30 de abril de 2009
Hermanos/as:
Espero que se encuentren bien. Como ustedes saben, las actividades cotidianas en la mayoría de las iglesias siguen suspendidas. En el caso de la iglesia Ammi-Shadday regresaremos, como fecha tentativa, el próximo 6 de mayo. Mientras tanto, podemos descansar, orar mucho y cuidarnos.
Aquí les envío un breve programa para devocional familiar para este día y una breve reflexión. Invitamos a todos para que tengamos estos momentos como familia en momentos tan necesarios como éstos.
Si lo creen pertinente, hagan el favor de compartirlo con algunas otras personas. Además, les informo que hemos estado en contacto telefónico permenante con la congregación y es muy grato informar que, hasta el momento, todas las familias se encuentran bien.
El domingo enviaremos un orden de culto familiar y una nueva reflexión.
L. Iván Jiménez J.
***
DEVOCIONAL FAMILIAR
* Oración de ofrecimiento.
* Lectura bíblica: Salmo 103
* Momentos para cantar: Himnos “Eres mi protector” y “En el seno de mi alma”.
* Momento de oración: por nuestras necesidades y por los problemas de salud que vive nuestra ciudad y país.
* Lectura bíblica: Apocalipsis 5:1-14.
* Oración de ofrecimiento.
* Lectura bíblica: Salmo 103
* Momentos para cantar: Himnos “Eres mi protector” y “En el seno de mi alma”.
* Momento de oración: por nuestras necesidades y por los problemas de salud que vive nuestra ciudad y país.
* Lectura bíblica: Apocalipsis 5:1-14.
REFLEXIÓN
El mensaje central del Apocalipsis no consiste en decir que el mundo se acabará. Como sociedad vivimos tiempos difíciles, de temor, enfermedad e incluso muerte para los afectados. Tal vez algunos miramos las noticias y sintamos miedo (algo natural), otros probablemente preferirán guardar silencio, y algunos más permanecerén en calma. Debemos recordar que situaciones como ésta (y otras más complejas) han ocurrido a lo largo de la historia humana. No es algo nuevo.
El Apocalipsis también fue escrito por una sociedad en fuertes problemas. Los cristianos que lo leyeron por primera vez tenían un enemigo que los perseguía (el imperio romano). Hoy también existe un enemigo tan pequeño que no es visible. Sin embargo, en medio de tantos símbolos (a veces difíciles de entender), el Apocalipsis contiene un maravilloso mensaje de esperanza.
La escena que hemos leído es increíble: están todos reunidos ante el trono del Cordero. Está el que nos narra la historia, los ancianos, las criaturas vivientes y millones de ángeles. De pronto entra en escena el “libro” y preguntan por alguien que lo pueda abrir. Ante el silencio como respuesta se dan cuenta de que nadie es digno de abrirlo y, dice Juan, ni siquiera de mirarlo. Entonces, en medio del silencio, se levanta el Cordero, va y toma el “libro”… y comienza la fiesta en el Cielo. Todos los ahí presentes cantan, gritan y alaban al Cordero porque Él sí es digno de tomar y abrir el libro.
Surge una pregunta: ¿qué contiene ese libro? La respuesta es extraordinaria: el libro contiene la historia de la humanidad. Efectivam,ente, el libro donde están escritas todas las experiencias que ha tenido la humanidad está en manos del Cordero. El destino de los pueblos, de las naciones y ciudades, de todos los seres humanos, no está inmerso en el caos, ni en el olvido: ¡está en las manos del Cordero! No estamos desamparados, estamos en las manos del Señor.
Cuando el Cordero abre los sellos del libro encuentra muerte, violencia, guerra, enfermedad, problemas económicos, simbolizados en los caballos, jinetes y demás figuras que utiliza. ¿Cuántas veces la humanidad no ha pasado por guerra o enfermedad?, ¿cuántas epidemias no han surgido históricamente? Sin embargo, el Señor tiene en sus manos la historia de la humanidad y, por supuesto, cda historia personal. Cuando el autor de Apocalipsis dice que el libro se le entrega al Cordero, cuando dice que Él lo abre y lo guarda en sus manos, está diciendo que el Señor, nuestro Dios, tiene la historia de todas las familias, la de nuestro país y la de la humanidad en sus manos. El Señor vencerá al enemigo silencioso.
