domingo, 25 de octubre de 2009

Letra 144, 25 de octubre de 2009

ZWINGLIO Y LA REFORMA SUIZO-ALEMANA
Georg Plasger
Curso de Historia y Teología Reformada
www.reformiert-online.net


La Reforma no debe ser identificada sólo con Lutero
En Alemania, cuando se habla de la Reforma, ésta suele asociarse directamente con la persona de Martín Lutero, y es cierto, porque con él empezó. Las 95 tesis que fijó en la puerta exterior de la iglesia del castillo de Wittenberg el 31 de octubre de 1517 son el mejor testimonio. Sin duda, Lutero es el reformador más importante. Pero no es el único, no en Alemania y mucho menos en otros países. Hay que prestar atención a dos cosas: Por un lado, la Reforma no debe ser identificada con Lutero; justamente la Iglesia Reformada se remonta a Zwinglio y Calvino sin poder ni querer cuestionar los méritos de Lutero. Por otro lado, Lutero no puede ser la medida absoluta para lo que se considera "reformado" o no. Esto significaría estrechar nuestro horizonte y no poder valorar los conocimientos y descubrimientos de otros reformadores.

Ulrico Zwinglio: desde su nacimiento hasta el llamado a Zürich
Ulrico Zwinglio nace el 1 de enero de 1484 en Wildhaus (unos 50 kilómetros al sur de San Gall, en un valle del condado de Toggenburg). Tiene nueve o diez hermanos de los que por lo menos dos mueren relativamente jóvenes; dos de sus hermanas toman el hábito. Después de los años de colegio, entre otras ciudades en Basilea y Berna, a partir de 1499 Zwinglio realiza sus estudios superiores en Viena y Basilea (1502), donde se gradúa como magister en 1506. Su maestro más importante en Basilea es Tomás Wyttenbach. Después de sus estudios de las "artes liberales", Zwinglio sigue medio año de teología y, a partir del verano 1506, ocupa el cargo de pastor en Glaris, no lejos de su pueblo natal de Wildhaus. Desde temprano, Zwinglio toma posición en un asunto político situado en el contexto de las tropas mercenarias, comunes en esa época en la Confederación Helvética. El negocio mercenario es lucrativo para las ciudades: Si ponen una parte de sus jóvenes a disposición de estos ejércitos, reciben sumas considerables para las arcas municipales. Alrededor de 1506, en la ciudad de Glaris se delibera sobre el destino de los mercenarios locales: Habsburgo, Francia o el Papa son alternativas posibles. Zwinglio toma partido por el Papa; para él, los soldados son el arma del crucificado contra los enemigos de la iglesia - se trata de una especie de Guerra Santa.
En 1513, Zwinglio acompaña como capellán castrense a unos 500 soldados de Glaris que forman parte del ejército papal. Sin embargo, la experiencia de la guerra lo hace reflexionar. En 1515, el ejército papista sufre una derrota, y en Glaris las simpatías cambian hacia los franceses victoriosos. Esto es un serio problema para Zwinglio, quien es leal al Papa. Abandona su ciudad y se va a Einsiedeln, un antiguo lugar de peregrinaje con un gran monasterio. Allí, en 1516, empieza a trabajar como párroco. Durante los dos años en Einsiedeln, el carácter político de su actividad, hasta ahí muy dominante, se suaviza. Las actividades en la iglesia y sus estudios científicos y personales vuelven a ser lo principal en su vida.
Exactamente en 1516, Zwinglio experimenta una conversión reformatoria. Dice de sí mismo que "desde ahora prediqué el Evangelio". Lee las obras escolásticas y las de los Padres de la Iglesia y aprende griego como autodidacta para poder leer el Nuevo Testamento en su original. Zwinglio llega a ser un teólogo docto. Entre otros, conoce la filosofía del famosísimo Erasmo de Rotterdam, pero no adopta sencillamente sus enseñanzas. Ahora bien, ¿en qué consiste su "Evangelio"? Aquí no se puede preguntar por la doctrina de la justificación por la fe luterana, para reconocer la conversión reformatoria de Zwinglio. Él va por su propio camino. Su conversión reformatoria se basa en una clara orientación bíblica, hacia la sola Scriptura (sólo la Santa Escritura). Esta decisión no es meramente racional, Zwinglio más bien enfatiza la autoridad de la Biblia porque es ella —y no la iglesia con su poder clerical— la que transmite el Evangelio, la buena nueva de un Dios humano. Este proceso de conocimiento reformatorio se ampliará y se profundizará en sus contenidos durante los años siguientes. Los inicios de la Reforma en Zürich En otoño del año 1518, Zwinglio es llamado a Zürich como primer predicador de la iglesia principal. Su tarea principal será la prédica. Y comienza con una novedad: para predicar, no se basa en el orden vigente de las lecturas bíblicas (las perícopas), sino que interpreta las Santas Escrituras cronológicamente. Con esto se rebela contra la dominancia del año litúrgico y sigue la secuencia de la Biblia. […]

_____________________________________________________
DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ, TEATRO DE FE
Francis Mesa
El Día, República Dominicana, 19 de octubre de 2009

Santo Domingo. La era medieval fue de grandes cambios en la humanidad. Entre ellos, los que dividieron a los creyentes entre católicos y protestantes.
El Ministerio Integridad y Sabiduría realizó un montaje teatral basándose en las batallas que tuvo que librar Juan Calvino, uno de los más fervientes precursores del protestantismo en la Europa de esa época.
Con una impresionante puesta en escena, desde el vestuario hasta la escenografía, en la que no se escatimaron recursos y en la que participaron más de 100 actores, "De las tinieblas a la luz" transportó a los asistentes a los años conflictivos en los que la iglesia Católica calificaba de hereje a todo el que se apartara de su doctrina.
Actores no reconocidos del ambiente artístico "secular" personificaron a los protagonistas de la historia de una forma creíble y convincente, sin necesidad de caer en demasiados estereotipos.
__________________________________________________

LA BIBLIA GANA ESPACIO EN ELMUNDO DIGITAL
La Nación, Buenos Aires, 20 de octubre de 2009

Desde la primera edición publicada por Gutenberg en el siglo XV, mediante un sistema que marcó el inicio de la imprenta, la Biblia se volvió multimedia. Ahora, gracias a los últimos adelantos tecnológicos, se presentó en Orlando una nueva versión del texto religioso, denominada Glo, diseñada "para un mundo digital", anunció el ingeniero aeronáutico brasileño Nelson Saba, cofundador del emprendimiento (www.bibleglo.com). La nueva Biblia multimedia, que por ahora sólo se ofrece en inglés, permite disponer del texto digital como si fuera una edición impresa y pone a disposición de los lectores la ubicación geográfica de los acontecimientos bíblicos en un mapa y una línea de tiempo.
Se aprovechan, además, las posibilidades multimedia con videos en alta calidad, visitas virtuales e imágenes en alta resolución, en tres DVD, disponibles sólo en Estados Unidos por US$ 89.90. El portal oficial del Vaticano ofrece los textos de la Biblia, versículo por versículo, en español, inglés, italiano y latín.
"Nosotros no sólo digitalizamos la Biblia", dijo Saba. "Lo que hicimos fue crear un producto con nuevas funciones, que potencia el contenido y lo hace acorde y relevante para esta generación".

Vivir y creer como predestinados/as, José Luis Velazco M.

25 de octubre de 2009

viernes, 23 de octubre de 2009

Amor de Dios y predestinación, Karl Barth

25 de octubre de 2009

LOS TEÓLOGOS QUE TENEMOS EN MENTE desearon ser teólogos cristianos, y en la manera particular en la que fue presentada su doctrina de la predestinación quería ser una interpretación de la Escritura, y por lo tanto un testimonio a la revelación del Dios Trino. No había, por lo tanto, la pregunta de una especulación arbitraria sobre un absoluto concebido arbitrariamente, sino, en su lugar, un obediente estar-de-acuerdo con a Quien Jesús Cristo llamaba Su Padre y quien llamaba a Jesús Cristo su Hijo. En tanto mantengamos su intención, pensamos que podríamos estar de acuerdo con ellos cuando agreguemos que la libertad, el misterio y la justicia de Dios en la elección de la gracia deben ser entendidos en términos de teología cristiana. Sólo entendidos así ellos son la verdad que debe ser proclamada en la Iglesia.
No nos formamos al azar el concepto de la elección de la gracia. En él describimos la opción de Dios que, precediendo cualquier otra opción, se cumple en su voluntad eterna de la existencia del hombre Jesús y de las personas representadas en él. Si vamos a entender y a explicar la naturaleza de este acto primario y básico de Dios, no podemos pararnos, entonces, en la característica formal de que esta es una opción. Debemos resistir la tentación de absolutizar en algún grado el concepto de optar o elegir. No debemos interpretar la libertad, el misterio y la justicia de la elección de la gracia meramente como las definiciones y atributos de una forma suprema de elegir tomada como absoluta. No debemos encontrar en esta forma suprema como tal la realidad de Dios. De otra manera estaríamos haciendo lo que no debemos hacer. Estaríamos falsificando y construyendo (con esta misma característica) un ser supremo. Y es difícil imaginarse cómo la descripción de la actividad de este ser puede alguna vez convertirse en Evangelio. Si la última y distintiva característica de Dios es una absoluta libertad de elección, o una elección libre absoluta, entonces será difícil distinguir Su libertad del capricho o Su misterio de la ceguera de tal capricho. Será no menos difícil mantener su justicia en alguna forma excepto en la de una mera aseveración. Será entonces muy difícil dejar claro que Dios no es meramente un tirano que vive de sus antojos, que Él no es meramente un ciego destino, que Él es otra cosa que la inescrutable esencial de todo el ser.
En contra de eso debemos tomar como nuestro punto de partida el hecho de que esta opción o elección divina es la decisión de la voluntad divina que fue cumplida en Jesús Cristo.
No debemos buscar la base de esta elección en ningún lugar excepto en el amor de Dios. Si la buscamos en otro sitio ya no estamos hablando de esta elección. Ya no estamos hablando de la decisión de la voluntad divina que fue cumplida en Jesucristo. Estamos mirando más allá de esta a una supuesta mayor profundidad en Dios (y eso indudablemente significa la nada, o en su lugar la profundidad de Satanás). Lo que pasa en esta elección es siempre que Dios está por nosotros.

