
Para comprender el discurso teológico paulino, habría entonces que ubicarnos en el primer siglo, año 56-57. Estudiar la situación socio-económica, político-militar y religiosa del imperio romano, y en especial la ciudad de Roma. Además, habría que estudiar también las situaciones conflictivas dentro de las diversas comunidades cristianas, y al autor, Pablo, cuya experiencia personal, étnica, laboral y eclesial influyó en su comprensión teológica de la realidad. De esa manera se historizan los conceptos fundamentales de la carta.
Después de haber analizado y descubierto lo que posiblemente Pablo en la carta intentó responder a su momento histórico, y después de tener claras las claves de lectura, podemos releer la carta a la luz de nuestra realidad, guiados por las claves y siguiendo una estructura para facilitar el estudio.
Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, RIBLA, núm. 20, 1995, p. 76; www.clailatino.org/ribla/ribla20/como%20entender%20la%20carta.html
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