Que Dios traiga a nuestro pueblo salud, que ponga en cada uno de nosotros su paz, su tranquilidad, que ponga paciencia y prudencia, sabiduría y templanza. Que el Señor nos recuerde siempre que está con nosotros y nos protege.
* Himnos “Tras la tormenta el arco iris” o alguno otro de su elección.
* Oración final y bendición: Números 6:24-26.
El mensaje central del Apocalipsis no consiste en decir que el mundo se acabará. Como sociedad vivimos tiempos difíciles, de temor, enfermedad e incluso muerte para los afectados. Tal vez algunos miramos las noticias y sintamos miedo (algo natural), otros probablemente preferirán guardar silencio, y algunos más permanecerén en calma. Debemos recordar que situaciones como ésta (y otras más complejas) han ocurrido a lo largo de la historia humana. No es algo nuevo.
El Apocalipsis también fue escrito por una sociedad en fuertes problemas. Los cristianos que lo leyeron por primera vez tenían un enemigo que los perseguía (el imperio romano). Hoy también existe un enemigo tan pequeño que no es visible. Sin embargo, en medio de tantos símbolos (a veces difíciles de entender), el Apocalipsis contiene un maravilloso mensaje de esperanza.
La escena que hemos leído es increíble: están todos reunidos ante el trono del Cordero. Está el que nos narra la historia, los ancianos, las criaturas vivientes y millones de ángeles. De pronto entra en escena el “libro” y preguntan por alguien que lo pueda abrir. Ante el silencio como respuesta se dan cuenta de que nadie es digno de abrirlo y, dice Juan, ni siquiera de mirarlo. Entonces, en medio del silencio, se levanta el Cordero, va y toma el “libro”… y comienza la fiesta en el Cielo. Todos los ahí presentes cantan, gritan y alaban al Cordero porque Él sí es digno de tomar y abrir el libro.
Surge una pregunta: ¿qué contiene ese libro? La respuesta es extraordinaria: el libro contiene la historia de la humanidad. Efectivam,ente, el libro donde están escritas todas las experiencias que ha tenido la humanidad está en manos del Cordero. El destino de los pueblos, de las naciones y ciudades, de todos los seres humanos, no está inmerso en el caos, ni en el olvido: ¡está en las manos del Cordero! No estamos desamparados, estamos en las manos del Señor.
Cuando el Cordero abre los sellos del libro encuentra muerte, violencia, guerra, enfermedad, problemas económicos, simbolizados en los caballos, jinetes y demás figuras que utiliza. ¿Cuántas veces la humanidad no ha pasado por guerra o enfermedad?, ¿cuántas epidemias no han surgido históricamente? Sin embargo, el Señor tiene en sus manos la historia de la humanidad y, por supuesto, cda historia personal. Cuando el autor de Apocalipsis dice que el libro se le entrega al Cordero, cuando dice que Él lo abre y lo guarda en sus manos, está diciendo que el Señor, nuestro Dios, tiene la historia de todas las familias, la de nuestro país y la de la humanidad en sus manos. El Señor vencerá al enemigo silencioso.
Que Dios traiga a nuestro pueblo salud, que ponga en cada uno de nosotros su paz, su tranquilidad, que ponga paciencia y prudencia, sabiduría y templanza. Que el Señor nos recuerde siempre que está con nosotros y nos protege.
* Himnos “Tras la tormenta el arco iris” o alguno otro de su elección.
* Oración final y bendición: Números 6:24-26.
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INFORMACIÓN RELEVANTE
I. Las escuelas posiblemente reanudan clases hasta el miércoles 6 de mayo.
II. Las iglesias reanudaran actividades cotidianas hasta nuevo aviso.
III. Evitar en lo posible sitios concurridos.
IV. En caso de estar enfermos ser responsables y permanecer en casa y en constante revisión. El cuadro de síntomas de la Influenza porcina es el siguiente: temperatura de 39 grados, tos, dolor agudo de cabeza y cuerpo.
V. Comer frutas y verduras ricas en vitamina C.
VI. Procurar la mayor limpieza en el hogar.
VII. Estar atento a los medios de comunicación permanentemente.
VIII. No entrar en pánico ni exagerar las medidas de precaución emitidas por el gobierno e instituciones oficiales.
IX. Como iglesia estaremos en contacto permanente para informar sobre las determinaciones de la misma y otra información relevante.
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