sábado, 17 de octubre de 2009

Letra 143, 18 de octubre de 2009

BONHOEFFER, AGENTE DE GRACIA
MEC Argentina

Eric Till, que vive en Ontario, Canadá, escribió y dirigió Bonhoeffer: agente de gracia. Esta película lleva al público una historia de alguien que nos muestra la acción moral en un período de gran mal. Dijo: "Me ha fascinado la vida de Bonhoeffer", "un hombre que, a pesar de tener, por supuesto, conferencias y escrito un libro sobre la ética, se enfrenta a una situación compleja". Ulrich Turkur, el actor que interpreta a Bonhoeffer, no sólo se ve notablemente parecido al personaje, sino también se dice que tienen un carácter similar. "Los alemanes fueron los más preocupados por él para representarlo". Bonhoeffer: agente de gracia recibió el Premio de Mejor Película en el 40º Festival Anual de Televisión en Montecarlo, superando a las películas presentadas por más de 70 países, incluido EU y producción de empresas como MGM Mundo, NBC, Paramount Pictures y Sony Entertainment. Dietrich Bonhoeffer fue un pastor luterano y religioso, que experimentó el horror de la Alemania nazi y se enfrentó a él. Luchando entre sus valores cristianos y la lealtad a su patria, escogió levantarse contra los nazis. La historia de Bonhoeffer es de fe, valentía y responsabilidad moral. Cuestiones que son tan importantes hoy como lo eran hace medio siglo.
La magistrada de la Suprema Corte, Ruth Ginsberg, dijo, en referencia a esta película: "Hay tantas personas en Alemania, que sólo sucumbió ante el régimen nazi. ¿Cuántos hoy que viven en esa sociedad, tienen el coraje y la valentía de hacer lo que hizo ese hombre?". "La mayoría de las personas, como yo, han tenido mucha suerte. No hemos tenido nuestra moral a prueba
la forma en que lo hizo. Y es una cuestión para preguntarnos: ¿nos gustaría ser como Bonhoeffer, pero que podría hacer?". Ampliamente conocido en los círculos religiosos como un brillante pensador, orador y escritor, también desempeñó un papel en la valiente resistencia alemana a Hitler en la Segunda Guerra Mundial, la defensa de derechos de los judíos. Él se unió a regañadientes en una conspiración para derrocar al dictador, un curso de acción que le costaría su vida antes de que pudiera casarse con su novia María.

_____________________________________________________

BONHOEFFER EN LA TELEVISIÓN PÚBLICA MEXICANA
ALC Noticias, 2007

Para todos quienes buscan por las noches un remanso de buen cine en la televisión abierta mexicana ante la avalancha de productos de ínfima categoría, el canal 11, del Instituto Politécnico Nacional (organismo de educación superior fundado en la época del general Lázaro Cárdenas para ofrecer el nivel profesional a personas de bajos recursos), el 22 de agosto será inolvidable, pues se transmitió la película Maten al Führer (título original: Bonhoeffer, agente de gracia, Alemania-Canadá, 2000), del director Eric Till (Lutero, 2003), interpretada por Ulrich Tukur. La trama de la historia, basada en la vida del teólogo luterano alemán Dietrich Bonhoeffer es resumida como sigue en el sitio web de la televisora: "Esta cinta narra, la historia de un ministro cristiano-luterano quien estuvo envuelto en las acciones perpetradas por la poco conocida resistencia alemana que intentó matar a Adolfo Hitler durante la segunda Guerra Mundial. Al ser capturado por la Gestapo comenzará un proceso en el que se le interrogará continuamente para obtener información sobre la organización a la que pertenece".
Y como comentarios: "Esta película de corte histórico fue pensada originalmente para la televisión, por lo que fue ganadora al premio la Ninfa de Oro otorgado por el Festival de Monte-Carlo, especializado en este rubro, de igual manera obtuvo un premio en el Festival de Cine de Munich".
El film, presentado en clasificación B, describe algunos de los sucesos significativos de la vida de Bonhoeffer, quien renunció a quedarse en Estados Unidos, adonde fue profesor visitante del Seminario Union de Nueva York. Con dicha estancia abre la cinta y es posible percibir cómo el teólogo participa el culto en una iglesia negra. El perfil general del personaje está muy bien logrado, pues presenta la forma en que consigue superar sus dudas antes de participar en el atentado contra Hitler. Su argumento inicial acerca de la validez de la elección democrática del dictador cambiará radicalmente al enterarse de algunos crímenes cometidos en nombre de la supuesta superioridad aria. También la película echa un vistazo a las labores marginales de Bonhoeffer al frente de un seminario opuesto a las iglesias que se sometieron a los dictados del nazismo. No dejan de aparecer, asimismo, las aficiones musicales del teólogo. Al final de la historia, antes de ser asesinado cerca del fin de la guerra, es muy llamativo cómo el director introdujo las ideas bonhoefferianas acerca de la práctica de un cristianismo irreligioso. En suma, se ha tratado de un gran acontecimiento artístico para los telespectadores mexicanos. Ahora esperamos pronto el estreno en televisión abierta de Lutero, la película sobre el reformador alemán. (LC-O)

______________________________________________

DIETRICH BONHOEFFER (1906-1945)

Iglesia Luterana en Chile, misión Santiago Centro

¿Qué tiene que hacer una persona moral en la hora de la inmoralidad salvaje? ¿Cuál es su labor? Este par de preguntas atormentó al Dr. Dietrich Bonhoeffer, un destacado pastor luterano que se opuso activamente al régimen nazi de y al propio Adolfo Hitler.
Nació en Breslau en el seno de una familia intelectual y liberal el 4 de febrero de 1906. A pesar del carácter poco religioso de su entorno familiar, decidió, en 1923, iniciar sus estudios de teología. En 1927 obtuvo su doctorado y, tras un seminario post-doctoral en Estados Unidos, volvió a la Universidad de Berlín como profesor de teología sistemática. Pronto los acontecimientos hicieron que comenzara su actividad política dentro y fuera de la iglesia. Se pronunció reiteradamente en contra del régimen nazi, denunciando a su vez la reacción de la iglesia ante las atrocidades cometidas e insistiendo en el deber incondicional de la iglesia hacia las víctimas de la sociedad, fueran o no cristianas.
Fueron numerosas las ocasiones en que se refirió públicamente a Hitler como el Anti-Cristo y hasta su arresto por la Gestapo en 1943 se opuso activamente al régimen del dictador. Fue ejecutado el 9 de abril de 1945 en Flossenburg, una semana antes de que las fuerzas aliadas liberasen el campo. En la cárcel no dejó de escribir, produciendo durante este tiempo algunos de sus textos más significativos y de mayor influencia en la teología cristiana de este siglo. Entre sus obras traducidas al español destacan Creer y vivir, El precio de la gracia, Redimidos para lo humano, Resistencia y sumisión, Vida en comunidad, publicadas por Ediciones Sígueme. Editorial Trotta publicó en 1998 la correspondencia cruzada con María Von Wedemeyer, su novia, titulado Cartas de amor desde la prisión y Ética, en 2000. Gateway Films estrenó Bonhoeffer, agente de gracia, protagonizado por Ulrich Tukur y ganadora del premio a la mejor película en el festival de televisión de Montecarlo 2000, año de su estreno.
Bonhoeffer, el pastor que pudiendo guardar su vida y vivir en paz, pagó con su vida el precio de sus creencias.

Película especial, 17.00 hrs.

BONHOEFFER, AGENTE DE GRACIA (Eric Till, 2000)

Esta película presenta los últimos años de la vida de Bonhoeffer, "el agente de gracia", su participación en la resistencia alemana y su conflicto interno. El "agente de gracia" es más que un retrato biográfico. La película muestra muchos de los desconocidos esfuerzos de la resistencia alemana. Bonhoeffer pudiera haber salvado su vida, pero su rebelión heroica y su decisión de mantenerse firme le costó la vida.



Experiencia de salvación y predestinación en la existencia humana, L. Cervantes-O.

18 de octubre de 2009
1. Las paradojas de Isaías 6
Los relatos de llamamiento de los profetas contienen algunas de las paradojas más provocadoras sobre el comportamiento divino en relación con la humanidad dentro del proceso de salvación, Así como Yahvé le explica a Jeremías como había pensado en él desde antes de su concepción, a Isaías le detalla la forma contradictoria en que actúa con el pueblo a causa de sus veleidades hacia Él: “Ve y dile a este pueblo:/ Por más que oigan no van a entender;/ por más que miren no vcan a comprender./ Confunde la mente de este pueblo,/ que no pueda ver ni oír/ ni tampco entender./ Así no podrá arrepentirse/ y yo no lo pedonaré” (Is 6.10). Esta imagen de un Dios que se enreda con el pueblo en una especie de juego de “escondidillas” coloca el tema de la predestinación en el centro de un debate que no se resuelve apelando simplemente a postulados dogmáticos sino que tiene que prestar atención al pathos divino y profético, es decir, al apasionamiento con que Dios a través de sus representantes intenta que el pueblo entienda sus designios y los ponga por obra.
Esta especie de parodia existencial o paradoja inexplicable quiere funcionar como un revulsivo en la labor del profeta Isaías, quien se encontrará entre la espada y la pared a causa de un envío tan contradictorio que complica doblemente su misión. Dios busca purificar a su pueblo mediante un procedimiento que se le presenta al profeta como si estuviera invertido, pues la predicación a la que es llamado imkplica que habrá quien la tome en serio, pero la actitud dominante será de rechaqzo e incredulidad. Yahvé anticipa la reacción ante el mensaje y, por decirlo así, “prepara el escenario” para el juicio a causa de la injusticia y de la falta de conformidad con su voluntad. La percepción psicológica del ambiente coloca al pueblo ante la mirada divina que lo atraviesa y advierte sus intenciones de no cambiar su rumbo: de este modo, pues como explica J.S. Croatto, “1) la acusación profética es para prevenir el castigo; 2) que el juicio no es, en definitiva, para aniquilar; 3) en caso de ruina, siempre es posible brotar de nuevo o renacer (ver las imágenes vegetales de 6,13b y 11,1.10)”.
[1] La predestinación, así, oscila entre una forma de llamamiento basado en el pre-conocimiento de Dios, ajena a la historia y el tiempo, y los vaivenes de la realidad. Allí, en esa confluencia, muchas veces conflictiva, el encuentro entre la voluntad eterna y las decisiones guiadas por la orientación humana, deriva en experiencias de salvación o rechazo atribuibles únicamente a la segunda, desde la perspectiva profética. Hay que recordar el gran ejemplo del salmo 44 para tenmer suficientes referencias.
Jesús de Nazaret retoma el espíritu de estas palabras para confrontar el rechazo de que es objeto por parte del pueblo de su época y actualiza su mensaje en relación con su propia labor de expositor del mensaje divino mediante parábolas. Él habló con ese estilo literario “para que viendo no vean, y oyendo no oigan ni entiendan” (Mt 13.13). El Israel de su época no estaba predestinado para condenación, pero su disposición ante la presencia de Jesús, como introductor del Reino de Dios, los coloca al borde de la condenación, aunque Dios siempre deja una puerta abierta, una nueva posibilidad de reorientar el camino. En el proyecto de Mateo, el rechazo de Israel abre la puerta para los no judíos, es decir, para quienes sin participar de una predestinación abiertamente manifiesta tienen ahora ante sí el favor divino que se les muestra inesperadamente como una vía de salvación. La poredestinación, entonces, no implica una marginación étnica, cultural o religiosa y está más allá de los criterios humanos de clasificación de las personas, con todo y que algunos han señalado cierta elitización de la acción de Dios al elegir a unos y reprobar a otros.

