Un caso aparte: el Eclesiastés (Qohelet, el Predicador)
¿Por qué es este libro
tan poco usado en la predicación cristiana? Precisamente por causa del abuso en
el uso de los tres métodos anteriormente mencionados. La coherencia interna de
estos métodos obliga a una selección de textos del A.T. que se prestan más a su
aplicación. Qohelet no se presta tan fácilmente. Sin embargo, e ironías del
destino, es el único libro del canon hebreo que nos ha llegado, vía la Septuaginta,
con un título conforme al término ecclesía, de donde deriva nuestro
término "iglesia", sobre lo cual pocos han visto un esquema profético
de anuncio-cumplimiento. […]
5. Breve
estudio como muestra de una sana interpretación
·
Génesis 1-2:4a
a) Género.
Himno cosmogónico que canta los orígenes
de la creación.
b) Origen. Entorno
de las mitologías cosmogónicas babilónicas que los judíos en
el exilio llegaron a conocer, las cuales presentaban a la Creación, hombres y
mujeres, como resultado de las luchas entre los dioses. […]
c) Intención inicial. Rechazo
de las mitologías babilónicas. Como alternativa, ofrece una cosmogonía judía
cuya teología y antropología son claramente opuestas a las babilónicas. En
concreto, se rechaza 1) el espíritu competitivo atribuido a la Creación, y 2)
el origen servil de los humanos y, por tanto, su destino “fatal” de
servidumbre.
d) Predicación. 1)
La creación divina es un acto libre, pues surge del amor divino. Por tanto, es
una creación "porque sí", sin mayores razones. 2) Rechazo al espíritu
competitivo como base de la organización social. Dentro de este marco se puede
reenfocar más positivamente la cuestión creacionismo vs. evolucionismo:
se rechaza la filosofía de la vida basada en la “supervivencia por la
eliminación del inferior”, incluso si ésta tiene como base una ley natural
demostrada científicamente. […]
·
II Samuel
7
a) Género. Propaganda
pro-monárquica (vv. 10-16), en favor de la dinastía davídica.
b) Origen. La propaganda política de
las monarquías del Antiguo Oriente.
c) Intención doble. Por
un lado, es una apología (legitimación) de una dinastía particular; pero por el
otro pretende alcanzar un compromiso con el yahvismo profético, que es
tradicionalmente antimonárquico.
d) Predicación. Sobre
este texto podrían basarse predicaciones que plantearan los siguientes temas,
entre otros muchos: 1) En partidos opuestos, incluyendo los eclesiales o
teológicos, puede haber una verdad parcial en cada uno. 2) Ante la evolución
histórica imparable (la monarquía que sustituye a los Jueces, en el caso que
nos ocupa), se deben encontrar los nuevos signos de redención que vienen de
Dios por medio de las nuevas instituciones. 3) Aún a través de un intento
humano de manipulación, como es el de la propaganda, Dios puede actuar o
manifestar su palabra (o no, pero sí lo hace en este caso). Así, de este texto
de la promesa dada a David derivará más tarde la fe mesiánica.
·
Isaías 19:16-25
a) Género. Oráculo de castigo y
promesa de bendición (Egipto).
b) Origen. Reversión de los
oráculos contra las naciones. Los críticos dicen que la primera función de los
profetas fue la de pronunciar oráculos divinos contra las naciones enemigas,
pero en los profetas escritores (el primero quizás fue Amós) el oráculo es
dirigido contra Israel mismo, y contra Judá. Por estas razones, llama la
atención la bondad con la que, al final, el profeta habla de Egipto.
c) Intención inicial.
Promover la fe israelita como una fe universal. Nótese que la promoción del
comercio con Egipto es a su vez medio de proselitismo, y por lo tanto muestra
el vínculo que había (o hay) entre economía y religión. Además, este oráculo
contraviene la ley de la centralidad del templo promulgada en Deuteronomio 12.
d) Predicación. Sobre
este texto podrían basarse predicaciones que plantearan los siguientes temas,
entre otros muchos: 1) El comercio y la economía al servicio de la
Evangelización. O dicho de otro modo, economía y comercio al servicio de la
esperanza escatológica. Este aspecto es muy importante hoy día que tanto se
habla del nuevo orden mundial/global, y que es presentado por muchos como
portador de todo tipo de parabienes. 2) El texto y su esperanza escatológica
entra necesariamente en tensión con la ley escrita (centralización del templo
en Deuteronomio 12), mostrando una realidad muy propia de cualquier realidad
religiosa y eclesial: la vida de cualquier individuo de fe, y de cualquier
institución eclesial, estará regida siempre por a la tensión entre el texto que
pretende regular su vida su fe, y las promesas de plenitud escatológica a las
que aspira (y que son parte del mismo texto). […]
Basado en Pedro Zamora, “La predicación en el Antiguo Testamento”,
Seminario Evangélico Unido de Teología, vol. 1, núm. 13, 2000, www.facultadseut.org.