Salmo 5
El título de este salmo que encontré en algunas Biblias, varía: La protección de Dios, Plegaria pidiendo protección, Protección divina. En este salmo encontramos una oración que es diferente a lo cotidano porque es una plegaria acompañada de gemidos, clamores y una gran insistencia. Cuando se vive una injusticia se clama como aquí lo hace el salmista, sabiendo de antemano que Dios no se complace en la maldad, pues aborrece a los inicuos, desprecia a los sanguinarios, mentirosos, engañadores (vv. 4-6) y ama al que hace justicia.
David era un hombre que buscaba a Dios en casi todas sus tareas, pues incluo en lo más común sabía que gozaba del favor de Dios, no por él sino por la misericordia divina (v. 7). Pero también sabía que Dios estaba con él a pesar de las circunstancias difíciles porque él confiaba en Dios (v. 11). Sólo el alma que en Dios confía puede cantar o estar alegre en situaciones difíciles.
La palabra que encontramos en este salmo que ejemplifica la protección que Dios garantiza aparece en el v. 12: "Porque tú Jehová bendecirás al justo; como a un escudo lo rodearás de tu favor".
Quién no ha visto películas sobre caballeros, peleas cuerpo a cuerpo, con espadas y escudos. David era un conocedor del arte de la guerra y del uso de las armas, pues era cotidiano para él, quien sabía muy bien las ventajas y desventajas que tenía su armamento. Por eso él reflexiona sobre esto, sabiendo que Dios lo cuidaba.
El escudo, en especial, es un elemento defensivo; su única desventaja es que sólo protege por delante, pero la espalda queda desprotegida y es un blanco fácil para el adversario.
Dios, para David, era un escudo circular, uan pared impenetrable, una muralla que le daba seguridad, confianza y tranquilidad ante las circunstancias difíciles, no sólo de la guerra sino aun en las circunstancias cotidianas. El brazo fuerte de Dios no lo dejaba de sostener, pues Él es el escudo que nos protege de día y de noche. La confianza en Dios es una garantía de protección permanente.
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