2. La predestinación en I Pedro: consecuencias éticas y espirituales
Según el sociólogo alemán Max Weber, intérprete de la llamada “ética protestante”, la angustia de asegurarse que viven los creyentes ante la duda sobre su predestinación para salvación, los hace buscar señales externas que confirmen semejante decisión divina. De este modo, la riqueza, el bienestar o la prosperidad obtenidos a través de un trabajo incesante, vendría a garantizar el decreto divino para cada elegido. Pablo y Pedro seguramente sonreirían, con cierta incomodidad ante este tipo de observaciones, pues lo que mueve a los elegidos hacia el rumbo ético y espiritual que se espera de ellos no es la falta de certeza sobre la elección, sino la fe misma que será probada en medio de las adversidades de todo tipo, las mismas que viven todos los demás, aunque experimentada con otros criterios de interpretación para colocarlas en el marco del trato cotidiano con el Señor, en el esquema del pacto de redención. Eso les hizo afirmar, de manera doxológica, como lo hace Pedro, al dirigirse a “los expatriados de la dispersión”, que fueron “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo” (I P 1.2).
El libre acto de la voluntad redentora de Dios es cristológico dice el apóstol, y coloca a los llamados/as ante la posibilidad de alcanzar, mediante la fe, “la salvación que está preparada para ser manifestada en los últimos tiempos” (I P 1.5), es decir, que ha sido cuidadosamente planeada por Dios en sus decretos inmutables y eternos. Es, ciertamente, un lenguaje menos “técnico” que el de Pablo, pues está guiado por otras preocupaciones, dado que mientras aquél discute el dilema de la salvación de los judíos, Pedro quiere estimular a los creyentes con la certeza de la salvación que ha preparado Dios desde su eternidad. ¿Habrá dudas y vacilaciones en este tránsito humano hacia la consumación de los tiempos? Obviamente, pero en la búsqueda de un balance ético y espiritual, porque, lamentablemente, casi siempre se antepone lo espiritual a lo ético y para el NT ambas exigencias son simultáneas. Por eso, un comentario como el de Marta García Alonso es tan atinado: “No se puede imputar a Calvino el razonamiento pietista —recuperado por Weber—, según el cual, uno puede eliminar las dudas de su elección con el trabajo incesante. Eso sería hacer de la predestinación el motor de la ética calviniana, cuando el verdadero motor lo constituye la fe. Es la fe en Cristo la que permite eliminar la angustia psicológica, pues toda acción se guiará por su enseñanza, y no por el éxito social o económico, ni por el cumplimiento de las normas en abstracto”.
[2]
El trabajo, el ahorro y el ímpetu empresarial o emprendedor (como se le llama hoy) han sido vistos como algunas consecuencias éticas de la predestinación. Pero lo que hay que señalar es que esas actitudes, cuando son vistas como resultados eminentemente espirituales, constituyen auténticos postulados éticos con un peso social y comunitario específico capaz de conformar nuevas formas de convivencia humana. En su edición del libro clásico de Weber, La ética protestante y el espíritu capitalista, el politólogo mexicano Francisco Gil Villegas resume admirablemente, desde su neutralidad académica, el motor espiritual y teológico, incluso con un toque abismal, del comportamiento puritano, tal como aparece condensado en los documentos de Westminster que fueron los que estudió, a fin de cuentas, el sociólogo alemán:

¿Cómo interpretaba el mundo el tipo ideal del calvinista puritano del siglo XVII? Respuesta: Dios es un ser omnipotente y omnisciente que ya sabe de antemano quienes en este mundo se salvarán y quienes están condenados a ser reos del fuego eterno; no podemos saber con certeza si estamos dentro de los predestinados a la salvación, pero sí podemos minimizar las señales externas que nos identificarían como predestinados a la condenación. Debemos trabajar en este mundo tanto para aliviar la angustia de nuestra posible condena, como para que los frutos de nuestro trabajo sirvan de ofrenda para glorificar al Señor. No podemos tener ningún tipo de contacto místico con Dios porque él es todo pureza y nosotros somos inmundos; tampoco podemos buscar la salvación mediante rituales mágicos como el de la eucaristía, ni componendas de contador por partida doble de nuestros pecados y su absolución mediante sacramentos, a semejanza de cómo resuelve mágicamente tal problema el catolicismo. [...] Nuestra conducta debe ser la de trabajar mucho, ahorrar nuestras ganancias, y no gastarlas en bienes suntuarios o en lujos, porque eso podría ser una señal inequívoca de estar predestinados a la perdición. En todo caso, nuestro ahorros deben invertirse en obras que sirvan para honrar y enaltecer la gloria del Señor.
[3]

De este modo, como explica Moltmann, los campos de acción de una ética genuinamente basada en la fe en la predestinación divina, son: la vida personal, la ética económica y la ética política, lo que se encuentra en germen en varios lugares del Nuevo Testamento, envueltos en el lenguaje simbólico y religioso que espera ser aplicado por cada creyente en su situación concreta.
Notas
[1] J.S. Croatto, “Composición y querigma del libro de Isaías”, en RIBLA, 35-36, http://www.claiweb.org/ribla/ribla35-36/compisicion%20y%20querigma.html
[2] M. García Alonso, Calvino. Madrid, Ediciones del Orto, 2009.
[3] F. Gil Villegas M., “Introducción del editor”, en M. Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Trad. de L. Legaz Lacambra. México, FCE, 2003, pp. 30-31.

La doble predestinación en Calvino, Uta Ranke-Heinemann

18 de octubre de 2009
LUTERO LUCHA APASIONADAMENTE CONTRA LA LEY Y EL moralismo, contra la actividad, contra el servil espíritu mercantilista y toda clase de auto-justificación y auto-salvación y los rastrea en todos los escondrijos. Éste es su "descubrimiento" del Evangelio, valioso como "correctivo" en el sentido kierkegaardiano del cristianismo siempre amenazado por la ley y de una relación con Dios ensombrecida por ella. Pero, llevado por su desconfianza contra la Iglesia católica, llega finalmente a descubrir moralismo y ley donde no existen, a equipar la Iglesia católica con sus peligros y, por ellos, rechazarla totalmente.
Calvino ataca al catolicismo casi con más acritud; pero no lo considera, en primer plano, como autojustificación del hombre, sino como idolatrización de la criatura y superstición. Calvino es el gran obsesivo del Dios absoluto, de la trascendencia incapaz de ser reducida a imágenes, que exige celosamente "venerar su majestad, extender su gloria y obedecer sus mandamientos". En su celo por la pureza de la liturgia, limpia los templos de la irrupción de «ídolos» paganos, supersticiosos, mágicos, estetizantes, de "toda pompa ceremonial", de toda obra y culto humanos.
Si para Lutero el punto central lo ocupa la graciosa condescendencia de Dios, para Calvino su absoluta y mayestática trascendencia es el punto de partida y final de todo pensamiento. Esta acentuación distinta en planteamientos originales iguales (no se trata del hombre, sino de Dios) ha desembocado en la diferencia de, sobre todo, dos puntos esenciales: la doctrina de la predestinación y la de la Cena; con ello se produjo una división del protestantismo en luterano y reformado, que originariamente no estaba así en la intención de los reforma-dores. […]
Calvino reconoció con razón que la doctrina de Lutero sobre la justificación exigía, como última consecuencia, la idea de una doble predestinación. Lo que en Lutero sólo sonaba como teología vivencial sistemática, cálida, pero nunca llegó a una fría definición de la eternidad de los condenados, Calvino lo formula y define sin miedos. La veneración ockhamista de la voluntad divina encuentra su fruto último y más maduro en la concepción calvinista de la absoluta majestad de Dios. […]
Asegurando que la elevaba Sabiduría divina, más que de conocimiento, sólo puede ser objeto de oración, con su metodología de análisis juridicista, distribuye las relaciones entre Dios y el hombre, reduciéndolas a la siguiente alternativa: voluntad humana o decreto divino, Dios o el hombre. Para ello aduce, pero llevando razón sólo a medias, argumentos de San Agustín. Pues mientras que éste acentúa el carácter gratuito, de don, de la gracia, para Calvino la predestinación se reduce principalmente a una cuestión de prestigio divino, una cuestión de honor de la autoridad de Dios, que no está sometida a ninguna otra causa. […]

El protestantismo. Naturaleza y evolución. Madrid, Studium, 1971.

domingo, 11 de octubre de 2009

Letra 142, 11 de octubre de 2009

CONFIRMACIÓN DE ESTA DOCTRINA POR LOS TESTIMONIOS DE LA ESCRITURA
Juan Calvino

Institución de la Religión Cristiana, libro III, cap. xxii

1. Confirmación de la elección gratuita; tanto respecto a los que la hacen depender de la presciencia, como de los que se rebelan contra la elección de Dios
No todos admiten lo que hemos dicho; hay muchos que se oponen, y principalmente a la elección gratuita de los fieles. Comúnmente se piensa que Dios escoge de entre los hombres a uno u otro, conforme ha previsto que habían de ser los méritos de cada uno; y así adopta por hijos a los que ha previsto que no serán indignos de su gracia; mas a los que sabe que han de inclinarse a la malicia e impiedad, los deja en su condenación. Esta gente hace de la presciencia de Dios como un velo con el que no solamente oscurecen su elección, sino incluso hacen creer que su origen lo tiene en otra parte. Y esta opinión no solo es común entre el vulgo, sino que en todo tiempo ha habido gente docta que la ha mantenido, lo cual confieso voluntariamente, para que nadie piense que con citar sus nombres ya han conseguido gran cosa contra la verdad; porque la verdad de Dios es tan cierta por lo que se refiere a esta materia, que no puede ser derribada; y tan clara, que no puede quedar oscurecida por ninguna autoridad de hombres.
Hay otros que no estando ejercitados en la Escritura —por lo que no son dignos de crédito ni reputación alguna—, sin embargo son muy atrevidos y temerarios para infamar la doctrina que no entienden, y por esto es muy razonable que no se soporte su arrogancia. Acusan ellos a Dios de que conforme a Su voluntad elige a unos y deja a otros. Pero siendo evidente que es así, ¿de qué les aprovechará murmurar contra Dios? No decimos nada que no lo prueba la experiencia, al afirmar que Dios siempre fue libre para repartir su gracia y hacer misericordia a quien bien le pareciere.
No quiero preguntarles cuál ha sido la causa de que la raza de Abraham haya sido preferida a las demás naciones; aunque es evidente que se debe a un particular privilegio cuya razón no se puede hallar más que en Dios. Pero que me respondan cuál es la causa de que ellos sean hombres y no bestias, ni bueyes o asnos; pues siendo así que Dios podía haberlos hecho perros, sin embargo los creó a semejanza suya. ¿Permitirán ellos que los animales brutos se quejen de Dios como injusto y tirano, porque pudiendo haberlos hecho hombres, los hizo bestias? Ciertamente no es más justo que ellos gocen de la prerrogativa que tienen de ser hombres, no conseguida por mérito alguno suyo, que el que Dios distribuya sus beneficios y mercedes conforme a su juicio. Si descienden a las personas, en las cuales la desigualdad les resulta más odiosa, por lo menos debían temblar a! considerar el ejemplo de Jesucristo, y no hablar tan a la ligera de un misterio tan profundo. He aquí a un hombre mortal, concebido de la sernilla de David.
¿Con qué virtudes se podrá decir que mereció ya en el seno mismo de la Virgen ser hecho cabeza de los ángeles, Hijo unigénito de Dios, imagen y gloria del Padre, luz, justicia y salvación del mundo? San Agustín2 considera muy sabiamente que tenemos en la misma Cabeza de la Iglesia un espejo clarísimo de la elección gratuita, para que no nos espantemos cuando veamos que lo mismo pasa en sus miembros; y es que el Señor no fue hecho Hijo de Dios por vivir rectamente, sino que gratuitamente se le ha dado esta honra y dignidad, a fin de que El hiciese partícipes de estas mercedes a los demás. Si alguno pregunta por qué los demás no son lo que Jesucristo, o por qué hay tanta diferencia entre El y nosotros; por qué todos nosotros estamos corrompidos, y El es la pureza misma, éste tal no sólo dejarla ver su error, sino también su desvergüenza. Y si todavía porfía en querer quitar a Dios la libertad de elegir y reprobar a aquellos que Él tiene a bien, que primeramente despojen a Jesucristo de lo que le ha sido dado. […]

JUAN CALVINO TENDRÁ SU PRIMER MONUMENTO EN CUBA
José Aurelio Paz
ALC Noticias, 8 de octubre de 2009

La Habana, 8 de octubre de 2009. Ya se encuentra en el país un busto de Juan Calvino, el cual se espera sea develado aquí, el próximo 31, como parte de las actividades programadas por el año de su jubileo, a cargo de la Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba (IPRC). Lo anterior fue confirmado por la reverenda Dora Arce Valentín, directora del departamento de Programa y Misión de la IPRC, quien expresó que la escultura se encuentra, en estos momentos, en la oficina del doctor Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, a fin de decidir en qué zona del Centro Histórico de la capital será ubicada.
"Esperamos que esta sea una gran celebración –afirma Arce Valentín- a la cual estarán invitadas todas las iglesias de la ciudad, como parte del programa que ha diseñado el comité organizador de la celebración, con el coauspicio del Consejo de Iglesias de Cuba, el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas (SET) y el Centro Memorial Doctor Martin Luther King, Jr. "Para la ocasión hemos invitado, de manera especial, a la doctora y reverenda Isabelle Graesslé, directora del Museo de la Reforma en la ciudad de Ginebra y al señor François Bonnot, quien fuera el escultor que diseñó y moldeó la pieza, así como al doctor Carlos Emilio Ham, del Consejo Mundial de Iglesias, quien ayudó en la búsqueda de su financiamiento".
El comité de esta celebración recopiló un grupo de valiosas informaciones puesto a disposición de participantes en la Jornada Teológica que, sobre la efeméride, tuvo lugar en el SET los días 8, 9 y 10 del pasado julio; insumos que sirvieron de base a una amplia y profunda discusión acerca de la vigencia del pensamiento calvinista no solo para los reformados cubanos, sino, también, para todos los del continente.
En relación con dicha compilación, la presbítera había manifestado, anteriormente, que se hizo con la esperanza de que las personas se puedan nutrir de esos materiales para entender mejor el proceso reformador, la vida de su pro- tagonista y su incidencia en Cuba. "Calvino nos inspira a una reflexión profunda acerca del legado histórico de nuestra tradición, la coherencia de nuestra identidad con una vocación indisolublemente ligada a ella, y a una participación ciudadana responsable. Es el resultado de una visión de la fe cristiana en su auténtico sentido evangélico de compromiso." La develación del monumento valdrá de constancia del aporte del sector reformado cubano a una identidad protestante bien definida por iglesias históricas, dentro del contexto actual; a la par que servirá de obligado sitio de recordación a uno de los más grandes hombres de fe de la humanidad, que este año cumplió 500 años de su nacimiento.

***

Editorial CLIE, la librería Maranatha y la Comunidad Teológica de México invitan a la presentación del libro:

JUAN CALVINOCursiva: SU VIDA Y OBRA A 500 AÑOS DE SU NACIMIENTO

Participan:
P. GONZALO BALDERAS VEGA, OP
Universidad Iberoamericana
Lic. DEYSSY JAEL DE LA LUZ GARCÍA
Red Mexicana de Estudios sobre el Protestantismo
Mtro. JOSÉ LUIS VELAZCO M.
Ex director de la Casa Unida de Publicaciones

Sábado 17 de octubre de 2009, 16 hrs.
Bolívar 8, Centro Histórico, México, D.F. (Metro Allende)

ENTRADA LIBRE

Predestinación y salvación: la mirada divina, L. Cervantes-O.

11 de octubre de 2009

1. La posibilidad de elegir según el Deuteronomio
Una de las críticas más severas a la doctrina de la presdestinación es su aparente falta de respeto hacia la libertad humana, o “libre albedrío”, como se insiste a veces en llamarlo. El problema de este concepto es que predispone a las personas porque se da por sentado que hay una contradicción irresoluble entre los decretos inamovibles de Dios y la voluntad humana. Entre otros problemas prácticos derivados de esta comprensión es la pregunta sobre por qué evangelizar si ya todo está decidido, por ejemplo. Semejante dualidad, que aparece con toda evidencia en las Escrituras, es expuesta en diversas situaciones históricas del pueblo de Dios, como sucede en el cap. 30 de Deuteronomio. Se trata de un pasaje que da fe, muchos siglos después, de una amplia visión retrospectiva de la vida de Israel, al grado de que este libro representa toda una corriente de interpretación teológica de lo sucedido con esa nación desde sus orígenes más remotos, hasta el surgimiento y desaparición de la monarquía, pasando por las etapas de conquista de la tierra y de los jueces.
Los vaivenes históricos habían llevado al pueblo de Dios a una encrucijada en la que la visión de la voluntad de Dios se había vuelto extremadamente compleja, sobre todo a la luz de la difuminación de las esperanzas que progresivamente habían abrigado las comunidades como resultado de la propaganda de sus gobernantes. Con el fin de la monarquía, los redactores deuteronomistas intuyeron que, además de que el pacto con Dios seguía vigente, su llamado consistía en una nueva percepción de la vida y la muerte, de la justicia y el mal. Con la diáspora en mente (v. 1), el texto subraya la necesidad de convertirse para posibilitar el retorno de los cautivos. Mediante una provocadora metáfora (la “circuncisión del corazón”, v.6), se busca llevar al pueblo hacia la disyuntiva de elegir su destino, una vez más, de ahora en adelante. Todo el libro conasidera esto mismo como la base del pacto de salvación: un Dios soberano tiene un trato con un pueblo libre, formado por personas responsables y conscientes, que toma decisiones tan importantes como seguir formando parte de esa alianza. La predestinación palpita en cada circunstancia en la que Dios actúa sin hacer sentir, de manera autoritaria y abusiva, que Él ya conoce los sucesos de antemano, pues se adapta a la pequeñez del ser humano y trata con seriedad su libertad y sus posibilidades de acertar o equivocarse.
El pueblo, en efecto, había optado por un modelo de gobierno que lo llevó al borde del desastre en su relación con Dios… y Él sabía que eso iba a suceder, pero aceptó la petición de tener una monarquía. La elección de una forma de gobierno tenía como fin principal garantizar la existencia del pueblo como un todo y plantear qué tipo de organización social era necesaria para mantener la vida del mismo pueblo. Creer quela monarquía lo lograría fue una gran apuesta social que falló, comol puede fallar cualquier proyecto político que obligue a recomenzar. En el camino, la alianza se descompuso a pesar de la intervención de Dios, quien conocía (y advirtió a tiempo, según cuenta el libro de Samuel, parte también de la historia deuteronomista) los defectos de raíz de ese régimen político. Aun así, continúa adelante en un trato con el pueblo mediado y controlado por los reyes y reyezuelos. El v. 12 alude a la cercanía del mandato divino y lo distingue del decreto eterno inaccesible: la ley divina es diáfana y directa, no deja sombra de duda, y se constituye en la razón de ser de una oferta dse salvación que reduce la elección tan sólo a dos posibilidades: la vida y el bien, la muerte y el mal (v. 15).

Con el exilio el pueblo de Israel hace una de las experiencias más duras de su historia. La destrucción de todos los símbolos que sustentaban su identidad: la tierra, el Templo, el culto, etc. En ese contexto, para explicar la destrucción y mostrar las posibilidades de salida, los redactores deuteronomistas reescribirán la historia desde la conquista de la tierra hasta la reforma religiosa de Josías, incluyendo el libro del Deuteronomio. Esa redacción es marcada por la teología oficial desarrollada por Ezequiel y su grupo. Los elementos fundamentales de esa teología son: el Templo (Dt. 31,11), la tierra (Dt. 4,38; 30,16), la raza elegida (Dt. 4,37; 29,13), la ley de lo puro e impuro (Dt. 7,1-16), la teología de la retribución (Dt. 7,9-11). Todos esos elementos son retomados y reforzados en la última edición de la historia, en el post-exilio, por el grupo de escribas de Esdras para respaldar la teocracia dirigida por sacerdotes y levitas. La observancia de la ley (Dt. 31; 32,45-47) gana relevancia en el período de Nehemías y Esdras, funcionarios de Persia.
[1]

2. El “orden de la salvación” según el apóstol Pablo
En Romanos 8.29-30, Pablo esboza un “orden de salvación” que indaga en la lógica divina a partir, precisamente del conocimiento eterno de Dios. Pero llama la atención, primero, el uso del tiempo pasado y, luego, la forma en que eslabona el conocimiento divino, la predstinación, siempre expresada en clave cristológica, el llamamiento, como el esfuerzo histórico de Dios para encontrarse con los redimidos/as, la justificación, como el acto jurídico que dictamina la amnistía para ellos/as y, finalmente, la glorificación, comko consumación de todo elk, proceso de salvación.
Este esquema redentor representa, para el apóstol, la propuesta divina que deberá encarnar en la vida de cada persona, de manera diferente, pues es algo así como la plataforma divina sobre la cual se coloca el edificio de cada existencia humana. Pablo llega a esas conclusiones después de una ardua reflexión teológica situada en su debate personal sobre el destino del pueblo judío, asunto que lo inquietaba particularmente, pues le preocupaba profundamente la forma en que Dios trataríoa con él después del rechazo de Jesús de Nazaret como Mesías. Este problema lo lleva a indagar en la manera en que Dios conduce el plan de salvación para toda la humanidad y los alcances universales de su actuación en la vida de las personas.
Este “orden de salvación” coloca en su justa dimensión las acciones divinas, más allá de la respuesta humana, pues ésta se encuentra sujeta a las contingencias históricas, psicológicas y cotidianas que rebasan la previsión de sus protagonistas concretos. La respuesta judía a la oferta de salvación había “complicado” la incoporación del pueblo depositario de la promesa original a los planes divinos de aplicación de la voluntad redentora, pero no hasta el punto de dejar de apreciar cómo los beneficios salvíficos podían extenderse a cada ser humano. La predestinación, en ese esquema, funciona como un punto de partida y garantía de los cuales debe tomar cada creyente la certeza del compromiso divino para obtener la salvación. La respuesta de cada persona a esa oferta de gracia es impredecible, única y contingente, es decir, depende de numerosos factores que constituyen una trama diferente para cada uno. Ante ello, la preocupación de Pablo, Agustín, Tomás de Aquino y el propio Calvino se centró más en la forma que responde cada ser humano que en la certeza del trabajo divino para garantizar la salvación. Como r3esume el doctor R. Bernhardt:

Por lo tanto, esta doctrina es básicamente una promesa que da certeza de la salvación. La fe no es la condición a cumplir para ganar la elección de Dios, sino el primer y más importante obsequio de la elección que Dios llevó a cabo desde la eternidad. La fe se convierte en cierto modo en un indicador de la propia predestinación a la salvación. […]
Para graficarlo de algún modo, Calvino no concibe el acto de la elección como la separación de una masa indeterminada, que luego se divide en dos grupos: uno a la izquierda y el otro a la derecha. Según su comprensión, la elección no es una decisión alternativa, ni un doble acto de amnistía y condena, sino un acto de gracia. Ni siquiera es necesario un acto de condena, dado que todos los seres humanos están condenados y destinados a la perdición, porque en todos yace el pecado original de Adán. Dios saca a algunos de esta massa perditioni“ por su pura e inexplicable gracia, y los salva del destino de pecado y del castigo que los amenaza. Por tanto, es necesario distinguir entre el acto de elección, y como resultado de éste, la doble predestinación para los elegidos y los no elegidos.
[2]

Notas
[1] Shigeyuki Nakanose, “Para entender el libro de Deuiteronomio: ¿una ley a favor de la vida?”, en RIBLA, núm. 23, 1996, www.claiweb.org/ribla/ribla23/para%20entender%20el%20libro%20de%20deuteronomio.html.
[2] R. Bernhardt, “La soberanía de Dios como centro de la fe. Predestinación y providencia”, conferencia presentada en la Universidad de Basilea, 12 de marzo de 2009, www.calvin09.org/media/pdf/theo/Bernhardt_Pr-destination-und-Vorsehung_Sp.pdf.

Predestinación y ética reformada, Eliseo Pérez Álvarez

11 de octubre de 2009

LA INTERPRETACIÓN EPIDÉRMICA DE ESTA DOCTRINA QUE profundizó Calvino pero que retomó de San Agustín y del Aquinate, nos habla de un determinismo, mediante el cual Dios ha separado para ser salvo a un grupo selecto —los calvinistas— el cual se distingue por su éxito económico, o espíritu capitalista. Pero no hay nada más alejado de la verdad. El calvinismo, además de ser un movimiento cristiano claramente popular, desconoció desde su inicio las barreras nacionales, así lo indica la referencia a Calvino como el único "reformador internacional".
Decía Calvino que "esta filosofía secreta [de la elección] no puede entenderse a fuerza de silogismos". Efectivamente, si pretendemos entender esta doctrina, debemos considerar primeramente que, se refiere a la soberanía de Dios, esto es, a la confesión de que el Señor mostro Dios está por encima de todo cuando existe y El pude hacer con ello lo que bien le plazca sin ninguna lógica que lo condicione a actuar. En segundo lugar, la doctrina de la predestinación, fue predicada de nueva cuenta, en una situación histórica especial: en tiempos de persecución y muerte de los protestantes. He aquí la nueva y vigorosa interpretación de lo que significa creer en la Providencia divina en medio de la densidad de las tinieblas:

El hecho de que subrayaran su sólida vocación en la fe, nada tenía que ser con una conciencia de elección elítica. Para ellos elección no significaba prácticamente otra cosa que perseverar en la fe hasta el fin, resistir todas las seducciones y todas las medidas coercitivas, mostrando una firmeza inque-brantable. La doctrina calvinista de la predestinación debemos entenderla a la luz de las experiencias del sufri-miento y de la persecución, así como de la admirable resistencia de muchos de estos cristianos; de lo contrario, no lo entenderemos en lo absoluto. Un testimonio inolvidable a este respecto es la expresión resistir grabada en piedra por Marie Duprand en la torre de Constance en Aigues-Mortes, al sur de Francia. En esta torre estuvo ella encarcelada 40 años. Cuando los cristianos refor-mados acentuaban en su vida la santificación, querían expresar, dentro de la situación beligerante en que se desenvolvían, la necesidad del no-conformismo cristiano. (J. Moltmann, "La ética del calvinismo".)
Además, no olvidemos que en esta asociación que hacen de trabajo con utilidad económica, destruyen el concepto de trabajo de aquella época: "…por aquel entonces ‘trabajo’ no significaba ‘producir’, sino soportar el dolor, los padecimientos y contra-tiempos que le sobrevenían a uno como consecuencia de su vida de fe". Ser predestinado, entonces, es ser consolado, y en última instancia, ser libre de los poderes de las estructuras de muerte. [...]

Fragmento de la conferencia presentada en la reunión ordinaria de la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, el 23 de julio de 1986, Tapachula, Chiapas

Letra 141, 4 de octubre de 2009

LA ELECCIÓN ETERNA CON LA QUE DIOS HA PREDESTINADO A UNOS PARA SALVACIÓN...
Juan Calvino

Institución de la Religión Cristiana, libro III, cap. xxi

1. Necesidad y utilidad de la doctrina de la elección y de la predestinación
En la diversidad que hay en el modo de ser predicado el pacto a todos los hombres, y que donde se predica no sea igualmente recibido por todos, se muestra un admirable secreto del juicio de Dios; porque no hay duda que esta diversidad sirve también al decreto de la eterna elección de Dios. Y si es evidente y manifiesto que de la voluntad de Dios depende el que a unos les sea ofrecida gratuitamente la salvación, y que a otros se les niegue, de ahí nacen grandes y muy arduos problemas, que no es posible explicar ni solucionar, si los fieles no comprenden lo que deben respecto al misterio de la elección y predestinación. Esta materia les parece a muchos en gran manera enrevesada, pues creen que es cosa muy absurda y contra toda razón y justicia, que Dios predestine a unos a la salvación, y a otros a la perdición. Claramente se verá por la argumentación que emplearemos en esta materia, que son ellos quienes por falta de discernimiento se enredan. Y lo que es más, veremos que en la oscuridad misma de esta materia que tanto les asombra y espanta, hay no solo un grandísimo provecho, sino además un fruto suavísimo.
Jamás nos convenceremos como se debe de que nuestra salvación procede y mana de la fuente de la gratuita misericordia de Dios, mientras no hayamos comprendido su eterna elección, pues ella, por comparación, nos ilustra la gracia de Dios, en cuanto que no adopta indiferentemente a todos los hombres a la esperanza de la salvación, sino que a unos da lo que a otros niega. Se ve claro hasta qué punto la ignorancia de este principio (el de poner toda la causa de
nuestra salvación sólo en Dios) rebaja su gloria y atenta contra la verdadera humildad. Pues bien; esto que tanto necesitamos entender, san Pablo niega que podamos hacerlo, a no ser que Dios, sin tener para nada en cuenta las obras, elija a aquel que en si mismo ha decretado. "En este tiempo", dice, "ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia; y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra" (Rom 11.5-6). Si debemos remontarnos al origen y fuente de la elección de Dios para entender que no podemos alcanzar la salvación, sino por la mera liberalidad de Dios, los que pretenden sepultar esta doctrina, en cuanto en su mano está, oscurecen indebidamente lo que a boca llena deberían engrandecer y ensalzar, y arrancan de raíz la humildad. San Pablo claramente afirma que cuando la salvación del pueblo es atribuida a la elección gratuita de Dios, entonces se ye que El por pura benevolencia salva a los que quiere, y que no les paga salario ninguno, pues no se les puede deber. Los que cierran la puerta para que nadie ose llegar a tomar gusto a esta doctrina, no hacen menor agravio a los hombres que a Dios; porque ninguna cosa fuera de ésta, será suficiente para que nos humillemos como debemos, ni tampoco sentiremos de veras cuán obligados estamos a Dios. Realmente, como el mismo Señor afirma, en ninguna otra cosa tendremos entera firmeza y confianza; porque para asegurarnos y librarnos de todo temor en medio de tantos peligros, asechanzas y ataques mortales, y para hacernos salir victoriosos, promete que ninguno de cuantos su Padre le ha confiado perecerá (Jn. 10.27-30). De aquí concluimos que todos aquellos que no se reconocen parte del pueblo de Dios son desgraciados, pues siempre están en un continuo temor; y por eso, todos aquellos que cierran los ojos y no quieren ver ni oír estos tres frutos que hemos apuntado y querrían derribar este fundamento, piensan muy equivocadamente y se hacen gran daño a si mismos y a todos los fieles. Y aún más; afirmo que de aquí nace la Iglesia, la cual, como dice san Bernardo,2 sería imposible encontrarla ni reconocerla entre las criaturas, pues que está de un modo admirable escondida en el regazo de la bienaventurada predestinación y entre la masa de la miserable condenación de los hombres. […]

5. La doctrina de la predestinación se funda en la Escritura y en la experiencia
Nadie que quiera ser tenido por hombre de bien y temeroso de Dios se atreverá a negar simplemente la predestinación, por la cual Dios ha adoptado a los unos para salvación, y a destinado a los otros a la muerte eterna; pero muchos la rodean de numerosas sutilezas; sobre todo los que quieren que la presciencia sea causa de la predestinación. Nosotros admitimos ambas cosas en Dios, pero lo que ahora afirmamos es que es del todo infundado hacer depender la una de la otra, como si la presciencia fuese la causa y la predestinación el efecto. Cuando atribuimos a Dios la presciencia queremos decir que todas las cosas han estado y estarán siempre delante de sus ojos, de manera que en su conocimiento no hay pretérito ni futuro, sino que todas las cosas le están presentes; y de tal manera presentes, que no las imagina con una especie de ideas o formas —a la manera que nos imaginamos nosotros las cosas cuyo recuerdo retiene nuestro entendimiento—, sino que las ye y contempla como si verdaderamente estuviesen delante de Él. Y esta presciencia se extiende por toda la redondez de la tierra, y sobre todas las criaturas. Definición. Llamamos predestinación al eterno decreto de Dios, por el que ha determinado lo que quiere hacer de cada uno de los hombres. Porque El no los crea a todos con la misma condición, sino que ordena a unos para la vida eterna, y a otros para condenación perpetua. Por tanto, según el fin para el cual el hombre es creado, decimos que está predestinado a vida o a muerte.

1°. La elección de las naciones. Pues bien, Dios ha dado testimonio de esta predestinación, no solamente respecto a cada persona particular, sino también a toda la raza de Abraham, a la cual ha propuesto como ejemplo para que todo el mundo comprenda que es El quien ordena cuál ha de ser la condición y estado de cada pueblo y nación. "Cuando el Altísimo", dice Moisés, "hizo heredar a las naciones; cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel. Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó" (Dt 32.8-9). Aquí se ye claramente la elección; y es que en la persona de Abraham, como en un tronco seco y muerto, un pueblo es escogido y apartado de los demás, que son rechazados. Pero la causa no aparece, sino que Moisés, a fin de suprimir toda ocasión de gloriarse, enseña a sus sucesores que toda su dignidad consiste únicamente en el amor gratuito de Dios. Porque pone como razón de su libertad, que Dios amó a sus padres y escogió a su descendencia después de ellos (Dt 4.37). […] También los profetas hacen muchas veces mención de esta elección para más afrentar a los judíos por haberse apartado de ella tan vilmente.

_______________________________________________________

FEDERICO PAGURA: ¿UN TEÓLOGO ARRABALERO? (II)
José Aurelio Paz
ALC Noticias, 14 de septiembre de 2009

"Hablamos, entonces, con un cantor que asistía a mi iglesia y él estrena el tango "Chapa floja", que escribiera yo en honor a la vida del pastor José de Lucas, quien era un magnífico bailador de tango junto a su esposa y, además, un luchador por los derechos humanos con una pastoral obrera muy interesante. Luego el cantor se enferma. Buscamos otro y nos dice que no. Y, finalmente, me animo yo a cantarlos, mientras Yunque pinta. Nos fue muy bien y decidimos que teníamos que buscar un lugar fijo y nos fuimos a La Esquina de Pugliese (aquel buen compositor que fue comunista y conocí en tiempos de dictadura) y hemos tenido tanta aceptación que decidimos continuar; claro, al piano está Homero, que es un magnífico instrumentista y atrae a mucha gente. También hemos llevado nuestro performance a las iglesias y allí explico sobre el valor del tango."
¿Y no piensa que eso puede afectar su imagen como una personalidad de la teología más avanzada de nuestro continente, como un indiscutible líder mundial del ecumenismo con un compromiso preclaro a favor de la justicia social?
"No. Unos me felicitan, otros se sonríen o se quedan sorprendidos porque no me conocen en esta nueva faceta, pero creo que en lugar de restarme, me suma, porque la vida es eso; una constante búsqueda, una constante transformación, no de las esencias, sino de su envoltura."
Y hablando de la vida, viene a mi mente la muerte. ¿Le gustaría que le despidieran de este mundo cantándole "Tenemos esperanza"?
"Podría ser… podría ser… aunque, me gusta mucho un himno que era el preferido de Rita y lo cantamos cuando colocamos sus cenizas en una urnita, en el jardín de la iglesia que nosotros construimos y donde fuimos muy felices. Allí mi hijo, el que es actor, cantó eso que dice ‘Señor, heme en tus manos/ dirígeme y hasta el fin de mis pasos/ mi guía sé./ Sin ti ni un solo paso quisiera dar/ mi vida hasta su ocaso te he de entregar…’ Expresa una oración, un ruego, una entrega, pero creo que dejaría en libertad a quienes tuvieran la tarea de hacerlo, a menos que se me ocurra preparar mi propia liturgia para ese momento. "De todos modos creo que sí, que la gente cantaría Tenemos esperanza, porque sintetiza una utopía que todos llevamos dentro y porque se ha metido en las venas profundas de las iglesias".

La predestinación: ...una historia de amor, L. Cervantes-O.

4 de octubre de 2009
1. El encuentro con Dios, una historia de amor
Si la predestinación se aborda solamente como un asunto dogmático, se corre el riesgo de perder de vista la dimensión del encuentro con Dios, pues la doctrina tiende a ser vista más como una teoría que como una realidad redentora que va más allá de las premisas religiosas convencionales. Por el contrario, si la elección de Dios es vista como una “historia de amor” en la que Dios condesciende a buscar a las personas para encontrarse con ellas y redimirlas, entonces la copmprensión dogmática se subordina al encuentro entre dos voluntades libres, pasando por encima o acumulando las causas como actos que debieron cumplirse hasta llegar al encuentro. Como sucede en el poema “Las causas”, de Jorge Luis Borges, en donde la enumeración de sucesos produce un efecto alucinante.
[1] Esta cadena de situaciones responde a una intención que amalgama el designio insondable con la existencia humana impredecible que se define por la unicidad de la vida en todos los sentidos. La predestinación, más que una doctrina es la realización de un encuentro en la historia, pues no se puede hablar bíblicamente de ella separadamente de la posibilidad de la salvación, que palpita en cada acción de Dios en relación con la humanidad.
La definición de Calvino ciertamente complica la comprensión de la predestinación como un acto dual en el que Dios no solamente incluye el acto salvífico, sino también el de la condenación: “Llamamos predestinación al eterno decreto de Dios, por el que ha determinado lo que quiere hacer de cada uno de los hombres. Porque El no los crea a todos con la misma condición, sino que ordena a unos para la vida eterna, y a otros para condenación perpetua. Por tanto, según el fin para el cual el hombre es creado, decimos que está predestinado a vida o a muerte” (IRC, III, xxi, 5). La perspectiva actual debería subrayar los aspectos positivos no solamente para encontrar los signos, señales o consecuencias de la predestinación en la vida cotidiana, sino también para asumir la salvación como una tarea en la que la Providencia divina ha provisto el camino a seguir en medio de las contingencias.
Las afirmaciones bíblicas sobre la realidad teológica y humana de la predestinación no son solamente abundante sino también, por decirlo así, “aplicadas” a personas, comunidades y situaciones concretas. En el caso de Jeremías, por ejemplo, Yahvé le dice: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (1.5). Allí, conecta su elección con la misión que le encomendará para afrontar la problemática histórica del momento. Se trata de uno de los planteamientos más radicales de la predestinación “en acto”, pues el profeta es uno de los que más conciencia tienen del conflicto interior que representa ser destinado por Dios para enfrentar grandes dilemas históricos desde un encuentro personal.

2. Destino, vocación y salvación
Leopold Schümmer explica la relación de la predestinación con la vocación, en el esquema calviniano, como sigue:

En la síntesis de Calvino, otra noción unida a la vocación es la de predestinación. Es un aspecto de la soberanía de Dios, que conduce su obra hacia su fin: la restauración definitiva en la Parusía. En presencia de la predestinación, el hombre es despojado de todas sus pretensiones y descubre que recibe todo del Señor. Podemos resumir en cuatro frases la enseñanza de Calvino sobre este tema:

- La predestinación no se presenta nunca como una explicación, sino como un misterio que envuelve a Dios y el hombre.
- La meditación de este dogma es odiosa y prohibida, si el pensador especula sobre el número de los elegidos y de los condenados, que sólo Dios conoce.
- Dios no predestina al mal. Es el hombre quien cae por su pecado.
- El sentido vivo, el único para meditar, reside en el diálogo, donde Dios rebela al hombre que ha sido amado primero, mientras que su indignidad sólo merecía la muerte, y que pertenece al rebaño de Jesucristo.
[2]

Según Pablo en Efesios 1.4-5, la predestinación es un acto que sucede “en amor”, no de manera ajena o ciega. La vinculación de la elección con la vocación salvífica es innegable, pues el trabajo del Espíritu (ordo salutis), conectado con la eterna voluntad divina desemboca en sucesos concretos que la persona debe vivir como resultado del encuentro salvador con Dios a través de Jesucristo. La gran pregunta no consiste solamente en dudar acerca de la predestinación personal, puesto que también hay un conocimiento de Dios que conduce a una praxis concreta, sino también en encontrar el rostro de Dios en toda circunstancia.

La pregunta se hace más compleja si se considera que la enseñanza cristiana de la fe y con ello también la salvación, son obsequio de Dios. ¿Quiere decir entonces que Dios decide despertar la fe en determinadas personas, pero no en todas?, ¿en salvar a algunos, pero no a todos?
Según esto, ¿Dios elige desde un principio a determinadas personas para que vivan en la salvación eterna, y sentencia a otras a priori a la condena perpetua? (
www.calvin09.org/ES/interactivo/enfoque-teol-gico/predestination_12/-cu-l-es-la-pregunta.html).

¿Cuál es, entonces, la respuesta bíblica y reformada al misterio de la predestinación? Primero que nada, plantea Calvino, hay que situarla al lado de la Providencia, como si estuviésemos ante la realidad incontrovertible de la omnisciencia divina y fuésemos confrontados por su amor y su justicia a la vez. Hay muchas cosas que podemos preguntarnos, pero la insondabilidad del decreto de Dios nos alcanza en la medida en que estemos dispuestos a escuchar su voz. Lo demás, le pertenece a él:

Según Calvino, lo único que sabemos es que Dios, de manera muy general, ha empleado la misericordia y el amor ante algunos y la justicia ante otros. No obstante, no conocemos las razones por las cuales Dios determinó a unos a la salvación y a otros a la perdición.
Antes que abracemos la fe tampoco podemos saber si Dios nos ha destinado a la salvación o perdición, únicamente mediante la fe podemos adquirir la certidumbre de ello, pues en la fe obtenemos la certeza de ser salvados. Al mismo tiempo, esto significa que nunca podemos afirmar que determinada persona estaría destinada o no a la salvación, ya que ello forma parte del designio secreto de Dios. (Idem)
Notas
[1] J.L.Borges, “Las causas”: ““Los ponientes y las generaciones./ Los días y ninguno fue el primero./ La frescura del agua en la garganta/ de Adán. El ordenado Paraíso./ El ojo descifrando la tiniebla./ El amor de los lobos en el alba. La palabra. El hexámetro. El espejo./ La Torre de Babel y la soberbia./ La luna que miraban los caldeos./ Las arenas innúmeras del Ganges./ Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña./ Las manzanas de oro de las islas./ Los pasos del errante laberinto./ El infinito lienzo de Penélope./ El tiempo circular de los estoicos./ La moneda en la boca del que ha muerto./ El peso de la espada en la balanza./ Cada gota de agua en la clepsidra./ Las águilas, los fastos, las legiones./ César en la mañana de Farsalia./ La sombra de las cruces en la tierra./ El ajedrez y el álgebra del persa./ Los rastros de las largas migraciones./ La conquista de reinos por la espada./ La brújula incesante. El mar abierto./ El eco del reloj en la memoria./ El rey ajusticiado por el hacha./ El polvo incalculable que fue ejércitos./ La voz del ruiseñor en Dinamarca./ La escrupulosa línea del calígrafo./ El rostro del suicida en el espejo./ El naipe del tahúr. El oro ávido./ Las formas de la nube en el desierto./ Cada arabesco del calidoscopio./ Cada remordimiento y cada lágrima./ Se precisaron todas esas cosas/ para que nuestras manos se encontraran”.
[2] L. Schümmer, ““La foi, l’action, le social. Actualité du message politique et social de Jean Calvin”, fragmento en www.calvin09.org/media/pdf/theo/Schuemmer_Kurz_pr-destination_SP.pdf.

¿Qué es la predestinación?, Bernard Cottret

4 de octubre de 2009

HABLEMOS DE LA PREDESTINACIÓN. ÉSTA ES LA pregunta que surge invariablemente al final de una conferencia sobre Calvino y prefiero hacerla yo mismo. La predestinación fue, primero y antes que todo, una convicción íntima, basada en la experiencia personal. No obstante, hay algunas diferencias entre Calvino y Wesley, como entre el calvinismo y la religión wesleyana "de la experiencia". Aunque disímbolas y antagonistas, las dos teologías se basan en el asentimiento y la convicción. Incluso hay una gramática del asentimiento, en la cual Dios es el "primer motor". No sólo es el Dios Todopoderoso de Calvino, creador del cielo y la tierra, sino que también es el iniciador de la fe personal. He aquí, entonces, el reverso de las perspectivas tradicionales: la fe no es escoger a Dios, sino la experiencia de ser escogidos. Tenemos un relato de conversión en Calvino, como después en Wesley. Pero mientras que la experiencia de Wesley se expresa en términos derivados de Locke, como un sentimiento de bienestar y comodidad, Calvino utiliza el vocabulario caballeresco para describir su experiencia: "Dios, en su secreta providencia, dio un rumbo diferente a mi vida". Describió su experiencia en latín como una conversio subita, lo cual significa que fue repentina e inmerecida. Uno no merece ser salvo; Calvino rechaza así el concepto católico de una teología del mérito. Uno es escogido porque es escogido y no porque lo merezca.
Esta respuesta podría sonar tautológica. ¿Es Dios totalmente arbitrario, entonces? Un cierto número de contemporáneos de Calvino rechazaron la doctrina calviniana de la predestinación; incluso en Ginebra, muchos de sus oyentes rehusaron seguirlo en ese sinuoso camino. Wesley, en el siglo XVIII, objetó fuertemente el calvinismo y la predestinación, en particular en lo que él consideraba poco atractivo. En una carta su madre, exclama:

¿Qué digo, entonces, acerca de la predestinación? Un propósito duradero de Dios de liberar a algunos de la condenación, supongo, excluye a todos aquellos que no han sido escogidos. Y si fue un decreto inevitable desde la eternidad que tal parte de la humanidad debería ser salva, y nadie más que ellos, una inmensa mayoría del mundo sólo nació para la condenación eterna, sin tener mucha posibilidad de evitarlo. ¿Cómo es esto consistente con la justicia y la misericordia divinas? ¿Es misericordioso ordenar a una criatura para su perdición eterna? ¿Es justo perseguir a una persona por un crimen que él pudo no haber cometido? ¿Qué es el ser humano, entonces, si necesariamente está determinado en un solo sentido su accionar? ¿Es un ser libre? Mentir bajo una necesidad moral o física es completamente repugnante para la libertad humana. Como consecuencia, se llegaría a decir que Dios es el autor del pecado y la injusticia, lo cual es una contradicción con las ideas muy claras que tenemos acerca de la naturaleza divina y sus perfecciones (julio de 1725).

Fragmento de una conferencia presentada en el Calvin College, Grand Rapids, Michigan, octubre de 2000.

Letra 140, 27 de septiembre de 2009

FEDERICO PAGURA: ¿UN TEÓLOGO ARRABALERO? (I)
José Aurelio Paz

ALC Noticias, 14 de septiembre de 2009


Federico J. Pagura es copresidente del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos de Argentina. Graduado en el Seminario Teológico Unido de Buenos Aires, Pagura realizó estudios de posgrado en Estados Unidos. Es Doctor Honoris causa por la Universidad de Toronto, Canadá, y la Universidad dePauw, en EU. Pagura fue presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) y del Consejo de Obispos Metodistas de América Latina y el Caribe. Es obispo emérito de la Iglesia Evangélica Metodista de Argentina. Pagura es también miembro de la junta directiva del Instituto Vida y Paz de Uppsala, Suecia. Pagura fue miembro de la comisión del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) sobre Misión Mundial y Evangelización. En 1998 fue designado uno de los presidentes del CMI por la Asamblea de Harare. Es escritor, poeta y compositor de canciones. Es autor del conocidísimo himno "Tenemos esperanza" (HP, 147).


Federico Pagura no está hecho de carne. Está hecho de historias. Historias que él mismo cuenta desde la ingenuidad del niño y la profundidad del teólogo. Pero cuando esas palabras comienzan a tomar cuerpo, más que su boca es su espíritu de trashumante quien convoca al diálogo, y es cuando las palabras van convirtiéndose en sus pies, sus ojos, su boca, pero, sobre todo, en su corazón.
Si bien como dijera Leopoldo Marechal "el tango es una posibilidad infinita", así mismo es este hombre enamorado de la vida que siempre nos sorprende. Resulta que, ahora, Federico hace teología desde los bares y cantando tangos, a contrapelo de lo que puedan decir los ortodoxos, esos que no sacan a la Biblia del aula y de la iglesia por temor a que se "contamine"; incluso a que puedan pensar que la vejez le ha dado por cometer locuras; pero a pesar de los ochenta y tantos años, él sigue siendo el niño que nació en la Argentina, país vasto y profundo como su misma gente. Ante esta posibilidad de que lo censuren, sonríe para desarmar cualquier duda y su mirada es todo un bandoneón, ese misterioso instrumento germánico que vino a cantar las alegrías y angustias del hombre platense.

Cuenta que, en su niñez, el tango no estuvo presente. "Había nacido yo en el 1923, en Arroyo Seco, provincia de Santa Fe, pero ante la crisis del ’29, mi familia se trasladó a Rosario, una especie de Chicago argentino, como le llamaban, por su riqueza industrial. Asistía, en esa época, a un colegio norteamericano de mi iglesia, de manera que lo que absorbíamos era pura cultura americana".

¿Era, entonces, el tango un "pecado"?

"No es que lo fuera, sino que solo aprendíamos canciones tradicionales norteamericanas. Por la mañana español y en las tardes el inglés. Simultaneábamos el Himno Nacional argentino con el de los Estados Unidos. Entonces el tango solo estaba presente en mi casa, en mi madre, en su piano que tocaba, porque le encantaba el tango; pero yo no sentía atracción por él."

¿Tiene conciencia de cuándo lo descubre como expresión del alma argentina?

"Siendo adolescente asisto a un campamento de verano. Mecánicamente estoy silbando uno cuando, de pronto, el director, que era un laico, me dice con cierto reproche: "¿Cómo es eso, Pepito, silbando un tango?"…

¿Pepito le dijo?

"Sí, porque yo soy Federico José, por mi abuelo materno y Natalio por el paterno, que era italiano. Pues bien, el tango no estaba hecho para un joven cristiano y menos metodista. Recordemos que estamos ante un género que canta a la fatalidad, muy ligado al sexo, al erotismo como instrumento de lujuria, y eso no era propio de los ‘cánones éticos’ de la época…" Sí, el propio Ernesto Sábato ha dicho, algo bien polémico, que "se trata de una de las manifestaciones de ese sentimiento de inferioridad del argentino (que se complace en destruir lo que no se siente capaz de hacer)"
"Pues bien, comienzo a descubrirlo por cantantes que me gustaban más por la manera en que lo interpretaban que por lo que decían, como es el caso de Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Carlos Gardel… Pero luego descubro a Discépolo, el autor de ese famoso Cambalache, y quedo fascinado por sus letras, por su escepticismo y su mirada ética que acusa a una realidad sociopolítica. Escribe con una crudeza tremenda; es por eso que aún, hoy en día, los gobiernos le temen, porque sigue la causa de la justicia y es un hombre que ha sufrido mucho.

"Incluso llego a conocer, entre las muchachas que iban al campamento, a la hija de Lenzi, el autor del tango A media luz, y así se va adueñando de mi vida, poquito a poquito, por distintos caminos, porque me di cuenta que es una música que tiene una filosofía muy propia y excelentes poetas. "Ya de obispo de la Iglesia de Panamá y Costa rica me encuentro con un peluquero, en El Salvador, que, mientras me cortaba el cabello (yo tenía mucho más pelo entonces que ahora), me cantaba todos los tangos de Gardel al saber que era yo argentino. Los sabía todos de memoria, cosa que yo nunca he podido hacer. Creo que era un ferviente enamorado de Gardel. Luego, un pastor de mi iglesia, en San José de Costa Rica, tocaba la guitarra y también se los conocía toditos. Pero lo tuve en sangre, de verdad, cuando discutía con mi compañero de maestría, quien después fue mi obispo, Carlos Gattinoni. Un día le digo que me gustaría escribir un tango positivo, que se oponga a tanto pesimismo, que contrariamente a la nostalgia y a la pesadumbre, la borrachera y el suicidio, hable de la vida, del Evangelio, y Gattinoni me dice: ‘Federico, eso es imposible’. Creo que ese es el detonante para que escribiera, después, "Tenemos esperanza."

Entonces, ¿es ese su primer tango?

"Nada de eso. El primero se llama Solitario y lo escribí para un concurso de dentífricos Odol que no ganamos. Era un tango muy religioso, porque cuento cómo el hombre, incluso, puede estar rodeado de multitudes en un gran espectáculo, una carrera o un partido de fútbol y sentirse muy solo. Hablaba de que hay un compañero que ha venido a caminar con nosotros el camino de la vida; Jesús, y entonces digo que esa cruz que llevas al cuello no es un símbolo vacío, que ese Jesús es alguien que te quiere y quiere decirte algo… Quizás, algún día, lo haga conocer.

"Después es que viene Tenemos esperanza. No me pregunte cómo y cuando lo escribí, porque no lo recuerdo. Sé que lo hice bajo un estado de gracia. Luego se lo mando a mi amigo Homero Perera, que estaba en Mendoza, para que le ponga música. Yo estaba trabajando, por aquel entonces, con los refugiados chilenos que habían escapado de la dictadura de Pinochet y sentía esa necesidad de transmitirles algún sentimiento de que la situación de su país, más temprano que tarde, tendría que cambiar.

"Poco tiempo después el pastor Roberto del Río, muy amigo mío, venía silbando una melodía que me parecía hermosa y le digo: ‘Qué silbas, Roberto?’ Y me dice: ‘¡Tu tango, anoche acabamos de estrenarlo en la graduación del seminario’. Resulta que a Homero le habían pedido algo para esa ocasión. A la carrera le compuso la música y ni siquiera me avisó. Así fue que nació lo que un amigo y pastor luterano ha denominado ‘La Marsellesa de los protestantes’. He recibido muchas cartas de todas partes del mundo diciendo que es el mejor himno contemporáneo. No lo sé, pero sí sé que nació de la necesidad de expresarnos en tiempos de persecución, muerte y dictadura."

Y ese fue el detonante para que nacieran otros…

"Sí, porque los he seguido escribiendo, aunque también he hecho letras para canciones que hablan de América Latina, su realidad y sus retos. Incluso, apareció un tango que quería yo escribir respondiendo a otro que se llama Las 40, en el que se dice: ‘Aprendí todo lo malo, aprendí todo lo bueno,/ sé del beso que se compra, sé del beso que se da;/ del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga,/ y sé que con mucha plata uno vale mucho más./ La vez que quise ser bueno en la cara se me rieron;/ cuando grité una injusticia, la fuerza me hizo callar;/ la experiencia fue mi amante; el desengaño, mi amigo.../ Toda carta tiene contra y toda contra se da…’ Entonces, mi letra contrarresta ese pesimismo hablando de los valores humanos y de la vida que se haya en el Evangelio, de la fe y la esperanza que se dan en la lucha a favor de los pobres. Esa es la apuesta verdadera. Yo no apuesto por la mentira y la falsedad, sino por la verdad y la justicia."

Pero, aún, no me ha respondido la pregunta que dio pie a este diálogo. ¿No teme a que le crean con Alzheimer por eso de irse cantando por ahí? ¿O que le consideren un teólogo arrabalero?

Vuelve a sonreír con la mansedad de un hombre que ha vivido mucho: "No, no tengo temor a lo que piensen. Mi Dios es un dios de mil maneras", dice. Hay una pintora llamada Yunque Dalmau; ese es su nombre artístico. Ella exhibió sus cuadros en un salón de las oficinas de nuestra iglesia, en Buenos Aires, al que le han puesto el nombre de mi esposa, Rita Margarita Alegría, en premio a su amabilidad y amor por las artes. Comenta ella, allí, que es una ferviente amante de Gardel y le dicen que a mi me encantaban los tangos y viene a conocerme. Luego, nace la idea de irnos a los bares de Rosario, yo a hacer teología desde el tango y ella a pintar.

Sacerdotes, profetas y sabios, vehículos de la revelación de Dios, L. Cervantes-O.

27 de septiembre de 2009
1. La división de la Biblia Hebrea: testimonio histórico y teológico
George Steiner, uno de los grandes críticos literarios y analistas de la cultura de nuestro tiempo, escribió hace algún tiempo el prólogo a una edición de la Biblia Hebrea, nombre que corresponde mejor al llamado Antiguo Testamento, especialmente en el ámbito judío. Luego de exponer algunas de sus riquezas literarias basadas en la diversidad evidenciada por la división tripartita: ley, profetas, escritos, escribe acerca de los profetas:

Los libros proféticos del Antiguo Testamento llevan a un clímax de abrumadora exigencia ética e intimidad el diálogo entre Dios y los judíos, entre la eternidad y el tiempo tal como el hombre lo experimenta en su propia vida y en la historia. De Samuel a Malaquías, el antiguo Israel produce espíritus humanos inmediatamente informados, compelidos por el aliento del Todopoderoso, moralistas visionarios, vigilantes en lña noche, personas que reclaman justicia social cuyos mensajes trascienden enteramente el judaísmo.
[1]

Esto es precisamente lo que nos interesa: la forma en que los textos siguen vigentes tantos siglos después debido a su fuerza literaria y a su capacidad para dialogar con la existencia humana como si se hubieran escrito apenas ayer. Los ecos de un idioma extraño alcanzan a transmitir hoy, igual que en el momento en que sucedieron los eventos y cuando se plasmaron en escritura, la intensidad de la búsqueda de la voluntad de un Dios que en ocasiones resultaba incomprensible. Como agrega Steiner: “Estos universalistas intensamente locales son Casandra y Sócrates al mismo tiempo. Inevitablemente, entran en conflicto —puede que acabnen en una muerte crfuel— con la realñeza pecadora o el legalismo esclerotizado y las hipocresías de la clase sacerdotal dominante”.
[2]
Si entendemos que estas tres formas de vehicular la revelación coexistieron en Israel y en ocasiones entraron en conflicto dadas las exigencias de los tiempos y sus diversos contextos, apreciaremos la forma en que los redactores afrontaron la necesidad de enriquecer la visión del pueblo a partir de los diferentes énfasis que les dieron los responsables de transmitir estas formas literarias y teológicas. Cada sección de la Biblia hebrea buscó contribuir a la fe del pueblo aportando los aspectos esenciales de la existencia en relación con Dios que percibían como cruciales para una sana espiritualidad indivualidad y colectiva. Bruce Vawter lo resume muy bien:

En Israel se distinguió siempre cuidadosamente entre las funciones del sacerdote y las del profeta; sin embargo, estas funciones eran Cursivacoincidentes en parte. Jr 18.18 habla de la “ley” (torá) del sacerdote, del “consejo” (lésá) del sabio y de la “palabra” (dabár) del profeta. Estas tres categorías transmitían sus enseñanzas en formas diferentes —el sacerdote mediante una tradición institucional, el sabio según una tradición profesional, el profeta en una proclamación carismática—, pero sabían indudablemente que estaban persiguiendo, cada cual a su manera, un objetivo común. Cuando los profetas condenaban al sacerdocio, cosa que hicieron muchas veces, no era por lo que enseñaban los sacerdotes, sino por lo que dejaban de enseñar, porque habían rechazado el conocimiento y habían ignorado la ley (torá) de Dios (Os 4.6). En este mismo espíritu se condenaba también a los “falsos” profetas, no para rechazar el concepto de profecía, sino una perversión de ella.
[3]

2. Conflicto y búsqueda de armonía en el encuentro con Dios
Las diferencias de énfasis, matices y actitud religiosa entre estas tres formas de abordar la fe, el mundo, la humanidad y la comprensión de Dios son muy visibles en los textos, particularmente cuando se analizan algunos temas específicos como el concepto de Dios, de la alianza, el culto o la monaqruía, entre tantos. En este sentido, la historia y la profecía de Amós son un ejemplo casi paradigmático de hasta dónde podían llegar las tensiones entre un profeta llamado por Dios a salir de la rutina de su vida diaria, para asumir un destino peculiar en medio de la vorágine social y política de su tiempo, enfrentando por igual a reyes, sacedotes y falsos profetas, a fin de pronunciar un mensaje crítico y pertinente, para luego desparecer y volver a su realidad anterior.
Amós fue un auténtico “trueno en un cielo de verano”, pues corresponde plenamente a la acusación que recibió por parte del sacerdote Amasías, de destruir la paz del país y subvertirla. Y es que es necesario insistir en las barrras contra las que tuvo que luchar este profeta: no pertenecía a una escuela de profetas, ni era natural del reino al cual se dirigió con su mensaje. Era un hombre dedicado a criar bueyes para la agricultura y vivía en el reino del Sur. Amós atacó las falsas seguridades del pueblo impuesta por el poder monárquico, reglamentadas por un sacerdocio dócil, y canonizadas por un conjunto de profetas al servicio del poder. Acaso su crítica mayor fue directamente contra los elementos alterados de la autoconciencia religiosa, es decir, contra aquellas construcciones mentales que se establecen como dogmas y que presiden el comportamiento de las personas, en ese caso, desde las raíces religiosas de un sistema que estaba carcomiendo los cimientos de la alianza antigua con Yahvé.
“Amós anunció el derrumbamiento del Estado de Israel de su tiempo. […] En la realización de su misión, se esforzó con visible apasionamiento por hacer comprender a todos sus oyentes la justicia de esta decisión de su Dios. Sus adversarios, sin embargo, habrían aludido a su conciencia religiosa y a sus prácticas de culto; todo lo cual, según su punto de vista, garantizaría el futuro de Israel”.
[4] Pero él veía una línea de continuidad entre las políticas oficiales y las desavenencias con los planrfes divinos. No podía haber concordancia entre ambas puesto que la injusticia permeaba ya todas las relaciones y el Estado monárquico ya era incapaz para detener esos procesos o reformarse a sí mismo. Inevitablemente este anuncio llevó al conflicto con el rey, el sacerdocio y los profetas alineados, de lo que da testimonio el cap.7. Por ello, recurren a la fuerza para echarlo del reino del Norte y evitar que se propagase su crítica para hacer volver al pueblo a su responsabilidad. El encargado de oficializar la respuesta a Dios, el monarca, validó la represión contra el profeta y selló el destino de su pueblo, pero no pudo desarraigar la semilla de la revolución teológica que significó el mensaje de Amós. De manera equivalente, la libertad expresiva de los sabios también provocó rupturas espirituales que se aprecian en libros como Eclesiastés, que muestran el grado de desencanto que podían reflejar las Escrituras sagradas para transmitir nuevas visiones de la voluntad de Dios en tiempos tan diferentes.
Notas
[1] G. Steiner, Prefacio a la Biblia hebrea. Trad.de M. Cóndor. Madrid, Siruela, 2004 (Biblioteca de ensayo, 22), pp. 99-100.
[2] Ibid., p. 100.
[3] B. Vawter, en el Comentario Bíblico San Jerónimo.
[4] Hans Walter Wolff, La hora de Amós. Salamanca, Sígueme, 1984 (Nueva alianza, 92), p. 39.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...